❥︎Parte 6

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Ser un alfa puro recién presentado era un tanto... difícil.

Antes solo tenía a su consciencia torturándolo todo el tiempo con ideas imposibles, ahora no sólo era su consciencia, también había un lobo, uno feroz y con una fuerza mayor a la que imaginó, que no lo dejaba respirar un maldito segundo.

Estuvo investigando un poco sobre los alfas puros nada más para saber cómo era su posición en la sociedad y su estado de ánimo decayó bastante con lo que leyó.

Muchos de ellos terminaban en psiquiátricos o en la cárcel. En la peor de las situaciones, muertos. Su fuerza era casi descomunal, bastante difícil de manejar, y sus emociones prácticamente incontrolables.

La voz del lobo podía volverte loco o volverte un psicópata. Y Yoongi no sabía realmente cuál era peor.

Pero su padre no era ninguno de los dos, daba toda la imagen de un hombre completamente diferente a lo que dictaba su naturaleza; no se metía en problemas y para su hijo era alguien sumamente pacífico.

¿Cómo?

—Papá, ¿cómo controlas a tu lobo?—Preguntó, entrando sin tocar a la habitación del mayor.

Su padre se encontraba sin camisa, acostado en su cama con la computadora en sus piernas. Levantó la vista en cuanto su hijo entró y con aquella pregunta se le iluminó la cara.

—Por fin me preguntas, ven aquí.—Tiró la computadora a un lado y tocó a un lado de él para que su hijo fuera a sentarse.

—No quiero morir, papá.—Su padre tomó sus manos.—Necesito controlarlo.

—No morirás, eso ni siquiera es una opción.—Suspiró.—No debes de controlar a tu lobo, debes hacerte su amigo.

—¿Amigo? Pero no estamos de acuerdo en nada.—Dijo frustrado.—Antes pensaba que bajar del departamento saltando balcones era divertido, ahora si me acerco al balcón solo quiero tirarme.—Explicó.—Antes no tenía este deseo de- de mandar, de hacer que la gente haga todo lo que yo quiera.

—Es normal, recién se conocen.—Lo calmó.—Tienes que darle la oportunidad de comunicarse contigo y no ignorarlo, eso lo hace sentir mal. También tienes que hablar con él, decirle lo que te molesta, lo que no y pelear cuando sus pensamientos vayan en contra de tus principios.-Yoongi asintió lentamente, entendiendo lo que su padre quería decirle.

—¿Cómo me hago su amigo?

—Háblale, dile lo que quiere saber, dale algo de que sostenerse para que ambos se mantengan cuerdos y unidos.—Todo parecía muy simple, pero sabía que le costaría un mundo llegar al nivel de su padre.

—¿De qué te sostenían cuando tenías mi edad?

—De mis padres, ellos en serio eran los mejores y yo no quería verlos tristes por mi condición.—Yoongi sonrió.

—Tú también eres el mejor.-Lo alagó, sacándole una sonrisa.—Yo me puedo sostener de ti, entones.

—Hay algo mucho más fuerte-Sugirió.—, Jimin.

La sonrisa de Yoongi cayó

—Jimin ni siquiera forma parte de mi vida, tú sí.

La tristeza pareció haber abandonado su vida desde que se presentó, la última vez que lloró fue de camino a la farmacia cuando se dio cuenta de que ni siendo un alfa era del interés de Jimin.

Ahora solo sentía enojo, molestia, cualquier estupidez lo hacia enojar hasta ponerse rojo, estar horas con mala cara y querer romper las paredes de su habitación.

Ahora sentía dolor al pensar en Jimin en vez de mariposas en el estómago y batallaba a diario contra el animal en su interior, porque él quería sacarse al omega de la cabeza y su lobo solamente quería ir detrás de él.

Be My Omega| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora