Señorita Steele (Versión Fanfic)

Capítulo 21 💖

—¡Papá! —la escucho gritar en el teléfono—. ¿Le dijiste al señor Grey a dónde iba?

Se levanta de la mesa hecha una furia, lo que me permite tener un par de minutos con el destruye futuros hogares en la mesa.

—¿Quién eres?

—¿Huh? —sus cejas se arquean—. ¿Quién es usted?

Latino, joven, estaba tomando su mano cuando entré. Pero solo es un desayuno, no una cita en realidad. ¿Tal vez un viejo amigo? ¿Un pretendiente?

—¿Cuál es tu nombre? —insisto.

El chico sigue mirando a Albert como si el niño fuera a comenzar a hablar en cualquier momento, pero no es ni remotamente lo que ocupa su pequeña cabeza. Está mirando con atención los waffles con mermelada de la señorita Steele, esperando llevarlos a su boca.

—José Rodríguez.

Echo un vistazo a la chica teniendo una rabieta en la acera y tomo mi teléfono con la mano libre para hacer una llamada rápida.

—Welch. —contesta de inmediato.

—Necesito que investigues a José Rodríguez. —el chico palidece—. Latino, alrededor de 21 años, lo encontré con la señorita Steele.

Termino la llamada tan pronto como Welch confirma que lo hará. Necesito saber a qué me enfrento aquí y si este chico será un obstáculo para mis planes con la señorita Steele.

La chica regresa y mira solamente a su amigo.

—Lo siento mucho, José, no era así como esperaba que fuera nuestro desayuno. —me dedica una mirada irritada—. ¿Quieres que pospongamos esto o aún tienes apetito?

El chico mira los platos en la mesa, luego a mi y finalmente posa sus ojos en la castaña.

—¿Quién dijiste que es este hombre?

Juro que escucho a la señorita Steele gruñir de frustración.

—Es mi jefe, pero justo ahora está siendo un idiota. Solo ignoralo y habla conmigo.

—Pero tiene un niño. —el chico señala a Albert—. Y se parece a ti, ¿Por qué se parece a ti?

Puedo ver qué Ana esta perdiendo la paciencia. Tal vez yo la llevé a su límite, pero su amigo acaba de poner la gota que derramó el vaso.

—No se parece a mí, yo me parezco un poco a su madre. En realidad no estamos emparentados, solo soy su niñera.

—Oh.

Rodríguez luce sorprendido, su expresión cambia rápidamente por una en la que niega con la cabeza.

—Lo siento, Annie, pero no estoy entendiendo nada. ¿Qué rayos hace tu jefe aquí?

Bien. Tal vez me extra limité un poco esta mañana. En mi defensa, creí que ella estaba huyendo de mi solo porque si, pero ahora me siento incómodo.

—No conoce el significado del libre albedrío. Y le gusta gastar su fortuna en pagar tiempos extras. Ahora, ¿Podemos volver a nuestro desayuno y hacer como que él no está aquí?

El chico vuelve a mirarme con incomodidad.

—Tal vez, no lo sé. Parece difícil ignorar a un hombre y su hijo que nos miran comer.

La chica gruñe un poco antes de deslizar el plato de waffles hacia mi, luego corta la esponjosa masa en cuadritos.

—¿Albert desayunó? ¿Usted lo hizo? —intento responder pero me hace una seña para que permanezca callado—. No lo hago por usted porque todavía estoy molesta. Solo coma.

Me aseguro de dejar los cubiertos lejos de las inquietas manos del niño y que solo tome porciones pequeñas, o lo que es lo mismo, las papillas de waffle que aprieta en sus puños.

—¿Quiere café? —pregunta sin mirarme—. ¿Jugo para Albert?

Cierto. Llamo a la camarera para pedirle un café americano sin azúcar y jugo de naranja natural en un vaso plástico con popote. Y agrego un par de panecillos en caso de que un postre sea necesario.

Mi presencia en la mesa crea un ambiente tenso, lo que solo me hace notar aún más mi error. Con la señorita Steele, correr detrás de ella no funcionará.

Tan pronto como Albert termina de llevarse las papillas de waffle a la boca, me excuso con ambos y salgo de ahí después de pagar la cuenta. El niño necesita tomar un baño y yo distancia de la señorita Steele.

Esperaba que el asunto hubiera quedado atrás para el lunes en la mañana, pero comprendo que no será así tan pronto como llego a Grey House.

—Si, ¿Señor Grey? —Vázquez de recursos humanos me llama—. ¿Podría venir un minuto a mi oficina?

Carajo.

—Un segundo. —pido. Dejo a Andrea para cuidar a Albert y bajo a la oficina.

La chica castaña ya está sentada ahí, y brinca de la silla apenas me ve.

—¡Apareció en mi casa! ¡Me siguió! ¡Acosó a mi mejor amigo! —me señala—. ¡Esto no puede volver a pasar!

La cara de Vázquez lo dice todo. Está fastidiado, molesto y sabe que no puede reprenderme.

—Señor Grey, por favor. —suplica—. ¿Podría, por favor, no seguir a la señorita Anastasia Steele?

No la seguí. En todo caso, hice rastrear su móvil para saber a dónde se dirigía, pero no creo que sea algo de Vázquez quiera oír.

—Solo intentaba ser amable, ya que la mantuve despierta la noche anterior. —las cejas de Timothy vuelan en su frente—. Me refiero a que no la dejé descansar apropiadamente por todo lo que quería mostrarle y quise disculparme.

El jefe de recursos humanos sigue mirándome mientras la señorita Steele suelta una carcajada que difícilmente puede ocultar.

—Por Dios, eso sonó mucho peor. —intenta parecer molesta pero no lo logra—. El señor Vázquez va a pensar que intenta tener sexo conmigo.

Sigo intentando.

De nuevo me guardo ese pensamiento para mí mismo. Todo parece un malentendido y creo que debería dejarlo así por ahora.

—Bien, de todas formas... —Tim hace un gesto vago con la mano hacia nosotros—. Por el bien de su cuenta bancaria, manténgase alejado de la señorita cuando se encuentre fuera de horario. ¿Está bien?

Eso cambia mis planes un poco. Tendré que improvisar o cambiar de estrategia si quiero impresionarla, o terminará renunciando y llevándose parte de mi dinero.

—Bien. Prometo mantenerme alejado de la señorita Steele cuando se encuentre fuera de su horario. —levanto la palma de la mano para demostrar que voy en serio.

Vázquez no luce convencido y la chica castaña me lanza miradas incrédulas, pero estoy siendo honesto justo ahora.

Por otro lado, evito decir que yo me mantendré alejado de ella, pero nadie mencionó que Albert también debe hacerlo. Y esa será una revancha en la que quiero arriesgarme.

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Capítulo dedicado a AngiAlvarado y a imaginegalaxymx

(◍•ᴗ•◍) 💙✨