𝑽𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒊𝒏𝒐 ¿𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒐 𝑻𝒓𝒂𝒈𝒆𝒅𝒊𝒂? (+21) Libro I

Capitulo 74 🔞

Luego de sellar su amor bajo la luna y las estrellas, recorrieron un poco más la playa disfrutando de lo que ofrecía capturando íntimos momentos entre ellos.

Ella había logrado sacar una bonita foto al hombre donde sonreía con paz y amor en todo su esplendor. Salía precioso en todas, pero aquella imagen era la favorita de Diana.

—El anillo es precioso... — comentó la castaña abrazada al fornido cuerpo de Valentino.

La brisa nocturna era fresca y Diana soportaba por el calor recibido del hombre.

—Si, pienso lo mismo... Va pasando de generación en generación en las mujeres de la familia. Aunque como mi papá tuvo dos hijos varones correspondía a que el que se casara primero fuera el merecedor del anillo y el otro se quedaba con vestido, aunque el último no sobrevivió al incendio.

—No quiero ser entrometida, pero... Supe que tu mamá y tu hermano, fallecieron en el mismo incidente.

—¿Recuerdas la mansión quemada donde estuvieron los rusos? — preguntó el De Luca mirando a Diana sin una pizca de incomodidad o tormento interno. —Esa era la casa en la que me crié, mamá era la mano derecha de papá casi de la misma forma en la que somos tú y yo...

Valentino sonrió extendiendo su mano acariciando su rostro con ternura.

—Un día invitaron a papá a una junta cerca a las fechas festivas de año nuevo y él fue. Mamá quedó en casa junto a Matteo y a mi, pero con un mal presentimiento, precavidamente aumentaron la seguridad, pero sucedió. Ella estaba cocinando cuando irrumpieron en la casa... Mamá peleó hasta que la hirieron, pero nos mantuvo a salvo hasta que las llamas del incendio que habían provocado nos alcanzó...

—Lo siento tanto...

—Para cuando papá llegó, ya era demasiado tarde para mamá y mi hermano mayor, pero no para salvarme a mi. Luego de estar en emergencias por meses si mal no recuerdo para cuando pude despertar, mi papá ya era nombrado el nuevo capo... Sabrá dios las atrocidades que hizo para hacer justicia por su familia. A papá no le gusta regresar a ese lugar, aunque yo he invertido en ella para mantenerla... Es tiempo que la deje partir, creo que es lo que ella hubiera querido. 

—Con un trabajo difícil y mucha paciencia ambos criaron a un hombre maravilloso. Me alegra que hayas invertido en esa casa, me alegra haberte conocido y me alegra que seas mío... ¿Sabías que eres un buen hombre? — agregó Diana acariciando la mejilla del hombre.

—Hace frío... Vayamos a acurrucarnos en nuestra suite, amore mio.

—¿Evadiste mi última pregunta? — cuestionó Diana humorísticamente indignada.

—No, es que quiero demostrarte con acciones que tan buen hombre puedo llegar a ser. — afirmó Valentino sonrojando a la mujer.

Con las ideas fijas en lo antes mencionado subieron los pisos por el ascensor compartiendo sus calores corporales fundidos en un abrazo con diversos besos que iban en escala con pasión de por medio hasta llegar a su habitación.

En la privacidad Diana se deslumbró con los lujos y las románticas decoraciones preparadas en la habitación. Pétalos de rosas por doquier, velas aromáticas y un gran corazón de flores en la cama. Ella quedó de pie en el centro de la habitación sintiendo suavemente la presencia más corpulenta de Valentino ubicado a sus espaldas.

—¿Te gusta? — susurró colocando ambos brazos alrededor de la cintura femenina.

—No me gusta... Me encanta. — afirmó con una sonrisa mientras se alejaba para colocar con cuidado su cámara sobre una mesa de luz que contenía una botella de vino y dos copas.