Vampira adolescente (terminada)

Capítulo 32: ¡¡Sorpresa!!

EMILY POV.
Tres palabras.

Mi. Cabeza. Duele. No puedo haber tomado tanto anoche. Lo único que recuerdo fue haber estado con Sam cuando la fiesta comenzó y luego que tomamos un vaso con.... No recuerdo que bebida tomé pero era alcohol obviamente. Luego de eso no me acuerdo de nada.

La resaca es lo peor del universo. Trato de levantarme,pero,en cuanto lo hago,todo me da vueltas y vuelvo a sentarme en mi cama. No tengo idea de cómo llegue a ésta.
Cuando estoy por levantarme de nuevo Alex entra en mi habitación con una pastilla y café.

- Gracias.- le dediqué una sonrisa.

- No hay problema,ya tenía ganas de hacer esto,en algún momento tú caerías en los encantos del alcohol.- hizo un gesto extraño con la manos.

- Sí, "encantos", ahora tengo que sufrir los espantos del alcohol.- trague la pastilla y para ayudar a pasarla tome un sorbo del café.

- Estabas demasiado borracha- su ceño estaba fruncido - Y creeme que cuando digo demasiado es demasiado.

- Te creo,no recuerdo nada de lo que pasó ayer.

- ¿Quieres que te cuente?.- levantó las cejas repetidamente,gesto que me causó un poco de miedo.

Sin dejar que conteste a su pregunta Alex comenzó a contarme de principio a fin lo que había hecho y cada cosa con detalle. Al parecer toqué el trasero de Finn,me puse una cabeza de unicornio sobre la mía,baile arriba de la mesa provicativamente,entre otras cosas que prefiero omitir. Sam estuvo todo el tiempo conmigo,Alex dijo que ella me cuidó y me salvó varias veces de hacer el ridículo,excepto con lo de la cabeza de unicornio,pero las otras veces evitó mis desastres. Y tal parece que apenas el último invitado cruzó la puerta para marcharse caí dormida en el sillón y Alex también,la casa estaba hecha un desastre y no quiero ni moverme para verlo. Mis padres vuelven hoy en la noche y no creo que quieran ver su casa en las condiciones,que,por lo que me comentó Alex,son terribles.

- Hey ¿dónde está Sam?.- no me había dado cuenta que no estaba.

- Bueno ella me ayudó a traerte aquí y luego se acostó junto a ti,yo dormí en el sillón. Me ayudó a limpiar un poco el lío que hay allá abajo y se fue al mediodía porque su madre la llamó diciendo que tenían visitas en su casa o algo así.- noté que el ánimo de mi amigo no era el de siempre.

- ¿Te pasa algo?.- me acerqué a él de modo que quedé sentada como "indio". Tardó unos segundos en contestar ya que tenia la mirada perdida y estaba hundido en sus pensamientos.

- ¿Eh? ¿a mi?- se señaló - Absolutamente nada.- no era la respuesta que esperaba.

- Alexander te conozco como a la palma de mi mano,dime,¿qué te pasa?.- puse mi mano en su hombro.
Suspiró pesadamente antes de contestar.

- Está bien,tienes razón,me pasa algo. Pero no quiero hablar de eso ahora.- estaba cabizbajo y sus manos estaban juntas en su regazo.

- Okey.- entiendo que no quiere hablar ahora,así que voy a esperar hasta que quiera decirme.

Estaba a punto de pararse pero lo tomé del brazo e hice que se sentara de nuevo en la cama,me miró confundido.

- No te librarás tan fácil de mí - junte mis manos y las frote de forma malvada - El día de hoy Alexander O'Connor será mi esclavo ya que mi pequeña cabeza está a punto de explotar y me ayudarás a dejar la casa como nueva.- levantó las cejas.

Suspiró pesadamente por segunda vez. No lo dejé contestar,tapé su boca con mi mano e hice que cayera junto a mi en la cama. Un no es inaceptable en estos momentos,me debe este inmenso favor por todas esas veces que tuve que ayudarlo con sus frecuentes resacas cuando estaba aquí. Alex era popular cuando entramos en secundaria lo que llevó a que lo invitaran a centenares de fiestas a las que,por supuesto, yo no estaba invitada.