Nuestra continuación.

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Capítulo XII.

Betty, en pijama, escribe en su diario.

BETTY:  Sólo un día. Quedaba un día para que volviéramos a estar juntos. Armando Mendoza cambió mi vida de tantas maneras que ahora ya no puedo imaginarme sin él. Han pasado 5 días desde que viajó a Londres, para ver a Roberto y Doña Margarita. Quería pasar unos días con sus padres, por eso tiene intención de quedarse conmigo para las fiestas de fin de año. Incluso después de que me ha asegurado una y mil veces que me ama, todavía me emociona pensar que tengo ese tipo de importancia en su vida.

Betty muerde la tapa del bolígrafo y escribe de nuevo.

BETTY:Cada día me confirma más que me ama y cada día aumenta mi confianza en él. Ambos sabíamos que no sería fácil y, a pesar de todo el amor que sentíamos, necesitábamos este tiempo para borrar una a una todas las cicatrices del pasado. Me alegra decir que estamos más unidos que nunca, más enamorados que nunca, Armando es una presencia tan fuerte que lo siento a mi alrededor y dentro de mí, incluso cuando no está a mi lado. Gracias Dios mío por darnos una nueva oportunidad.

Los ojos de Betty están llorosos. Cierra el diario sosteniéndolo contra su pecho. Mira el reloj en la mesita de noche y sonríe.

Aeropuerto de Heathrow - Londres 03:12 a. m. (hora local)

Armando, sosteniendo una maleta con ruedas, se despide de sus padres.

ROBERTO - Cuídate, Armando. Y envíale mis abrazos a Betty.

ARMANDO: Gracias papá.

MARGARITA: ¿Estás seguro de que realmente no quieres venir aquí en Navidad, Armando?

ARMANDO:- Mamá, ya hablamos de esto. Sabes que lo mejor ahora es que no me encuentro con Marcela.

Margarita, abrazando a su hijo, niega con la cabeza.

MARGARITA:- Pero no puedo aceptar pasar las vacaciones lejos de ti, Armando.

ARMANDO:-Pero mamá, estaré bien. Además, creo que Marcela te necesita más en este momento que yo. Y quiero respetar eso. 

ROBERTO:- Margarita, por mucho que voy a extrañar a Armando, tiene razón. En este momento Marcela necesita el apoyo de su familia y además estará en muy buena compañía en este momento.

Margarita suspira.

MARGARITA:- Bueno, Armando, ya eres un hombre maduro y sabes lo que haces. Pero te voy a extrañar mucho, ¿vale, hijo mío?

Margarita vuelve a abrazar a Armando. Él sonrió.

ARMANDO: - Yo también, mami. Yo también.

Suena el teléfono de Armando, lo saca de su bolsillo e inmediatamente ve quien es sonríe, y  Margarita y Roberto se miran, ya imaginando quién es.

ROBERTO:- Armando, nos vamos. Ve con Dios y llámanos cuando llegues.

ARMANDO:-Sí, papá.

MARGARITA: -Envía mis saludos a Betty ...

Margarita mira el celular de Armando.

MARGARITA: Armando, contéstale a Betty.

Armando sonríe y se aleja de sus padres, sacando su maleta.

ARMANDO: (FELIZ) Hola, mí doctora. 

BETTY: (RISAS) Hola, mi doctor.

ARMANDO: ¿Cómo estás?

BETTY (ALGO TRISTE): Bien amor, te extraño mucho. ¿Y tú qué tal?

 ARMANDO:- Ay miamor, yo también te extraño... y tengo sueño, mi amor.

BETTY: ¿Qué hora es allí? 

ARMANDO: (MIRA EL RELOJ) Ya son las 3:20 de la mañana, Betty.

BETTY:  Mi pobre doctor...

ARMANDO: Ay Betty, tengo por delante un viaje de 14 horas, no me digas esos diminutivos... ¿Y por casualidad la doctora Pinzón me va a recoger mañana?

