Nuestra continuación.

86 4 0
                                    

Capítulo XXIII.

Residencia de los Pinzón-Solano - 10:31 a.m.

Betty, ya vestida para ir al trabajo, se prepara frente al espejo y en eso tocan la puerta de su habitación. 

BETTY:- Puede pasar.

Entra Doña Julia trayendo un vaso de jugo de moras.

JULIA: - Hija, ¿quieres un jugo? No sé si tomó café o no...

BETTY:-(SONRISA) Oh, gracias mamá.

JULIA: ¿Tienes hambre? Hice unas arepitas que te van a encantar... 

BETTY: Mamá, entre y cierre la puerta, ¿quiere? Necesito hablar con la señora.

Doña Julia entra asustada. Se sienta en la cama de Betty, quien se sienta a su lado. Betty respira profundamente y reúne el coraje para hablar.

BETTY: (SERIA) Bueno, creo que escuchó mi conversación con mi papá.

JULIA:- Ay mija, que pena, pero no pude evitar escuchar...

BETTY: ¿Y usted qué piensa?

JULIA: Bueno, yo... creo que tiene razón, mi amor. Eres una mujer con principios honorables. Y su papá necesita entender que has crecido, sin importar cuánto duela.

Betty sonríe, emocionada.

BETTY: Gracias, mamá.

Doña Julia toma las manos de su hija. Betty duda y doña Julia se da cuenta de que todavía tiene algo que decir.

JULIA: - ¿Eso es todo lo que quería decir, Bettica?

BETTY: (SONRISA) No... Hay algo más.

JULIA: - ¿Qué pasó? ¿Algo con tu Armandito? ¿La está tratando bien, mi amor?

Betty sonríe y mira hacia otro lado. Respira hondo, tomando coraje.

BETTY: - Lo que quería decirle es que ayer... Armando...

Doña Julia se tapa la cara con las manos, imaginando ya la noticia.

BETTY:- (FELIZ) ¡Me pidió que me casara con él, mamá!

JULIA: ¡Ay, Betty!

Doña Julia abraza felizmente a Betty. Betty llora de alegría.

JULIA:- Mija, que cosa tan maravillosa.

Los dos se separan.

JULIA:- Y aceptó, ¿no, Betty?

BETTY:- ¿Cómo podría decirle que no al amor de mi vida?

Doña Julia se echa a llorar.

JULIA: - ¡Ay, mi amor, van a ser tan felices! ¡Estoy segura de eso!

Ambas lloran y ríen al mismo tiempo.

BETTY:- (SECANDO SUS LÁGRIMAS) Mamá, por favor no le diga nada a papá por ahora, ¿vale? Armando quiere hablar con él en persona. 

Doña Julia se seca las lágrimas con el chal que lleva.

JULIA: - Claro, mija. No se preocupe (EMOCIONADA) ¿Y cómo está el doctor? ¿Está feliz?

Betty se seca las lágrimas y se levanta, caminando por la habitación.

BETTY: - (SONRISAS) Ay, mamá. Él es un príncipe. Estoy conociendo a otro Armando, que no imaginaba que existía. Tiene un cariño, una forma de mirarme que nunca antes había experimentado. Toda la atención que me brinda, todo el cariño, es increíble. ¡Me siento tan amada! Nunca pensé que esto me pasaría a mí. 

JULIA: - ¡¿Ay, cómo pensó eso mí Bettica?!  Si usted es una mujer maravillosa que merece ser amada por cualquier hombre que tenga la suerte de conocerla.

Betty mira a su madre, emocionada.

BETTY: Gracias, mamá. Gracias por creer siempre en mí cuando ni siquiera creía en mí misma.

JULIA: ¿Entonces por eso decidiste... pasar la noche con él?

Betty se sienta en la silla del escritorio. Se muerde el labio, avergonzada. Mira a doña Julia,

BETTY: Mamá, ¿recuerdas lo maravilloso que fue conocerlo en el club? 

JULIA: Sí. Quería darle una sorpresa, ¿no, hija? 

BETTY:- Fue ahí donde Armando me hizo la propuesta, en medio de una lluvia muy fuerte que había cesado.

Doña Julia sonríe emocionada.

JULIA: - Ay, que romántico.

BETTY: Nos empapamos, naturalmente, así que decidimos ir a su apartamento. No quería volver a casa y tener que explicar lo que había pasado, además necesitábamos estar juntos, hablar de este camino que habíamos empezado a recorrer. El caso es que hablamos mucho y don Armando me confió muchas cosas, hechos de su pasado, cosas que nunca le había contado a nadie... Y pasó el tiempo sin que nos cortaran el paso.

Betty se ajusta las gafas y suspira.

BETTY: Sabe mamá, a veces parece que la reconciliación es el final de una historia triste, pero la verdad es que es solo el comienzo de un largo y difícil proceso de perdón. A él y a mí nos faltaba esta conversación, entender lo que nos pasó, para dejar todo atrás y comenzar una vida juntos (SONRISAS) Y después de todo, sentí que pertenecía allí, junto a él. No quería volver a casa porque necesitábamos estar juntos, ¿sabe?

JULIA: Si entiendo Betty, era lo mejor que podían hacer antes de empezar un nuevo futuro juntos.

BETTY:-(SE LE LLENAN LOS OJOS DE LÁGRIMAS) Cada vez es más difícil separarme de él... Hay en mí un sentimiento tan grande, tan inmenso... Que lo único que reduce esta angustia es su presencia.

Doña Julia sonríe, incapaz de contener la alegría ante la felicidad de su hija.

JULIA: - Mi amor, siempre podrá contar conmigo, ¿vale? Ayudaré con todo lo necesario para la boda. 

Betty se levanta y abraza a su madre.

BETTY: Gracias, mamá. ¡Muchas gracias!

Doña Julia se aleja de Betty, sujetándola por la cara.

JULIA: - ¡No puedo creer que mi pequeña se vaya a casar! 

Ambas ríen.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Holi :)

Perdón por dejar tan desaparecida esta historia, pero están siendo semanas muy pesadas en la universidad, ya casi saldré y lo que más me emociona esque este será mí último año de clases y el otro año es mi graduación :)

Historias de Betty y ArmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora