El miedo la paralizó.—Esos tipos preguntan por una mujer con tus características. — susurró en su oído Bruno ocultándose en la oficina.
Un ruido llamó la mutua atención dirigiendo ambos rostros a su procedencia siendo testigos de un sujeto mirando minuciosamente hacia el lado opuesto a ellos.
Casi... Casi los descubrieron.
Bruno rápidamente logro ocultar a Diana bajo el escritorio cuando volvía a incorporarse para salir nuevamente en dirección al bar.
—No me dejes sola.
—No salgas de aquí hasta que te lo ordene. — Diana recibió un apretón en el hombro.
Otra vez empezaba el juego, otra vez su paz había sido interrumpida, otra vez volvía a ser ese ratón que huía del gato.
Bruno emprendió a paso firme hacia el encuentro del sujeto cuando a un paso de trayecto lo tuvo de frente, optando por la salida más fiable.
Adoptó una postura rígida con los brazos cruzados al pecho mostrando poder y superioridad.
—¿A todos los forasteros les gusta husmear casas ajenas? — cuestionó Bruno con notables intenciones.
—Solo estaba buscando el baño. — Respondió el extraño.
—Para ser alguien que habla bien italiano es muy estúpido de tu parte buscarlo en la dirección opuesta del cartel y lo peor... Faltando el respeto al que es mi hogar.
—¿Todo bien Bruno? — irrumpió en la conversación Gerónimo mientras sus pasos resonaban en el pasillo.
—Hagamos negocios.
—No me fio de los hombres que se escabullen como cucarachas.
—Esto nos beneficiaría a amb-
—Es un no definitivo, váyanse de mi bar y regresen por donde vinieron. – afirmó Bruno con su aura más imperturbable que nunca.
—No tienes idea a lo que te estás enfrentando muchacho.
—¿Me amenazas en mi propio terreno? Al parecer no quieres irte con las manos vacías... Sería una pena que tus compañeros lleguen cargando con el premio equivocado, campeón. — Sonrió. —Pasaré por alto esta falta de respeto... Solo por esta vez... ¿Quizás? — la respuesta de Bruno fue acompañada de una sonrisa fría.
Efectivamente, poder y valentía no le faltaban.
—Recordaré tu cara, niño bonito.
—Y yo no olvidaré la tuya porque algo me dice que nos vamos a encontrar de nuevo... Pero como ya dije... Recoge a tu gente y vuelve por donde viniste. Es mi última palabra. No agotes mi escasa paciencia.
Sin aportar nada más Gerónimo escolto al hombre de regreso al bar para luego indicarle a él y a sus acompañantes que se retiren sin retorno.
Cuando supo que era seguro, regresó a la oficina cerrando la puerta tras de sí, para encontrarse con una incontenible Diana de rodillas temblando de los nervios presionando con fuerza en su regazo la tela del vestido floreado que él le había comprado.
Copió su posición colocando sus manos en los hombros opuestos.
—Diana, hey Diana escúchame. Estas a salvo. — ubicó ambas manos en el ahora frágil rostro encontrándose con el suyo —Diana, mírame. Estás a salvo. —una catarata de lágrimas de la fémina humedeció sus manos.
Bruno por primera vez en su vida fue consciente de la fuerza de aquella pequeña mujer, aunque tenía conocimiento que este era su quiebre, uno que jamás se permitió en su soledad.
Él sabía de por sí que un enfrentamiento de esa magnitud entre hombres era difícil, jamás habría pensado ver detrás de eso a una mujer.
Internamente se prometió a si mismo cuidar de la persona que tenía en frente para que pudiera tener la calma y la sonrisa nuevamente que mostraba día a día.
Suspiró pesadamente liberando un poco de la opresión que sentía en el pecho.
—Yo... No puedo exponerlos a esto. No después de todo lo bueno que hicieron por mí. Lo mejor es que me vaya, Bruno. — rompió el tenso silencio Diana.
—Viniste por ayuda, eso vamos a hacer. Vamos a ayudarte.
—No quiero poner en peligro a nadie.
—Diana, inconscientemente estamos en peligro día a día. Cuidamos de nosotros mismos, no nos molesta morir por uno de los nuestros de ser necesario... Porque tú, eres de la familia.
—Bruno, yo... No lo soportaría...
—Pues no tienes opción porque yo no dejaré que te vayas, no sin darte mi ayuda antes y asegurarme que estés bien. Tampoco soportaría perderte por terca.
Diana iba a responder, pero el golpeteo en la puerta no se hizo esperar dando la bienvenida a...
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𝑽𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒊𝒏𝒐 ¿𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒐 𝑻𝒓𝒂𝒈𝒆𝒅𝒊𝒂? (+21) Libro I
RomanceHistoria Terminada ✓ Sara Brown, una ex empresaria, se encuentra huyendo tras la repentina quiebra de su compañía, un colapso que la puso en el punto de mira de un poderoso enemigo. En medio de un mundo lleno de fraudes y locura, lo que parece evide...