Era un buen día; Jimin cumplió oficialmente los veintiséis el día anterior y tuvo una buena celebración junto a prácticamente toda su familia en la casa que nació.
Sus padres se excedieron con los regalos y los invitados a la fiesta, alegando que tenían muchos in verlo y aquello tenía que ser un momento para recordar todo el año ya que faltaba para la siguiente fiesta.
Con suerte pensaron en que estaba a más de una hora de su casa y lugar de trabajo y también se molestaron en regalarle una maleta para meter todas las cosas que dieron; la mayoría era ropa, decoración para su casa y entre todos se juntaron para darle un reloj brazalete que se pondría en la misma muñeca en la que tenía las flores de Yoongi.
Su familia no era la más adinerada, pero garcías a ellos se había podido hacer de una vida antes de comenzar a ganar dinero por su cuenta. Todo se lo debía a sus padres, no por eso nunca dejaba de mandarles parte de su sueldo, aunque ellos insistieran en que no debía.
—Si te sientes mejor, eso te lo compramos con algo que teníamos ahorrado de lo que nos mandas.—Confesó su madre, tratando de sacarle una sonrisa.
Y todo fue genial, durante la cena le insistieron tanto que terminó hablándoles un poco más de Yoongi, teniendo que aguantar sus burlas toda la noche.
—¿Y los bebés para cuándo?—Preguntó su tía, sacándole una risa a los otros.
—Hermana, pero si ya su alfa es un bebé.—Jiyu le dijo a la mujer a su lado.—Ellos ahora solo quieren disfrutar.
—No lo es, pero sí, recién estamos empezando.—Miró el vino en su copa.—Ni siquiera somos novios.
—¿Qué?—Su padre se sorprendió.—¿Aún no te lo ha pedido?—Jimin negó suavemente. No se veía descontento.
—Aún no, pero tengo la ligera sospecha que será pronto.—Sonrió un poquito y todos empezaron a vitoriar para avergonzarlo.
A su mente venían las fotos que Yoongi le mandó unas horas antes, mostrándole los globos que compró para ver si le gustaba el color y también una foto suya con Yoonsik para mostrarle algo del proceso de su pastel.
Su alfa era tan lindo y lo extrañaba tanto, habían estado esos dos días hablando por fotos de cada cosa que hacían, sin necesidad de escribirse o hacer llamada; además, a Yoongi no le gustaba, incluso amenazó con ir a buscarlo si lo llamaba.
Pero no hacía falta, Jimin salió después del desayuno de su casa, directo a la casa de los Min sin avisar, dándoles una sorpresa a ellos en vez de al revés.
Yoongi no lo quería soltar y si no fuera porque Taehyung y Yoonsik también querían hablar con él y felicitarlo, también se hubiera quedado todo el rato con él.
De todas maneras, Yoongi no se le despegó en toda la tarde. Jimin solo podía pensar en cómo será cuando estuvieran solos.
—¡Taehyung!—El rubio se levantó de golpe de la mesa al ver el papel que su amigo le dio y negó repetidas veces.—No debiste.
—Fue el mejor regalo que vimos.—Taehyung juntó sus hombros con los de Yoonsik, sonriendo ambos con ilusión.
Yoongi solo trataba de alzar lo más que podía el cuello para ver lo que decía el papel, pero Jimin se movía mucho.
—Esto es muchísimo, Tae.—Puso el papel sobre la mesa y lo vio con desaprobación.—No puedo.
—Sí puedes, es de parte de ambos.—Jimin volvió a negar y vio a Yoongi tomar el papel para leerlo.
—¿Por qué no me dijeron de esto? Yo también quería colaborar.—Reclamó con una pequeña puchero.—Está súper bien.
—No, porque es mucho dinero.—Siguió Jimin.
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Be My Omega| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE
FanfictionYoongi nunca había considerado la edad como un impedimento para mantener una relación con alguien, pensaba que ocho años de diferencia no era algo que debía de separar a una pareja. Y no porque se lo hayan enseñado sus padres o lo haya visto toda s...