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En una calurosa noche de verano de 1975, el profesor Rafael Morales iba de camino a su hogar luego de finalizar el curso de verano que impartía sobre literatura clásica.

Estaba a unas cuantas cuadras de llegar a su destino cuando la figura de una joven rubia que se encontraba tambaleándose por el camino le llamo la atención.

Rafael decidió estacionarse para ir a ayudar a la joven, se bajó de su automóvil y camino en dirección a ella – Disculpa señorita, ¿se encuentra bien?

La joven tenía a Rafael contra el pavimento quien gritaba desesperadamente por el dolor que sentía contra su piel, ya que la rubia tenía los dientes clavados en su cuello.

Pero antes de que la joven terminara de alimentarse de él, una mujer que pasaba por ahí la vio por lo que grito por ayuda, la rubia dejo tirado el cuerpo de Rafael, y un hombre salió de su casa al escuchar los gritos por lo que reporto lo sucedió con la cruz roja quienes llegaron inmediatamente para trasladarlo a la clínica más cercana.

Y por cuestión de suerte fue atendido por un Doctor con su misma y nueva condición.


[ 🦇 ]


Han pasado un día desde el ataque que sufrió Rafael, una enfermera está revisando los signos vitales de Rafael pero en ese momento entra el Doctor Bernal.

Señorita Guillen, ¿puede retirarse? – sonríe amablemente el Doctor Bernal.

Por supuesto.

La enfermera se retira de la habitación dejando al Doctor solo con Rafael. Lo primero que hace el Doctor es cerrar la puerta con seguro y luego saca una bolsa de sangre de su bata para dejarla sobre la mesa que está al lado de la cama.

Señor Morales, debemos hablar.

Rafael abre los ojos lentamente – ¿Qué sucedió? ¿Dónde estoy?

Esta en el hospital regional, lo intentaron ayer en la noche – Rafael ve al Doctor confundido – Al parecer fue atacado por una persona, eso reporto la persona que llamo a emergencias.

Rafael asiente lentamente – Si, recuerdo que una joven me derrumbo de la nada y luego comenzó a morder mi cuello, y luego un dolor insoportable me invadió.

¿Puede describirla?

Era rubia, pálida como una maldita hoja de papel, vestía ropa de negro de pies a cabeza.

Que raro – murmura el Doctor – Pero ahora debe alimentarse – Él se estira para tomar la bolsa de sangre y tirarla sobre el pecho de Rafael.

¡Que carajos! ¡Que le sucede!

Bébalo.

¡No!

Debe hacerlo.

¿Por qué?

No quiera que un neófito provoque una masacre en la clínica por su sed de sangre.

No tengo ni puta idea de lo que está hablando.

El Doctor ve a Rafael por unos segundos sin decir nada – Fuiste convertido en un vampiro.

¿Un vampiro? Imposible

¿Por qué?

Solo existen en los libros o en películas, no en la vida real.

La risa del Doctor inunda la habitación – Pero existimos, Señor Morales.

¿Existimos? - Rafael apunta al Doctor – ¿Usted?

El Doctor asiente – Y ahora beba la bolsa de sangre, y luego tendremos una larga charla.


[ 🦇 ]


El Doctor Bernal da de alta a Rafael luego de un par de horas al terminar la charla donde le informa de algunas de las reglas que existen en el mundo vampírico.

Bernal le da el número de Carlisle a Rafael, ya que él tiene más experiencia en el mundo  sobrenatural — No se meta en problemas, señor Morales – Sonríe divertido el Doctor.

Lo intentare – asiente Rafael. 

Dark Paradise ━━ TwilightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora