Como terminé mi dibujo tarde y dentro de poco empezaría el nuevo instituto decidí que los cambios comenzarían desde ahora.
Busqué en mi guardarropa y opté por ponerme un jean negro, un polerón tejido color gris, mi pañuelo negro y mis borcegos. Mi maquillaje a partir de hoy sería más natural, pero siempre tratando de que la palidez de mi cara no se note demasiado, cepillé mi cabello para que quede lacio, como es naturalmente, y deje que caiga sobre mis hombros.
Revisé mis colmillos, los limé solo un poco ya que es la primera vez que lo hago. Quedaron bastante bien, pero creo que no abriré demasiado la boca hoy.
Tomé mi bolso, mi móvil y bajé a la cocina para desayunar. Terminé rápido ya que estaba ansiosa por llegar. En Holanda odiaba ir al instituto, pero siento que aquí en Londres va a ser diferente.
Es obvio que va a ser diferente, te mudaste ayer, duh.
Desde temprano mi conciencia es sarcástica, genial, en serio, genial. Espero que hayan notado mi sarcasmo.
Tú también estas siendo sarcástica.
Pero tú empezaste, igual que siempre.
¿Te das cuenta que peleas contigo misma cierto?
Suficiente, no puedo empezar la mañana discutiendo con mis propios pensamientos, definitivamente Londres esta haciendo que me vuelva loca.
Salí de mi casa y me dirigí al instituto, quedaba un poco lejos de mi nueva casa, pero con mi música la distancia prácticamente no existía.
Cuando estaba por entrar choqué con una chica, era como de mi altura, ojos celestes, una linda sonrisa y su cabello oscuro le llegaba hasta un poco más abajo de los hombros y terminaba en ondas. Llevaba puesto un jean gris claro, un polerón con rayas horizontales beige, azules y rosas claro, tenía un pañuelo como el mío también color beige, un beanie del mismo color y unas zapatillas blancas.
Me ayudó a juntar las cosas que se me habían caído y luego nos levantamos.
– Lo siento mucho.– se disculpó de inmediato.
– Esta bien, no te preocupes.– dije despreocupada.
– Oye no te vi nunca por aquí, ¿eres nueva?– preguntó con una sonrisa amigable.
– Si lo soy, me mudé aquí ayer.– dije torciendo mi boca de lado intentando sonreír.
– Si quieres te puedo acompañar para que busques tus horarios.– me dijo aún con esa sonrisa en la cara.
– Claro, sería genial.– le contesté, y esta vez mi sonrisa pudo salir.
Estuvimos hablando hasta llegar a la oficina del director Stewart, por lo poco que me dijo se llama Emily y tiene dieciséis años, solo eso.
Entré en la oficina del director y antes de que pudiera decir palabra alguna comenzó a hablar.
– Buenos días señorita Brown, espero que sea muy bienvenida aquí.– dijo con un tono autoritario.
– Buenos días director, vine por mis horarios.– dije nerviosa.
–Si claro, aquí tiene – extendió su mano con el papel en ella, lo tomé temblorosa por los malditos nervios que tenía - Si tiene alguna pregunta no dude en acudir a mi, la ayudaré de inmediato.- concluyó.
– Gracias.– dije y rápidamente salí de allí. Al hacerlo ahí estaba Emily, esperándome.
– ¿Que te toca?– preguntó curiosa.
– Matemática. ¿Tu qué tienes?– dije ya más calmada que cuando entré en la oficina.
– Biología, oh bueno, creo que nos vemos luego de clase.– me contestó con un tono desanimado.
–Sí, seguro.– le dije saludándola - Oye, antes de que te vayas creo que seria bueno que intercambiaramos números.- la detuve.
- Sí, esa es una gran idea nos podemos mantener en contacto por si no nos vemos el resto de la mañana.- afirmó.
Ella me dio su móvil y yo le di el mío para que anotara su número en él y así mantener contacto. Cuando terminamos cada una devolvió el celular de la otra a su respetivo dueño.
– Podemos ser buenas amigas.– dijo en un susurro, pero alcancé a oír.
– Es una opción muy probable.– le sonreí.
Giré sobre mis talones y me dirigí a la peor clase que puede existir. Para mi es la peor. Lo bueno de hoy es que ya hice una ¿amiga? o eso es lo que dijimos que seríamos en algún momento, los cambios me hicieron bien, y eso que la mañana recién empieza.
Llegué al salón antes que todos, así que me senté en uno de los últimos asientos. Nunca me gustan los primeros lugares y menos si son materias que no me gustan.
En pocos minutos el salón se llenó con todos los alumnos que comenzaron a hablar entre ellos, por mi parte estaba concentrada mirando a la nada.
Luego de unos minutos el profesor entró, se presentó y comenzó la clase normalmente no sin antes presentarme en frente de todos mis nuevos compañeros, los cuales me dieron una buena bienvenida, salvo excepciones.
Estaba tratando de prestar atención a la clase cuando la puerta se abrió dejando ver a un chico demasiado guapo.
– Jonson, llega tarde, busque un asiento libre y comience a copiar para no atrasarse.– para mi sorpresa el profesor estaba tranquilo, al parecer este chico llega casi siempre tarde.
– Ya le dije que no me gusta que me llame por mi apellido.– dijo con tono de chico malo.
Me quede en shock, no podía dejar de mirarlo, mi vista estaba clavada en él esperando a que se de cuenta que había un lugar vacío a mi lado.
Comenzó a buscar un lugar libre cuando sus ojos se encontraron con los míos, puedo jurar que tuvimos una pequeña conexión pero aparté la mirada, me sentía incómoda.
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Hola!! Espero que les guste el cap!!Comenten,voten y compartan la historia así podemos crecer!!
Bueno no tengo nada para decirles solamente que los adoro *-*
*EMILY EN MULTIMEDIA*
Nos estamos leyendo :D
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Vampira adolescente (terminada)
VampireSam es una adolescente de dieciséis años con una vida fuera de lo común. Criada en Transilvania, Sam es una vampira que deberá enfrentar los obstáculos de la vida de los humanos. ¿Te atreves a acompañarla?