Be My Omega| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE

❥︎Parte 8

—Esto es una mierda.—Soltó el lápiz de golpe sobre la mesa y metió su rostro caliente entre sus manos.

No aguantaba más el colegio, mucho menos las matemáticas. No le resultaban complicadas, pero sentía cansado el cerebro de hacer un par de ecuaciones. Así ya se le iba la motivación para poder ponerse a cualquier otra materia.

—Deja de maldecir.—No lo decía en mal plan, pero para Yoongi cualquier cosa que Jimin le dijera, incluso si resultaba ser una broma, era una orden.

Bajó la cabeza un poco cansado, recostando su cuerpo por completo de la silla y respiró profundamente, calmando a un lobo en su interior que no deseaba más que saltar encima del omega buscando unos labios que lo ayuden a relajarse.

Miró a su alrededor y se encontró con varias caras sobre él. No esperaba menos, siendo un alfa bastante reconocido en el colegio, ya sea por lo deseado que se volvió a partir de presentación o por la cantidad de problemas en los que se metía, la gente lo miraba demasiado, de buena y mala manera.

Pero ahora, aunque quisiera sacárselo de la cabeza para mantenerse manso, la gente también miraba a Jimin. Era un omega de aspecto glorioso sentado junto a él aún con el uniforme de su trabajo.

Una vista de dioses. Yoongi amaba ese uniforme, fuera del hospital no usaba la bata y tenía permitido ver como la camisa y el pantalón se ceñían a su bonito cuerpo.

Trataba de disimularlo, jura que lo intentaba, pero de vez en cuando sus ojos se tocaban con aquellos muslos y la concentración se le iba a la mierda.

—Paremos un rato, tengo hambre.—Soltó también el lápiz a un lado y tomó su teléfono. Yoongi se puso alerta enseguida.

—¿Quieres comer? Pudo ir por algo otra ti a la máquina de la entrada.—Se levantó y tentó sus bolsillos ne busca de su billetera.

—¿Qué? No, tranquilo, voy a comer con Tae antes de empezar el turno.—Lo mandó a sentarse con señas y siguió mirando su teléfono.

—Aún falta un rato, déjame comprarte algo.—Dijo, aún parado frente al omega, quien negaba lentamente escribiendo un mensaje.

—Te he dicho que no; si como ahora, no comeré con Tae y me dará hambre antes de que vuelva a tener un descanso.—Le explicó sin siquiera mirarlo a la cara.—Siéntate.

Otra orden, y él no era quien para desobedecer. Aún así, se quedó con ganas de comprarle algo, así que averiguaría cuando tenía los descansos del resto de la semana, así podría llevarle algo dulce y su café.

—No quiero que te preocupes por esto.—Dijo, soltando finalmente el teléfono y sonriéndole a Yoongi.—Siempre pasas el examen de todos modos, solo que te agobias un poco antes.

—Me ponen nervioso tantas cosas.—Miró su cuaderno.—No es lo único que tengo que estudiar, pero sí lo que más me moelsta ahora mismo.

—Aún tienes un par de días, repasa tranquilo y ve a tu examen tan seguro como vas por la vida, te va a salir genial.—Lo animó, dándole golpecitos en el hombro.—¿Cuándo es?

—El miércoles.

—Tengo casi una hora antes de entrar al turno de noche, ¿No quieres venir a decirme cómo te fue?—Preguntó, con es amabilidad y ese tono de voz que hacía a Yoongi querer derretirse en ese mismo momento.

Sabía que estaba siendo bueno, que lo veía como a un hermano pequeño y por eso lo ayudaba, pero a veces no podía evitar pensar que había algo detrás de esos ojos que le gritaba algo más que amigos.

—No puedo—Dijo lentamente.—, se supone que salgo con Hoseok.

Le molestó no ver celos en su reacción. Necesitaba verlo celoso, molesto, pero Jimin solo asintió.