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Otra vez están juntos. En París.

-Tengo una pregunta.

-¿A cuantos homosexuales nobles se la chupé?

-Tengo dos preguntas.

Ambos ríen.

-Suelta.

-¿Tienes un apellido?

La verdad es que James nunca ha tenido que saludar al llamar a Regulus.

-¿Qué?- pregunta Regulus.

La respuesta de siempre: monosilábica, divertida y alargada.

-Que si tienes algún apellido -repite James. El dia estaba lluvioso, estabab en un café- Yo tengo dos. ¿Tú utilizas el de tu padre? ¿Eres Regulus Black? Eso suena de lo más bobo. ¿O más bien se antepone la realeza? En ese caso, utilizarás el de tu madre. Aunque es el mismo.

-El apellido oficial es Mountchristen-Windsor -explica el príncipe- Con un guion en medio, como el tuyo. De modo que mi nombre completo es... Regulus Arcturus  Black Mountchristen-Windsor.

James boquiabierto, vuelve la mirada hacia Regulus.

-Oh... Dios santo.

-Ciertamente.

-Y a mí que ya me parecía largo James Fleamont Potter-Avery

-Sí es-Regulus sonrió coqueto, pero James no vio la indirecta-¿Te lo pusieron por alguien?

-James por un personaje de un libro y Fleamont por mi padre.

-Muy poco sutil.

-Ya, no tuve donde escoger.

-A mí me tocaron los dos reyes homosexuales- señala Regulus

-Toma profecía-Potter lanza una carcajada-Tener tres apellidos es malvado.

Regulus deja escapar un suspiro.

-En el colegio, a todos nos llamaban Gales. Sin embargo, Sirius es actualmente el teniente Windsor de la RAF.

-Entonces, ¿eres Regulus de Gales? Eso no está tan mal.

-No, no está tan mal. ¿Por eso me citaste?

-Puede ser-responde James-Llámalo curiosidad por la historia- Excepto que la verdad se aproxima más a la leve entonación que tiene Regulus al hablar y a un brevísimo instante de titubeo antes de una frase; lleva toda la semana pensando en ello.

[...]

Remus está nervioso.

Ya pasó un mes y su panza de dos meses de embarazo comienza a notarse. Aunque cree que es más por la cantidad de chocolate y porquerías que come.

Porque se supone que a los dos meses no se nota tanto.

Pero el pretexto de estar embarazado fue usado a su favor para comer cualquier cosa, a cualquier hora del día.

Sirius apareció sonriente por la puerta de su cuarto de hotel.

También estaban en Francia.

-Hola- sonrió, emocionado de verlo. No soportaba más tenerlo lejos. Sentía la necesidad de estar a su lado. Y no únicamente por sexo.

-Sirius- Remus ni siquiera devolvió el saludo- debemos hablar.

La expresión de Sirius cambió a una preocupada.

-¿Qué pasó?

Rojo, Blanco y Sangre Negra// JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora