❥︎Parte 33

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La cabeza de Jimin colgaba de la cama cuando Yoongi daba las últimas arremetidas contra él de manera pausada y profunda, llenando el condón del resultado de su climax.

Jimin todavía gemía contra su mano, ahora llena de saliva, cuando se clavó por última vez en él, tocando el punto dentro de sí que lo hacía delirar mientras recorría su cuello con la punta de su lengua.

Salió de él enseguida, impidiendo que su nudo comenzara a crecer dentro del omega y disfrutó como nunca ver al omega con los ojos en blanco y todo el alrededor de su boca mojado de saliva y lágrimas.

—Dios.—El omega intentó levantarse y Yoongi lo vio desde el otro lado de la cama mientras se quitaba el condón y lo tiraba junto a otros dos al lado de la cama.—Me tiemblan las piernas.

—Te va a doler el cuello, ven.—El alfa se acercó al omega y lo tomó por los muslos, comprobando que, en efecto, sus piernas daban ligeros temblores.

Sonrió en grande, inflando el pecho como el alfa orgulloso que era. Tenerlo entre sus brazos, sudado e intentando gritar su nombre a los cuatro vientos por el placer que le producía, solo lo motivaba a hacerlo mucho más rápido y fuerte, hasta que sus ojos se volteaban y comenzaban a lagrimear.

Tiró de Jimin hasta juntar sus cuerpos sudados y con restos de semen.

—Cómo me gusta verte así.—Se metió en su cuello, inhalado profundamente aquella mezclas de sus aromas cargados por el olor a sexo que se concentraba en la habitación.—Tan débil.

—Tú haces que me ponga así.—Susurró, clavando sus uñas en la nuca del menor mientras recibía besos a lo largo de su garganta.—Cada vez que hacemos el amor rejuvenezco un año.—Yoongi rió.—Dios, que bien estoy.

—Me alegra hacerte sentir bien, no te mereces menos.—Paseó lentamente sus dedos por el estómago plano de su omega.—Yo no me quedo atrás, pongo todo de mi parte para no correrme nada más entró en ti.

Jimin soltó una carcajada.—Pues aguantas muy bien. Antes, y si tenía suerte, podía tener un orgasmo.

Amaba cuando tener ese tipo de conversaciones después del sexo, cuando sus cuerpos se encontraban en completa relajación y sin ningún tipo de vergüenza se abrazaban desnudos.

Había pasado una semana desde la discusión con Jeno y Yoongi no podía dejar de pensar en sus palabras, pero cada acción de Jimin, cada mirada y sus toques dulces, empujaban esas palabras fuera de su cabeza.

Estaba celoso, entendía que quisiera meterle esas cosas en la cabeza, pero eso no le daba derecho a hacerlo sentir mal y crearle inseguridades con su pareja.

—¿Soy tu mejor amante?—Preguntó con curiosidad.

—Eres mi mejor todo. Eres perfecto, bebé.—Le tomó el rostro para darle besitos tiernos en la boca. Yoongi estaba en las nubes solo con tenerlo cerca.—Pero no volveremos a tener sexo aquí.

—¿Por qué?—Se aguantó una risa.

—Porque ahora me va a dar vergüenza ver a Yoonsik a la cara.—Dijo, evitando la mirada de Yoongi.

—¿No será que no puedes aguantarte los gritos? Omega escandaloso.—Pinchó su costado para forzarlo a reír y removerse como gusano debajo de él.

—¡Ya, déjame!—Chilló, empujando la la mano de Yoongi fuera de su cuerpo sin lograr nada.—¡Bebé, me duele!

Seguido de eso se escucharon toques en la puerta y ambos se quedaron petrificados sobre la cama, mirándose con los ojos bien abiertos.

—¿Jimin?—Era Taehyung.—Por dios, disimulen un poco más.

Be My Omega| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora