Capitulo 76

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—Constantino Berlusconi, a sus servicios... — ingresó a la oficina un hombre fornido de ojos azules cubierto de tatuajes que se escondían en su elegante traje.

—¡Constantino! Ayúdame a sacar a esta zorra de encima. 

—¿Quieres que te salve cuando nos trataste de sucios mafiosos? — cuestionó irónicamente a la vez que se acercaba a ambos lentamente con las manos metidas en los bolsillos.

Santucci necesitaba pañales y algo para regularizar su presión arterial producto del miedo. La palidez le había igualado el color de las mejillas y los labios. La sangre había abandonado su cuerpo, literalmente.

—¡Gracias!... Si no es molestia me gustaría que se encargue de este cadáver. – finalizó Diana enviando una amable sonrisa al hombre.

La mujer sonrió amablemente hasta que inesperadamente clavó aquel cuchillo en el pecho de Santucci, acabando con su vida. Sacó el filo de aquel inerte cuerpo, limpiándolo en el lateral de la manga dirigiéndose a la salida, no sin antes tomar el sobre con los papeleos y unos papeles extras que encontró en la mesa.

—Es todo un honor. — afirmó el de ojos azules con una complacida sonrisa ladina observando pasar a Diana por su lado con total seguridad.

Andrea esperaba por ella y ya se había comunicado con Valentino narrando el desenlace final. Ella regresó su pequeña arma a su escondite llegando a la par de Andrea para subirse en la camioneta antes que una gruesa voz la detuvo.

—¡Señorita!... El clan Berlusconi estaría encantado de hacer de hacer negocios con usted.

—La Familia De Luca, estaría encantada. — agregó subiendo a la camioneta para regresar a los brazos del hombre que la esperaba en casa.

***

Horas más tarde Valentino, Bruno y Stefano estaban enloqueciendo por la cantidad de llamadas solicitando negocios con los De Luca. De la misma manera que habían descubierto que el hombre estaba robando para si mismo, aunque había pedido favores a unos contactos para liquidar al anterior contador para tapar sus robos que habían sido descubiertos.

Los guardias y muchos empleados habían afirmado no saber nada de los sucesos y estaban en lo cierto, nadie quería pasar bajo las manos de Andrea, ni que hablar de Valentino. De solo nombrarlos juntos en una misma oración ya era suficiente para recibir toda información requerida.

—Esta anocheciendo y por lo visto esta gente no quiero irse a dormir sin recibir un sí de respuesta. — comentó Bruno tocando el tabique de nariz.

—Es el costo de cargar el peso de ser mejores ¿No es así? — agregó con galantería Stefano ganando una risa conjunta de los hombres presentes.  

—¿Conocerá Stefano la humildad? — preguntó Bruno con obvia burla bajo la señal de Valentino a que hagan silencio.

Eran familia, por lo tanto, Valentino se contenía de golpearlos solo porque su esposa se encontraba descansando a unos metros. Minutos más tarde la llegada del Sr. Alessandro motivó a contar la hazaña de Diana otra vez, mientras era apreciada al dormir en los ojos de los hombres. Efectivamente su llegada había marcado un notorio antes y después en la vida personal de cada uno, así como en la propia.

Deseaban que todo continúe para bien.

—Mamá supo que íbamos a estar ocupados hoy, pero me envió un par de cosas para la boda. — formuló con una dulce alegría Bruno.

—¿Cosas como que? — cuestionó Stefano llevándose un puñado de maní a la boca.

—Vestido de novia...

𝑽𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒊𝒏𝒐 ¿𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒐 𝑻𝒓𝒂𝒈𝒆𝒅𝒊𝒂? (+21) Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora