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James mi vida
Mierda. Entonces ¿piensas que van a alistarte? Yo todavía no he investigado ese tema. Voy a pedir Mary  que uno de los nuestros me prepare un informe. ¿Qué implicaría? ¿Tendrías que ausentarte durante mucho tiempo? ¿Sería peligroso? ¿O se trataría simplemente de ponerte el uniforme y sentarte a una mesa? ¿Cómo es que no salió este tema cuando estuve yo ahí? Perdona, es que me ha entrado el pánico. Se me olvidó que era una cosa que aguardaba en el futuro. Estoy a tu disposición para lo que decidas hacer, simplemente dime si tengo que empezar a practicar eso de mirar por la ventana con expresión lánguida, esperando a que mi amor regrese de la guerra. A veces me exaspera que no tengas más libertad de acción respecto de tu vida. Cuando te imagino feliz, te veo teniendo un apartamento propio fuera del palacio y sentado ante una mesa en la que puedas escribir antologías de la historia de la homosexualidad. Y yo estoy ahí contigo, gastándote el champú y obligándote a que me acompañes a hacer la compra y despertándome a tu lado todos los días en la misma zona horaria que tú. Cuando hayan pasado las elecciones, podremos pensar qué hacer a continuación. Me encantaría que estuviéramos los dos en el mismo sitio durante una temporada, pero ya sé que tienes que hacer lo que tienes que hacer. Pero que sepas que creo en ti. En cuanto a lo de decírselo a Philip, parece un plan estupendo. Si todo lo demás falla, haz lo que hice yo y actúa como un completo gilipollas hasta que la mayoría de los miembros de tu familia lo vayan descubriendo por sí solos. Te quiero. Dale recuerdos a tu hermana .

«Te echo muchísimo de menos, querida. La hora más feliz del día es cuando te escribo. Donde tú estás el tiempo es más tormentoso, pero te extraño del mismo modo, creo [...] Por favor, que tu corazón siga estando en Washington mientras esté yo aquí, porque el mío está donde estás tú».

Reggie amor
¿Alguna vez te ha salido una cosa tan horriblemente, increíblemente mal, que te han entrado ganas de que te metiesen en un cañón y que te lanzasen a las negras y despiadadas fauces del espacio exterior? A veces me pregunto para qué sirvo. Debería haber hecho la maleta, como te comenté. Podría estar en tu cama, languideciendo poco a poco hasta morir, gordo y sexualmente conquistado, borrado del mapa en la flor de mi juventud. «Aquí yace el príncipe Regulus. Murió tal como vivió, eludiendo planes y comiendo pollas».

En concreto he estado hablando de lo de alistarme con Sirius y los hermanos Rosier. A Sirius le he dicho que preferiría no seguir el rumbo tradicional y que no creo que le fuera a ser útil a nadie como militar. Él me ha preguntado por qué estoy tan empeñado en no respetar las tradiciones de los hombres de esta familia, y creo que me desenganché totalmente de la conversación, porque abrí esta bocaza que tengo y le solté. «Porque no soy como los demás hombres de esta familia, empezando por el hecho de que soy muy, pero que muy gay, Sirius>

Cuando Barty consiguió desenredarlo de la lámpara de araña, Sirius me dijo unas cuantas cosas, empleando términos como «confuso o equivocado» y diciendo que mi deber era «asegurar la continuidad del linaje» y «respetar el legado». Sinceramente, no recuerdo gran cosa. Esencialmente, me quedé con la idea de que él no se sorprendió mucho al descubrir que no soy el heredero heterosexual que se supone que debo ser; lo que lo sorprendió fue que yo no tenga la intención de seguir fingiendo que soy el heredero heterosexual que se supone que debo ser. De manera que sí, ya sé que hemos hablado y hemos abrigado la esperanza de que decírselo a mi familia sería un buen primer paso. No puedo decir que haya sido una señal alentadora respecto de las posibilidades que tenemos de hacer público lo que hay entre tú y yo. No sé. Para serte franco, me he comido una cantidad tremenda de Jaffa Cakes mientras lo pensaba. A veces imagino que me mudo a Nueva York para encargarme de la dirección del hogar para menores que acaba de inaugurar Pez allí. Solo imagino que me voy, pero que no vuelvo. Y tal vez que le prendo fuego a algo al salir. Sería estupendo. Tengo una idea: ¿sabes que he caído en la cuenta de que nunca te he contado lo que pensé cuando nos conocimos? Verás, para mí los recuerdos son difíciles. Con mucha frecuencia me resultan dolorosos. Una cosa curiosa que tiene el dolor es que te roba tu vida entera, todos esos años fundacionales que lo convirtieron a uno en lo que es en la actualidad, y resulta tan doloroso rememorarlos debido a la ausencia que se siente ahí, que de repente se vuelven inaccesibles. Uno tiene que inventar un sistema totalmente nuevo.
De cualquier forma nunca entenderé a mi hermano. Está por tener un hijo con un hombre y se empeña en ser hetero.
En fin.. ¿como anda Remus?

Rojo, Blanco y Sangre Negra// JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora