Nuestra continuación.

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Capítulo III.

Un rato después...

Betty abre la puerta principal, mira a la calle. Ella trata de caminar sin hacer ruido y logra cruzar la calle.

Betty se fija  en el perro dormido y que tiene la cabeza en el regazo de Armando, mientras él duerme sentado en la acera, con la cabeza apoyada en el buzón. (Betty sonríe). 

Se arrodilla y mira a Armando, que duerme, incómodo. Betty le pasa la mano por la cara y Armando no se despierta

BETTY: ¿Mi amor...? 

Armando sigue durmiendo (Betty se ríe). El perro se despierta y comienza a lamerle la mano. Betty lanza una pelota que tenía Armando para jugar con el cachorro. (Armando duerme profundamente).

BETTY: - Mi amor, despierta ¿sí?. Armando sigue durmiendo y Betty dice también. - Tan lindo se ve dormido mi cabezoncito.

BETTY: Mi amor...? Armando, despierta...

Armando sigue durmiendo. Betty se inclina y la besa suavemente. Armando abre los ojos lentamente.

BETTY:(JUGUETONA) Buenas noches, bello durmiente.

ARMANDO: (SONRIE / DESPIERTA) ¡Mi heroína!

Betty se ríe. Armando tira de ella en un beso apasionado. Betty se tambalea cuando se sienta junto a él en la acera. Los dos comienzan a reír.

BETTY: - Doctor, ¿cómo llegó aquí?

ARMANDO: - Mi carro está estacionado en la calle de arriba. No quería que don Hermes me viera.

Betty suspira.

BETTY: - Mi papá... Tuve que esperar a que se durmiera para venir aquí. Él es muy controlador (dice frustrada).

 ARMANDO: -Y con razón, Betty, al fin y al cabo (LA ABRAZA) su hijita está sentada aquí en la vereda, a esta hora, con la...

Betty mira a Armando expectante. Él sonrió.

ARMANDO:-...el novio.

BETTY:(EMOCIONADA) El, doctor...

Betty tiene los ojos llorosos. Armando le pasa la mano por el rostro, secándole una lágrima que seca con la punta de los dedos. Lleva sus labios al rostro de Betty, besando todo el camino que tomó la lágrima. Betty suspira.

ARMANDO: - Sé que hoy tuvimos un día tumultuoso, Beatriz... Todo pasó tan rápido que estar aquí a tu lado parece mentira.

Betty sonríe, poniendo su mano sobre la mano de él en su rostro.

ARMANDO: - Pero tenía que venir aquí y decirte que... te extrañé tanto, mi amor... tanto...

Betty lo abraza. Armando cierra los ojos, ebrio. Betty se pone de pie, tirando de él de la mano.

ARMANDO: - ¿Adónde vamos?

Betty lo mira con una sonrisita enigmática.

Historias de Betty y ArmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora