❥︎Parte 31.2

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Yoongi pidió sushi para alimentar a su omega justo después de darse el gusto de bañarlo con sus propias manos, utilizando una suave esponja para limpiar su piel y tratar de relajarlo un poco luego de la sesión intensa de besos y sexo que tuvieron.

Yoongi estaba enamorado, cubierto hasta el cuello por todo lo que Jimin significaba. No estaba seguro de poder separarse de él luego de ello, se negaba a irse y dejar de tocarlo, dejar verlo, dejar de besarlo y oler su piel así de cerca.

Tenerlo recostado de su pecho mientras recorría todo su pecho y cuello con una esponja en sus manos definitivamente ahora se encontraba entre los diez mejores momentos que ha vivido.

Sentirlo tan cerca, otorgándole toda su confianza para manejar su cuerpo como quisiera, era un sueño hecho realidad. Jimin había tirado su cabeza hacia atrás en cuanto Yoongi se le acercó y la recostó de su hombro, suspirando enamorado en cuanto su alfa comenzó a darle masajes por todo el cuerpo.

—Eres tan suave.—Acarició su clavículas como si estuvira tocando una especie de flor, con tanto cuidado que no se lo creía.

Estaban desnudos, mojados y con algo de jabón encima, acaban de hacer el amor y se sentían más unidos el uno al otro que nunca. Yoongi no había llegado a anudarlo, cosa que preguntaría luego, pero ahora solo necesitaba las manos de Yoongi sobre él, dándole mimos y mucho amor a su cuerpo.

Yoongi lo sostuvo de la cintura, besando su cuello con las únicas intensiones de hacerlo sonreír, de que su omega se sintiera tranquilo y feliz a su lado. Yoongi podía sentirlo en su pecho, un omega feliz revoloteaba en su interior por tenerlo cerca, por haberse unido a su alfa de una vez por todas.

Yoongi no abría la boca, porque si lo hacía se le escaparía algunos de los comentarios estúpidos de su lobo sobre casarse y llenarlo por completo una y otra vez de sus cachorros hasta dejarlo en cinta.

—Tienes el corazón acelerado —Estaban bajo el chorro de agua, esperando por la interrupción del repartidor del restaurante japonés y así tener una razón válida para salir del baño.

—Estaba pensando en ti.—Confesó, sacándole una risita nerviosa a Jimin.—En esa risa que me puede curar el alma.

—Ni digas eso.—Sé removió un poco entre los brazos de Yoongi y él alfa lo apretó un poco más contra él.

—Es que me tranquiliza que lo sepas, que sepas que te guardo devoción como si hablar contigo fuera a guardarme un lugar en cielo.—Los latidos de su corazón iban más rápido, igual que los del omega, que no podía contener una sonrisa. Quería chillar de emoción.—No tienes ni idea de lo que me provocas cuando te miro, no puedo contenerme, siempre necesito estar cerca de ti.

—Sí me sigues diciendo eso... en serio, me vas—Me vas a hacer llorar.—a poner nervioso.—Soltó con algunas risas contenidas. Quería llorar.

—Me encantas.—Susurró en su oído, haciéndolo temblar. Estaba amando recibir ese tipo de reacciones por parte de Jimin.—Hace mucho tiempo que eres un pilar fundamental en mi vida, sin ti no podría ser feliz; eres el rey de este corazoncito humilde.—Le dio la vuelta y el omega se ocultó en cuello.

—Yoongi.—Dejó salir un sollozo en el lecho de alfa y este borró su sonrisa, separándolo de él lentamente.

—Hey, ¿Qué pasa?—Jimin negó, le fue imposible evadir las lágrimas, estaba muy sentimental por las palabras del alfa.

Deseaba decirle que lo amaba, pero necesitaba estar seguro de sus sentimientos antes. Aunque eso no significaba que todo aquello que Yoongi le decía no lo pusiera feliz; estaba a punto de sacarse el corazón para entregárselo en bandeja de oro, porque Yoongi se lo merecía completamente.

Be My Omega| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora