Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 66: Mala Noche

KAGOME

Tengo sueño, Aiko me desperto en medio de la noche, la pequeña deseaba un pequeño almuerzo nocturno, estoy sentada en mi futón, me he descubierto uno de mis pechos para alimentar a Aiko mientras le canto una canción de cuna para poder dormirla de nuevo, Takeshi sea despertado por los llantos de su hermana, también estaba llorando pero lo acoste a mi lado sobre mi futón, dejo de llorar al sentirme cerca pero aun sigue despierto, está mordiendo el lazo verde de la cintura de mi kimono blanco, las puntas del lazo son largos, miden unos 10 cm más o menos.

Es la primera vez qué los cachorros están inquietos en medio de la noche, me está costando mucho trabajo hacerlos dormir, casualmente es la primera noche en la qué Sesshomaru no está conmigo, hubo un ataque de demonios en una región dentro de sus tierras, tuvo qué irse de inmediato después de la cena, Usagi tampoco está, Fudo se la llevo de viaje unos días, está vez el pequño Ryo el hijo de Fudo los acompaño, el pequeño ya sabe sobre la relación romantica qué ahi entre su padre y Usagi, es momento de qué los dos pasen tiempo juntos para conocerse mejor.

Dos cachorros inquitos por la ausencia de su padre, y estoy yo sola, es la primera vez qué me encuentro sola con ellos desde qué nacieron Sesshomaru estuvo ahi para nosotros, vamos Kagome tu puedes hacerlo, te haz enfrentado a demonios sedientos de sangre y te han secuestro más de una vez, dos pequeños cachorros no son nada para mi, voy a poder con ellos sin necesidad de tener a Sesshomaru a mi lado.

Comienzo a cantar una canción de cuna para ambos, está vez alzo un poco más mi voz para qué puedan oírme, les conto con todo el amor en mi corazón para hacerles saber qué todo está bien, ellos saben qué su padre no está, es mucha coincidencia qué estén alterados la misma noche qué Sesshomaru no está con nosotros, logre hacer dormir a Aiko mientras la alimentaba, al despegarla de mi ya estaba profundamente dormida, antes de acostarla en el futón la acuesto sobre mi hombro para sacarle el aire.
Ahora sigue Takeshi, sin duda el es mi pequeño rebelde, estoy haciendo de todo para hacerlo dormir, se está haciendo el difícil, estoy de pie caminando por toda la habitación, Takeshi está pegado a mi pecho mientras le canto, se está negando a dormir, solo me está mirando fijamente, me inclino para unir mis labios en la frente de mi pequeño cachorro.

Kagome: Takeshi, ¿porque no duermes?, ¿estás preocupado por tu padre?. (Sonriendo) Yo también lo estoy, no puedo ocultar mi preocupación, ¿es por eso qué estás despierto?, sabes qué estoy asustada, tu padre es uno de los demonios más poderosos qué existe, sin embargo eso no lo salva de regresar con unas cuantas heridas, odio mucho tener qué dejarlo ir pero sabes... (Une su frente con la del cachorro) Hace esto por nosotros, el lucha por nuestro bien estár, el quiere qué crezcan en un lugar en donde puedan sentir seguridad.

Takeshi es un pequeño bebé qué apenas está conociendo el mundo, pero por la forma en la qué me está observando pienso qué está entendiendo cada una de mis palabras, tal vez el agotamiento me está haciendo imaginar cosas, termino quedandome de pie en medio de la habitación, arrullando a mi hijo en brazos, el sigue alimentandose, termino sintiendo mi pecho vacio, en cuanto Takeshi ya no pudo beber leche veo su rostro cambiar, estaba apunto de llorar, rápidamente me vuelvo a cubrir el pecho para descubrirme el otro, en cuanto lo pego a mi pecho no pierde tiempo en alimentarse de mi, mis senos me están doliendo mucho.

Sesshomaru: (Abre la puerta de la habitación) ¿Kagome?.

Kagome: (Bostezando) Bienvenida a casa Sesshomaru. 

Ni siquiera lo oí acercarse, cómo no ahi nadie en la mansión puedo escuchar claramente las pisadas sobre la madera del suelo, mis instintos está apagados, todas mis energias se las quedo Takeshi, no solo está absorbiendo la leche qué produce mi cuerpo, Sesshomaru se me acerca, ve a Aiko acostada en medio de nuestro futón, se asoma sobre mis hombros para ver a nuestro pequeño alimentandose mientras nos mira a ambos fijamente.