BETTY: Claro que sí, ¿es que imagínate que mi Doctor Mendoza se pierda en el aeropuerto y decide viajar alrededor del mundo? No podré soportarlo. 

ARMANDO: - No veo la hora de verte, Beatriz. ¿Cómo puedes extrañarme tanto, eh, dime?

BETTY: Armando, creo que nos hemos vuelto tontos. 

ARMANDO: Quién iba a saber, Beatriz, Armando Mendoza se enamoró y se puso en ridículo.

BETTY: Pero usted ya era ridículo antes de enamorarse de mí, doctor. 

ARMANDO: ¡Betty! yo no era ridículo (dice algo serio).

BETTY: Bueno, tal vez no ridículo, pero neurótico sí y justo... (RISAS)

Armando se ríe con ella. Ingresa a la terminal de salidas, entregando el boleto a la azafata.

ARMANDO: Mi amor necesito colgar ya estoy abordando.

BETTY: Sí mi doctor, te espero en el aeropuerto.

ARMANDO: Te amo, doctora Pinzón.

Armando cuelga el teléfono y sube al avión.

Aeropuerto Internacional - El Dorado de Bogotá - Día siguiente 12:50 p. m. 

En la sala de llegadas del área internacional, Betty mira preocupada su reloj. Suena su teléfono y  se apresura a contestar.

BETTY:-¿Aló?

NICOLÁS: ¿Aló, Betty? Soy Nicolás ¿Ya llegó tu Armando? 

BETTY:-(PREOCUPADA) No, todavía no... ¿Por qué?

NICOLÁS: El doctor Santamaría está aquí y dijo que necesita hablar con usted urgentemente.

BETTY: ¿Qué quieres decir con eso? La reunión estaba prevista para mañana.

NICOLÁS: Sí Betty,  pero dijo que el proceso ha avanzado y que si hoy solucionamos algunos temas podremos regresar a Ecomoda antes de lo estipulado.

 BETTY:- Es una gran noticia, Nicolás, pero ¿qué pasa con Armando? Aún no ha llegado.

Betty mira el panel de información del aeropuerto el vuelo Londres - Bogotá está marcado como "retrasado".

 NICOLÁS: Pero Betty, ¿no se suponía que ya había llegado? ¿No dijo a qué hora llegaría ayer?

BETTY:-(PREOCUPADA) Sí, Nicolás. Incluso sabemos que el vuelo salió en el momento adecuado, pues hablamos antes de que abordara. Ya hablé con la aerolínea, pero nadie sabe nada.

NICOLÁS: Cálmese, Betty. No se ponga histérica como Armando. No debe haber pasado nada. No te preocupes.

BETTY:- Está bien, Nicolás, hablamos luego.

Betty apaga su teléfono celular. Vuelve a mirar el panel del aeropuerto y se muerde el labio, tensa.Betty observa el área por donde salen algunas personas. Mira a su alrededor y se toca las manos con nerviosismo. Una pareja parada cerca la observa, la pareja se acerca.

SEÑORA:-Disculpe señorita, pero ¿está esperando el vuelo de Londres?.

BETTY: (NERVIOSA) Sí, sí. ¿Ustedes también?

SEÑOR: Sí, estamos esperando a nuestro hijo que regresa de un intercambio en Inglaterra. ¿Y usted señora?

BETTY:- (NERVIOSA)... A mi novio.

La dama sonríe.

SEÑORA: - Estoy segura que no pasó nada. Estos vuelos internacionales siempre se retrasan.

SEÑOR: Bueno, nunca tanto como esto...

Betty respira profundamente, temblando de nerviosismo.

SEÑORA: - Ricardo, por favor no pongas más tensa a la niña...

La señora se acerca a Betty tomándola de la mano.

SEÑORA: No te preocupes, querida. Ya deben estar llegando.

Betty respira profunda y tensamente.

Historias de Betty y ArmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora