Capitulo 19: Bajo La Nieve De La Montaña

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KAGOME

Esto huele horrible, ¿cuando va a terminar mi tortura?, primero me hacen beber una sustancia extraña con un sabor poco agradable y ahora me despiertan con el olor de un liquido extraño de otra botella, no me sorprenderia si revive algún muerto vertiendo el contenido de las botellas en la tierra, me siento llevandome las manos a la cabeza, me duele mucho cómo si me hubieran golpeado con la rama de un árbol en la cabeza.
Ahi Dios... Me acabo de dar cuenta de qué Sesshomaru está sentado en el suelo de madera con las piernas cruzadas, yo me encuentro sentada en medio del hueco entre sus piernas, creo qué he estado dormida sobre el durante un rato, mis mejillas se ruborizan al pensar en qué estaba durmiendo en sus brazos.

Kagome: ¿Cuanto tiempo?.

Sesshomaru: Unas 3 horas.

Kagome: Eso explica porque tengo hambre, ¿donde está el Anciano?.

Sesshomaru: Salio por unos minutos no te preocupes por el, ¿estás bien?.

Kagome: Tengo sed pero ni loca voy a tomar algo qué provenga de este lugar, desconfio de todo lo qué está en está choza de milagro no he vomitado con las sustancias qué me han dado a beber y oler.

Sesshomaru: Lamente haberte hecho pasar por esto, no queria hacerte sentir incomoda.

Kagome: Creeme cuando te digo qué no todos mis molestias son por las sustancias extrañas mientras dormia recorde otra cosa qué sucedio ese dia, no puedo ocultarlo soy incapaz de mentirte Sesshomaru, debo decirte la verdad aunque puede qué te enojes conmigo y no desees hablarme por un tiempo. (Desvia la mirada no puede verlo debido a la culpa) Yo... Lo bese... Bese al otro Sesshomaru en los labios y me acaricio la espalda baja por encima del kimono qué estaba usando. (Lo mira a los ojos) Nunca lo hubiera hecho de haber sabido qué no eras tu...

Sesshomaru: (Apoya un dedo sobre sus labios) No digas nada más, no tienes la culpa de nada, ese demonio tiene un gran disfraz si no fuistes capaz de saber qué era falso, nada de lo qué paso es tu culpa, solo del demonio qué se atrevio a tocar lo qué me pertenece, en cuanto sepa quien es le arrancare los dedos uno por uno y lo sometere a cientos de torturas antes de enviarlo al otro mundo. 

Lo dice enserio, puedo ver la rabia en su mirada, la frialdad y la sed de sangre, la mirada qué tiene en este preciso momento me trae recuerdos del viejo Sesshomaru, del viejo y sanguinario Sesshomaru, del antiguo demonio despiadado.
Yo también deseo averiguar quien es el demonio detrás de todo esto, estoy seguro de qué el demonio detrás de mi ataque es el responsable de los ataques en las tierras de Sesshomaru, tengo sed de venganza al igual qué Sesshomaru pero... Parece qué el no está pensando con claridad, tal vez la sed de sangre nuble su juicio eso es muy peligroso, puedo ponerse en peligro el mismo.

Cuando el Anciano regresa revisa mi estado de salud antes de darle luz verde para irme, casi doy saltitos de emoción cuando me deja ir, al salir me despido mostrandole mis respetos al anciano ermitaño, me subo a la espalda de Sesshomaru y me sostengo con fuerza de su piel blanca a el le gusta volar con gran rápidez, al principio crei qué me estaba llevando de regreso a mi templo pero desvia un poco la dirección.

Kagome: ¿A donde vamos?.

Sesshomaru: El enemigo sabe donde vives, ya no es seguro para ti volver al templo, te llevare por el momento a mi palacio.

Kagome: ¿Qué?... ¡¡No!!... Aterriza ahora Sesshomaru o te juro qué voy a saltar.

Sesshomaru desciende rápidamente, terminamos abajo de las nubes justo a tiempo para la tormenta de nieve, por un momento olvide qué estabamos en temporada de invierno, el Anciano me aclaro qué odia está temporada del año asi qué creo una barrera en los alrededores para eliminar la nieve.
Terminamos aterrizando en una montaña, nos ocultamos debajo de unos árboles para cubrirnos de la nieve, mi cuerpo no deja de temblar, adoro la nieve pero no tengo muchas prendas de ropa y no tengo nada abrigador qué no sea la piel blanca de Sesshomaru qué me a regalo, está alrededor de mi cuello cómo una bufanda, aun asi no es suficiente cómo para calentarme, quizas encuentre leña para encender una fogata.
Sesshomaru llama mi atención cuando saca algo de entre sus ropas y extiende la mano hacia mi, es una tela negra con el tacto suave y se ve muy fina y realmente costosa mientras la reviso, desdoblo la tela revelando qué es una capa negra con una capucha con piel blanca cómo la de mi bufanda, alrededor de la capucha y de la capa de tan solo verla se qué es calientita, paso la capa sobre mis hombros y me coloco la capucha, es tan caliente, ligera y no estorba la capa me llega hasta las rodillas.

Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora