Dayla Wilson, la hija del empresario más influyente y enigmático de Seattle, lleva una vida aparentemente común.
Como estudiante de derecho, aspira a convertirse en una de las abogadas más destacadas del país. Sin embargo, tras la fachada de normal...
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Al llegar a la casa lo primero que hice fue irme a darme una larga ducha, para poder relajarme, sinceramente lo necesitaba. Cerré los ojos permitiéndome un breve momento de tranquilidad.
Estuve como por lo menos 15 minutos bajo el agua caliente, así que salí para vestirme y bajar abajo donde estaban los demás.
Al verlos me uní a ellos.
—Phillipe mostró interés en Irina. Podríamos usar eso a nuestro favor—Sugerió Sasha, cruzándose de brazos.
—No sé si sea buena idea involucrar a Irina de esa manera. Podría ser peligroso—Expresó Yoshi preocupado por mí.
—Es cierto, no queremos ponerla en riesgo innecesario. Pero necesitamos más información sobre lo que traman Phillipe y Román—Añadió Sasha.
No me parecía mala idea, no es que me guste hacer estas cosas pero llegados a este punto, ya estaba acostumbrada a infiltrarme en sitios.
—¿Tú qué opinas Alexei?—Le preguntó Sasha.
Alexei que en todo este momento estaba callado y con la mirada seria, se giró a verme.
—¿Tú quieres hacerlo Irina?—Me preguntó
Hasta me sorprendió su pregunta, bien podría haber dicho que sí y mandarme a infiltrarme con ellos sin importar los riesgos , pero no, me estaba preguntando si yo de verdad quería hacerlo.
No lo pensé por mucho tiempo y contesté sin más.
—Si es necesario lo haré.
—¡Bien!—Exclamó Sasha—Ahora solo falta que te vuelvas a encontrar con él.
—Si mal no recuerdo el me dijo que me encontraría para volver a verme.—Dije acordándome de lo que me susurró.
—Ya, pero no podemos dejar que se entere de que trabajas para nosotros.
—Y entonces, ¿Como haremos que me vuelva a ver?—Pregunté.
Eso fue lo que estuvimos haciendo casi toda la madrugada, planeando cómo lograr que Phillipe me vuelva a ver sin revelar mi conexión con la mafia rusa.
Pensamos en volver al casino pero eso sería muy ilógico, así que decidimos esperar hasta que se organizara algún evento en donde estemos cien por cien seguros de que Phillipe asistiría. Sería un poco tardoso, pero así no levantaríamos sospechas.
