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Al día siguiente

—Hija, tenemos que ir al santuario —Dice mi padre, tomándome por los hombros con seriedad.

—¿Santuario? ¿Qué es eso? —Pregunto con curiosidad y un leve nerviosismo.

—Ya lo verás —Responde él enigmáticamente.

Asiento sin decir más y me limito a subir al coche junto a él y Salvatore.

El trayecto no dura más de diez minutos. Bajo del coche y observo un edificio que, aunque esté abandonado, parece estar bien cuidado.

Nos acercamos a la puerta. Mi padre coloca su dedo en el lector de huellas y la puerta se abre automáticamente.

—Luego registraré tus datos —Me dice, mirándome con seriedad.

Entramos y dentro encuentro varios hombres armados custodiando los pasillos. Continuamos caminando hasta llegar a una última puerta, también protegida con identificación de huellas, que mi padre abre nuevamente.

Al ingresar, veo a varios hombres, en el centro de la habitación hay un señor atado de pies y manos a una silla. Mi padre se acerca a los hombres y los saluda, aparentemente está familiarizado con ellos.

Después, regresa junto a Salvatore y yo, desconcertada por mi presencia en este lugar, decido preguntar.

—¿Para qué estamos aquí? —Inquiero, buscando entender la situación.

Mi padre me mira con seriedad antes de responder.

—Tienes que aprenderlo todo, y una lección fundamental es que debes dejar de lado los escrúpulos cuando alguien traiciona a la familia. Somos los jefes, y si alguien no nos respeta ni toma en serio, debemos hacer valer nuestro apellido.

—Entiendo —Respondo, tratando de procesar la severidad de sus palabras.

—Este hombre ha traicionado a la familia. Nos debe más de 2 millones de euros. Le di tiempo suficiente para pagar, pero no ha entregado ni un miserable céntimo —Explica mi padre, señalando al hombre atado.

—Por favor, Leonardo, te juro que yo... —El hombre no logra terminar su frase antes de que Salvatore le propine un puñetazo que lo deja inconsciente.

—Gracias, Salvatore. No tolero que me interrumpan —Dice mi padre con firmeza, antes de volver a dirigirse a mí—. Como te decía, nos ha estafado y eso es algo que no puedo permitir.

Convertida en Mafiosa #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora