Último Capitulo 81

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Diana salió de la tina con la piel de sus manos y pies como pasas. Aún seguía sonrojada y feliz por las cosas acontecidas en los brazos de Valentino.

Secó su cuerpo, saliendo envuelta en una toalla. En la habitación esperaba por ella un vestido veraniego colocado perfectamente sobre la cama que fue ordenada por Valentino.

Estoy locamente enamorada de ese hombre.

Una nueva sonrisa iluminó su rostro, él cambió hasta las desastrosas sábanas que antes estaban. Se alistó, tomó en sus manos la cámara, capturando varias imágenes preciosas de la habitación de forma estética.

Continuó así hasta que hizo enfoques en el balcón, la luz del sol que ingresaba por entre medio de las cortinas les daba el toque ideal para realizar una toma tras otra. Realizó varias capturas más hasta saliendo del balcón finalmente topándose con la figura masculina de Valentino en la terraza de la casa que dejaba una forma de L.

El lugar era mágico...

Hizo diversas tomas de su esposo distraído mientras era participe de una llamada telefónica, se veía tan atractivo casi como si sus rizos fuesen hechos para ser besados por los rayos del sol y su camisa abierta exponiendo su pecho con aquellas hermosas cicatrices gracias al viento.

Las amaba...

Luego de saciar su curiosidad de la belleza de su ahora esposo, Diana dio media vuelta fotografiando el paisaje que se mostraba orgulloso ante sus ojos.

Era una mujer afortunada.

En una de las tomas una pequeña y atractiva plantita llamó su atención, con cámara en mano hizo zoom hasta tener la toma perfecta.

¡Clic!

Resonó el botón al ser presionado y la cámara capturo algo que la dejó sin aliento.

El aire abandonó sus pulmones, perdió el color cálido de su piel y le comenzaron a temblar las manos. Su toma fue arruinada por la presencia de un hombre portando un fusil y equipo táctico en colores arena camuflando su presencia en las plantas de la zona.

Si hay uno pueden haber más.

Fue así que comenzó a captar con la lente el número de objetivos. Mercenarios...

—1...2,5...8... Mierda superan los 10. — susurró hasta que vio algo que rompió su corazón.

Un francotirador perfectamente ubicado, siguió con la mirada la dirección del cañón descubriendo que apuntaba directamente a...

Valentino.

Salió descalza a toda velocidad hasta dar con la empleada. Le gritó que se fuera de la casa y que pida ayuda. Rápidamente la empleada hizo una marcación de emergencia comunicándose con la mansión De Luca. Ese era el plan, pero el rostro de angustia de la jovencita arrojaba lo contrario.

—¡¿Do-donde, terraza?! — vociferó Diana abrumada. —¡Espera! Esconde esto por favor. — agregó poniendo en sus manos la cámara que él le regaló.

Era evidencia que después podría ayudar. Luego de recibir rápidas indicaciones de la empleada, se fue a toda velocidad cayendo varias veces en el trayecto hasta llegar a Valentino.

Abrió con fuerza la puerta llamando la atención del hombre que mostraba una dulce sonrisa que se transformó en absoluta preocupación al ver su estado. Para ese entonces Valentino continuaba con el celular en su oído y una mano en el bolsillo de su pantalón.

Diana realizó un par de pasos en su dirección.

—¡Nos ata-

Diana pudo dejar salir de sus labios un jadeo cuando un ardiente dolor la atravesó por la espalda haciendo que tropiece en el proceso siendo sujeta por los brazos masculinos de su amado.

𝑽𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒊𝒏𝒐 ¿𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒐 𝑻𝒓𝒂𝒈𝒆𝒅𝒊𝒂? (+21) Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora