Capítulo I.
Betty está firmando unos papeles y en eso Armando entra a la oficina sosteniendo una rosa. Betty lo mira y sonríe. Armando se acerca a la mesa, un poco avergonzado.
ARMANDO: ¿Puedo llevar al presidente a casa?
BETTY: (SONRIENDO) Claro, doctor... Men, me refiero Armando.
Don Hermes entra de repente en la oficina. Armando está aún más avergonzado e intenta esconder la rosa, buscando a tientas. Don Hermes mira a los dos con recelo. Se dirige a la mesa de Betty.
HERMES: ¿Vamos, Betty?
BETTY: Ay no papá... yo me voy con Armando. Él me llevará a casa.
HERMES: ¿Pero cómo? No, no, Betty. Vete a casa conmigo.
Armando mira a Betty, desconsolado. Ella suspira, enderezando sus lentes.
BETTY: Pero papá...
HERMES: Betty, te lo dije. Además, ¿no viniste con tu propio auto?
BETTY: Sí, sí, papá, pero lo iba a dejar aquí en el estacionamiento de la empresa...
HERMES: ¿Y supones que eso es correcto? Hoy en día, en el mundo en el que estamos... Con todo respeto, Doctor Mendoza, ¡pero no puede confiar en nadie para cuidar sus cosas! ¡Eres joven, no te das cuenta de que el diablo es un cerdo!
Betty pone los ojos en blanco, suspirando.
HERMES: Entonces, vamos jovencita, date prisa, se está haciendo tarde.
ARMANDO: (INTERRUMPIENDO) Don Hermes, pero yo siempre llevaba a Beatriz a casa y usted nunca vio problema con eso...
HERMES: Pero antes eras el jefe de la chica, ahora no. Ahora eres... bueno...
ARMANDO: ...el novio (mira a Betty y sonríe).
Betty lo mira fijamente, sus ojos brillan.
HERMES: Sí, sí eso... Y apenas han comenzado con todo esto... esta cosa... es demasiado pronto para... Bueno, eso es suficiente discusión. Y date prisa Betty. ¡Apresúrate!
Don Hermes le da la espalda y sale de la habitación. Betty mira a Armando con cara de tristeza. Armando se acerca a la mesa, llevando su mano hacia su rostro, acariciándolo.
ARMANDO: No seas así, mi amor. Sabíamos que no sería fácil. Démosle un poco de tiempo a tu papá, son muchas noticias para un día...
BETTY: Ay, doctor, qué vergüenza es esta situación..
.ARMANDO: Betty...
BETTY: Oh, lo siento... Armando.
Armando se inclina sobre la mesa para besar a Betty y le da la rosa.
ARMANDO: Hasta mañana, mi amor.
Armando se va y Betty se queda oliendo a rosa, totalmente enamorada.
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Historias de Betty y Armando
Fiksi PenggemarAclaro: Yo no soy autora de esta historia,las he sacado de grupos de Facebook.