Rojo, Blanco y Sangre Negra// Jegulus

30

[Sexo explícito]

De pronto Regulus se aparta y dice:

-¿Cómo quieres hacerlo?- De repente James se da cuenta de que no están en los páramos de Inglaterra a la salida del sol.

Aferra a Reggie por el cuello de la camisa, lo empuja ligeramente y le ordena:

-Siéntate en el sofá.

Regulus, con la respiración agitada, obedece. James  se sitúa de pie a su lado y contempla esa boca suave y sonrosada, está sehuro que hace buenos...

Se siente al borde de un precipicio muy alto y muy peligroso, sin intención de retroceder. Regulus lo mira a su vez, expectante, hambriento.

-Llevas semanas esquivándome-dice James sentándose para tomar a Regulus de los muslos y sentarlo sobre. A continuación, se inclina hacia él y acaricia el pliegue del cuello del príncipe, tan vulnerable en este momento

- Has estado saliendo con una chica.

-Soy gay-le dice Black en tono terminante. Pone una de sus manos en el pecho de james y la otra se mete en el pantalon del amerigano, este hace una inspiración profunda, ya sea a causa de ese contacto o por haber oído a Regulus proclamarlo en voz alta-Lo cual no es una inclinación muy sensata para un miembro de la Familia Real. Y tampoco estaba seguro de que tú no fueras a asesinarme por haberte besado.

-¿Y por qué lo hiciste entonces? -le pregunta Potter. Se inclina hacia el cuello del ingles y empieza a rozarle con los labios la sensible piel de detrás de la oreja. Le parece que el menor está aguantando la respiración.

-Porque... esperaba que no... me asesinaras -responde- Tenía... mis sospechas de que a lo mejor me deseabas.- Deja escapar un leve siseo cuando James le mordisquea un lado del cuello- O eso pensaba, hasta que te vi con esas chicas, y entonces me puse... celoso... y me emborraché, y me sentí como un idiota cansado de esperar a que la respuesta me llegara por sí sola.

-Te pusiste celoso-repite James sonriendo- De modo que me deseas.

De repente Black hace un movimiento brusco: aprieta su pene arriba del bóxer, haciendo que el americano suelte un gemido de dolor y placer; y después, sacando una voz grave y amenazadora que Potter no le ha oído nunca, contesta

-Sí, pedazo de engreído, llevo tanto tiempo deseándote que no pienso permitir que juegues conmigo ni un puto segundo más.

Se deja arrastrar a un beso arrollador pensando que jamás va a perdonarse esto a sí mismo. Así que a la mierda los páramos. Regulus saca sus manos de donde estaban y las pone en su cuello,   lo atrae hacia sí mismo, apretando sus labios. Esta vez lo besa con más fuerza, de un modo más parecido al de la Sala Roja, con dientes.

La cosa no debería funcionar con tanta perfección, dado que no tiene la menor lógica, pero lo cierto es que funciona.

Algo hay en ellos dos, en la manera en que se calientan a diferentes temperaturas.

James posee una energía frenética, y Regulus es todo seguridad. Se frota contra la entrepierna de Potter y deja escapar un gemido al notarlo ya excitado.

Potter responde con una palabrota que se pierde dentro de la boca de Black.

Los besos se vuelven desordenados, después urgentes y groseros, y James se deja arrastrar por ese ir y venir y se aprieta más contra los labios de Regulus en el afán de absorber el dulce licor que destilan.

Mete las manos dentro de su pantalony lo encuentra tan suave como lo había imaginado. Su culo es cálido y suave. Por favor, necesitaba apretar eso de por vida.