Dayla Wilson, es la hija del empresario más influyente de Seattle, ella lleva una vida como cualquier persona normal.
Como estudiante de derecho, aspira a convertirse en una de las abogadas más destacadas del país. Sin embargo, todo cambia una noch...
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Me encontraba ahora mismo junto con Salvatore en el despacho de mi padre, planeando minuciosamente cómo sería mi infiltración en la mafia rusa. Sabíamos que no sería tarea fácil; la mafia rusa era conocida por su crueldad. La tensión en la habitación era palpable, cada detalle tenía que ser perfecto.
—Antes de que te expliquemos cómo te infiltrarás, debes saber que la mafia rusa es extremadamente peligrosa. No se andan con tonterías. Si descubren que eres una infiltrada, lo más probable es que te maten —Advirtió Salvatore con voz grave—. Pero como dijo Leonardo, ellos aún no te conocen. Solo nuestra gente sabe quién eres, y eso juega a nuestro favor.
—Lo entiendo —Respondí, aunque mi voz traicionaba un leve temblor.
—No tienes por qué preocuparte. No estarás sola. Siempre habrá alguien vigilándote desde el exterior sin que ellos se den cuenta. Si algo sale mal, estaremos allí para sacarte —Intentó tranquilizarme Leonardo.
Aunque me tranquilizaba saber que no estaría completamente sola, no podía evitar sentir nervios. La mafia rusa era responsable de la muerte de mi madre, y sabía que eran despiadados.
—Para infiltrarte, debes conocer bien a la familia que lidera la mafia rusa, los Lebedev —Leonardo se levantó de su silla y tomó una caja de su escritorio. De ella sacó varias fotos y carpetas—. Este era Dmitri Lebedev, el antiguo jefe de la mafia rusa. Él fue quien mató a tu madre —Dijo con un tono que reflejaba tanto tristeza como rabia.
Leonardo ya me había hablado de Dmitri antes, pero nunca había visto su foto. La imagen mostraba a un hombre con una mirada gélida, pelo negro y ojos oscuros. Intimidante.
—Esta es Anastasia Smirnova Lebedev, la viuda de Dmitri —Continuó Leonardo, mostrándome la foto de una mujer mayor pero aún atractiva, con cabello rubio y ojos azules.
—Y estos son sus hijos. El mayor, Andrey Lebedev con 28 años, tiene un aspecto muy similar al de su padre, con cabello negro y ojos negros —Leonardo continuó, señalando las fotos una por una—. El segundo hijo, y el más importante, es Alexei Lebedev que tiene la edad de 25 años. Él es el nuevo jefe de la mafia rusa. Fíjate bien en él, porque tu objetivo principal será acercarte a él.
Él era una versión de padre y madre, cabello negro y ojos azules como el mar, pero pensándolo bien me daba la impresión de ya haberlo visto en alguna u otra parte , pero no me acuerdo en donde.
—Y ¿Por qué él es el jefe y no el primer hijo?—Pregunté curiosa, porque prácticamente el primero debería de ser el jefe por ser el primogénito.