Capítulo 49 💖

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Anastasia Steele.

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—Te traje un café. —Hannah pone un vaso térmico sobre mi escritorio—. Ahora cuéntame todos los detalles. Todos.

Asiente con demasiada emoción y yo no puedo resistirme más, si no se lo cuento a alguien, voy a reventar. Giro la cabeza para mirar el pasillo libre y me preparo, sabiendo que el señor Hyde salió a una reunión en un restaurante y no volverá.

—Bueno, no tengo mucho que contar. —le digo, pero ella toma la silla libre frente a mi—. Sabes que salgo con Christian Grey.

Hannah luce muy emocionada.

—Oh, si. El millonario local.

—Si. Pues las cosas van bastante en serio últimamente, pero no sé, siento que nos conocemos muy poco.

Mi mejor amiga y compañera de apartamento arruga la nariz.

—¿Muy poco? Chica, eso debiste haber pensado antes de irte a vivir con él.

¿Qué?

—Yo no... —comienzo, pero ella hace un gesto que me reta a contradecirla.

—Te quedas en su casa, él te trae al trabajo y viene por ti. Cada. Día. Solo admítelo, vives con tu novio.

Y mi papá. Pero a él no parece molestarle en absoluto, lo cual también es extraño. No sé que decirle a Hannah, así que levanto mi vaso de café para dar un gran y ruidoso sorbo para ganar tiempo, pero algo ahí no huele bien.

Lo bajo y miro dentro, pensando que no amiga se equivocó con mi favorito.

—¿Qué me trajiste? —el líquido huele amargo y a algo más—. O tal vez te dieron el pedido equivocado.

Hannah frunce las cejas y se inclina hacia mi vaso para ver el contenido, sus cejas se fruncen todavía más.

—No, estoy segura que es un capuchino vainilla de los que te gustan.

Vuelvo a olerlo y el aspecto no me convence de todo. Intento dar un trago para probarlo al menos un poco, aunque mi estómago parece no estar de acuerdo porque tengo arcadas.

—¿Pero qué...?

—Carajo. —me levanto de un salto y corro al baño.

Mi estómago se siente revuelto y tiene un extraño vacío después de que vomito el jugo que tomé en la mañana y un cupcake de chocolate. Me enjuago la boca un poco pero el malestar sigue ahí.

—¿Ana? —mi amiga me mira desde la puerta abierta del baño—. ¿Estás bien? No sabía que estabas enferma.

—No lo estoy. —concuerdo. Ayer bebí mucho té y mi estómago parecía estar bien.

—Bueno, echaste todas tus tripas ahí, estoy segura que eso significa que estás enferma.

Es imposible.

Refresco mi rostro con agua fría hasta que me aseguro que las náuseas se detuvieron, entonces giro para mirar a Hannah, que sonríe ampliamente.

—¿Qué?

—Oh. Por. Dios. —dice, siendo dramática como ella sola.

—¿Oh, por dios, qué?

Su sonrisa me está poniendo nerviosa.

—¿Te duelen los pechos? —la confusión debe ser clara en mi rostro porque ella continúa—. Mi  hermana Silvie se dió cuenta de que estaba embarazada tan pronto como le dolieron los pechos.

Señorita Steele (Versión Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora