Sofía
Me siento más rota que nunca, jamás había estado así. Me duele todo por dentro.
—Sofía, no es lo que parece.
—Te he empujado a los brazos de otra mujer por tonta, porque creí a quien no debía.
Mario se sienta en la cama.
—Mami, ven— me dice palmeando su muslo.
Gateo hasta llegar a él, sus brazos me atrapan contra su cuerpo, me vuelvo a sentir en casa. Me quita el periódico de las manos.
—Esto que dicen es mentira.
—¿No vas a volver con ella? Tiene el anillo de compromiso que le diste.
—No, me besó a traición. El fotógrafo debía estar escondido, no lo vi.
Me acurruco en su pecho, huele a alcohol.
—No pasó nada entre Nadia y yo. Le dije que estaba casado y que a ella nunca la amé.
Inclino la cabeza hacia atrás para mirarlo a la cara.
—¿Nunca la has amado?— le pregunto.
—No, sólo hay una mujer en este mundo a la que he logrado amar.
—¿Quién?
—La tengo ahora mismo entre mis brazos.
Un sollozo me atraviesa. He sido tan estúpida, nunca debería haber creído a Luis, me mintió. Mi madre me advirtió sobre él, por eso nunca le cayó bien.
—Lo siento mucho, Mario.
—No llores más.
—¡He sido una estúpida!
—No, te habían manipulado.
—Pero te dije cosas muy feas, cosas que no son ciertas. Nunca me has dado asco.
—Olvídate de eso, Sofía.
—No puedo, te he hecho daño y nunca me voy a perdonar por eso.
Mario me sienta a horcajadas en su regazo, acuna mi cara entre sus manos.
—Me dolió mucho escucharte decir que te doy asco. Me he sentido muy vacío sin ti estas dos semanas.
—Perdóname, por favor.
—Sofía, no tengo nada que perdonar, las cosas que dijiste no eran verdad. Te amo, en mis casi treinta años nunca pensé que me enamoraría de una mujer, tú has logrado eso y lo peor es que no has tenido que hacer nada.
—¿Me amas?
—Con mi vida, mami, eres mi razón de ser.
—Yo también te amo. Me siento muy estúpida, no debí creerle.
Mi esposo me besa en los labios, me tumba de espaldas en el colchón. Las lágrimas caen por mis mejillas, le he hecho daño a la persona que más amo.
—Sofía, no llores, me estás matando.
—Te he hecho daño.
—Ya fue, eso ya pasó. ¿Quieres que vayamos al yate a pasar unos días los dos solos?
—Sí, quiero estar contigo a solas.
—Muy bien, pues prepara una bolsa para los dos, compraremos por ahí lo que necesitemos. Te voy a llevar a Jamaica.
—Mario, te amo.
—Y yo a ti.
El abrazo que le doy está lleno de paz, de amor, de dedicación. Desde hoy voy a dedicarme a mi esposo, quiero tener muchos hijos con él, envejecer juntos y amarnos para siempre. Mario agarra su móvil de la mesita de noche, teclea en la pantalla y se lo pone en la oreja.
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EL REY #1 [Disponible en físico]
Romance©️Historia registrada en el Registro de la Propiedad Intelectual de España. Cualquier tipo de plagio será denunciado ante la ley. El registro protege la historia de forma internacional. ------------------------------- Todos los derechos reservados...