Historias de Betty y Armando

Nuestra continuación.

Capítulo XIV.

Garaje del edificio Armando - 17:01 pm.
Betty estaciona al lado del auto de Armando, en el garaje de su edificio. Se quita el cinturón de seguridad y abre la puerta, pero nota que Betty no se mueve.

ARMANDO:- ¿Beatriz? ¿No vale la pena bajar?

BETTY:-(EN SERIO) No. Será mejor que subas solo a tu apartamento.

ARMANDO: ¿Pero por qué? 

BETTY: Porque estás cansado y necesitas dormir.

ARMANDO: Entonces vamos a dormir,

BETTY: ¿Durmiendo a esta hora?

ARMANDO:-Pero acabas de decir que necesito dormir 

BETTY:- Y necesito volver a Ecomoda, todavía tengo muchas cosas que resolver hoy. Además su concepto del sueño es muy diferente al mío, doctor Mendoza.

ARMANDO:- (INOCENTEMENTE) Pero me porto bien, lo juro.

BETTY: Armando, no prometas lo que no vas a cumplir.

Armando la observa y le resulta extraña su seriedad. Betty mira fuera del auto, evitando su mirada.

ARMANDO: Betty, ¿qué pasa?

Betty baja la cabeza. Frunce el ceño como si fuera a llorar y se cubre la cara con las manos.

ARMANDO:-(PROCUPADO) Beatriz... Háblame... ¿Qué te molesta?

BETTY: ¡Tú, Armando! ¡Tú!

Armando tiene miedo.

ARMANDO:- ¿Pero qué pasó? (DICE CONFUNDIDO).

BETTY-Lo que pasó, Armando, es que tú estás... (CIERRA LOS OJOS) Ay, Dios mío...

ARMANDO (DESESPERADO) ¿Qué?

BETTY (NERVIOSA): ¡Eres hermoso! ¡Maravilloso! ¡Es eso! Te miro y no puedo pensar en otra cosa que... (VERGONZOSA/TENSA) Eso es, tonterías, Armando.

Los ojos de Armando se abren como platos, sin creer lo que dice.

BETTY: - Además, hoy llegas con... con esa camisa abierta, con ese pelo desordenado y... ¡y esos hoyuelos! ¡Esos hoyuelos, Armando! Y... y... y tengo ... Quiero... Dios mío, ¿qué me está pasando? 

ARMANDO (ENTENDIENDO): Beatriz, no te pasa nada...

BETTY: ¡Por supuesto que sí! ¡Claro que tiene! Una mujer decente no puede imaginarse a su novio sin ropa todo el tiempo.

Armando se sorprende aún más. Betty está angustiada.

ARMANDO - (INCRÉDULO): Beatriz, ¡tienes que estar bromeando, es un... Betty, las mujeres decentes también tienen deseos... Entiendo lo que sientes, mi amor. 

BETTY:- No, no lo entiendes, no pasas ni la mitad de lo que yo estoy pasando, tienes mucha más experiencia que yo, además sé que no. Tienes este tipo de... (PREOCUPADA) deseo por mí.

ARMANDO:- No puedo creer que después de todo lo que hemos pasado, todavía pienses que yo no... (RESPIRACIÓN PROFUNDA) Mira en el estado en que me dejaste en la oficina, llevo sin dormir más de 20 horas y simplemente ... ¡Quiero acostarme contigo! Y sabes muy bien que no es para dormir.

 BETTY: Pero eso es normal para cualquier hombre, ¡siempre estás listo! 

ARMANDO:- No. No es cierto. Tú sabes que no. ¿O no recuerdas que después de ti nunca logré tocar a Marcela?

Betty baja la cabeza.

ARMANDO:- Beatriz, crees que tengo mucha experiencia, pero todo esto es nuevo para mí también... Creo que nunca en mi vida he hecho el amor con una mujer a la que amaba de verdad, con quien estoy realmente enamorado, acabo de tener esto contigo.

Betty suspira. Armando le pasa la mano por la cara.

ARMANDO: - ¿Y crees que estar lejos de ti no es una tortura para mí también? ¡Esto nunca me había pasado antes! Te miro todos los días en la oficina y tengo que evitar... (CIERRA LOS OJOS) Betty, creo que no estoy usando electricidad en casa, porque desde que volvimos a estar juntos ¡solo tomo las duchas frías!

Betty se ríe, sin mirarlo. Pero en un momento todo vuelve a ser serio.

BETTY:- Ay, Armando... Esto es terrible para mí. Mi papá casi nos atrapa hoy, no podemos seguir así. Necesitamos controlar esto... (RESPIRACIÓN PROFUNDA / SE MOLESTA) Y tú también, llegas de Londres luciendo tan hermoso... ¡¿Qué quieres que haga?!

Betty mira a Armando y nota que se muerde el labio, mirándola fascinado.

BETTY-¡No hagas eso!

ARMANDO: - ¿Qué es eso?

BETTY: Eso Armando ¡Mordiéndote el labio! ¡Mirándome así!

Armando se ríe de ella. Intenta tomar las manos de Betty, quien escapa.

BETTY - No... No me toques... Sal del auto.

ARMANDO: Betty, qué... 

BETTY-¡Bájate de ese auto ahora!

Armando abre la puerta y sale asustado. Saca su maleta del asiento trasero. Betty sostiene el volante y se controla. Armando se inclina hacia la ventanilla del pasajero.

ARMANDO: Betty, ¿por casualidad tienes síndrome premenstrual? Porque sabes, en ese momento tienes muchas ganas de...

BETTY: Cállate, Armandol.

Betty arranca el coche y sale del garaje haciendo chirriando los neumáticos. Armando la mira riendo.

ARMANDO: (FASCINADO) ¡Qué mujer! ¡Qué mujer!

Él mira sus pantalones y diciéndose asimismo "Armando y tú, ducha fría, ya".