Nuestra continuación.

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Capítulo XVIII.

Departamento de Armando 21:14.

Betty y Armando están sentados en el sofá, cubiertos con mantas. Betty tiene los pies sobre el sofá y su cabeza apoyada en el hombro de Armando, quien la envuelve en un abrazo. Tiene los pies estirados sobre un puf.

Frente a ellos el árbol de Navidad está completamente decorado e iluminado con luces. Al pie del árbol también está montado el Belén.

ARMANDO:-Ah, se me olvidó decirte que mis padres te enviaron un regalo.

BETTY: (CURIOSA) ¿En serio? ¿Qué? 

ARMANDO:- No lo sé. Sólo puedo dártelo en Navidad.

BETTY: - Qué malo, Armando. ¿Cómo voy a aguantar hasta el 25?

Colocando la mejilla en su frente.

ARMANDO: - Este monstruito mío tiene curiosidad...

Betty se ríe. Los dos continúan observando el árbol.

BETTY: Mi amor... 

ARMANDO:- ¿Eh?

BETTY: ¿Cómo están reaccionando? 

ARMANDO: ¿Reaccionando a qué?

BETTY: Bueno, ya sabes... nosotros...

Armando piensa un rato. Suspiro.

ARMANDO: - Para serte sincero, Beatriz, no lo sé... Y por primera vez en mi vida creo que no me importa...

Betty lo mira sin entender. Armando se encoge de hombros.

ARMANDO: - Es verdad. No me importa lo que piensen de nosotros dos, o cómo llegamos aquí... La única persona que me importa eres tú.

Betty sonríe, avergonzada.

BETTY: -¿Y por qué dices que por primera vez en tu vida no te importa?

Armando se siente incómodo. Tomar una respiración profunda.

ARMANDO: - Es que antes, con Marcela... Mis padres sabían todo lo que estaba pasando. Marcela y mi madre siempre fueron muy unidas, confidentes... y claro, terminaron sabiendo todo, o al menos mi madre. (MORTIFICADO) No quiero ni imaginar lo que debe haber oído sobre mí todos estos años. Era como estar en una relación de cuatro vías y no de dos vías.

Armando se pone tenso. Betty se da cuenta y le pasa las manos por los brazos.

ARMANDO: Lo siento Beatriz, sé que no quieres escuchar las historias de Marcela. 

BETTY-Son tus historias también, mi amor, es tu pasado. Me alegra que quieras compartir esto conmigo.

ARMANDO: ¿Pero no te molesta?

BETTY: Armando, ¿no ves que nos estamos reconstruyendo? Para reconstruir el futuro es necesario deconstruir el pasado, ¿no crees? 

ARMANDO:- Lo sé, mi amor, pero no quiero hacerte daño.

BETTY:- (SONRISAS) No me harás daño. Estás aquí conmigo y eso es lo que creo, el resto son recuerdos. Y es bueno compartir, hasta los malos pesan menos.

Armando escucha a Betty, orgulloso de su postura. La besa en la frente, dejando que sus labios permanezcan en contacto con su piel por un poco más de tiempo. Betty pone su mano sobre su pecho.

BETTY:- (OJOS CERRADOS) Habla, mi amor. Dime que hay dentro de este corazón

Armando sonríe y se acurruca junto a ella. Respira hondo, tomando coraje, Betty lo observa atenta.

Historias de Betty y ArmandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora