Liderar procesos educativos no es nada sencillo. Usted ya se habrá dado cuenta de la cantidad de cosas que debe aprender y seguir aprendiendo. Sin embargo, conseguir el trabajo de sus estudiantes en clase podría ser el primer paso y puede que sea el más sencillo. Antes de ocuparse de sus mentes, ocúpese de sus emociones. Platón decía que tomamos decisiones con el estómago. De hecho, cuando usted está ansioso lo siente en el estómago, lo mismo si está nervioso o enamorado. Freud daba cuenta de que, al llegar a cierto punto álgido de sus relatos, sus pacientes literalmente vomitaban dado que necesitaban "purgar" su cuerpo de las emociones que le causaba el recuerdo. Antes de comenzar el dictado de su programa y alimentar la mente de sus estudiantes, búsqueles las emociones. En una hoja haga que escriban su nombre y apellido. Luego que respondan unas simples preguntas. Las respuestas le darán a usted la clave para hacer grandes cosas junto a ellos.
Primero debe preguntar qué los hace reír..., en serio, ¿qué los hace felices? Luego preguntará qué los hace llorar, qué cosas los ponen tristes o los enoja. Por último, le preguntará cuáles son sus sueños, ¿Qué desean lograr en la vida? Las respuestas le permitirán a usted, en cuestión de días, entrar al aula y decir "Walter, cómo te fue en tu torneo de Fútbol" o "Elías, ¿cómo vas con la guitarra?" Habrá creado una conexión con sus estudiantes. Si no puede todavía ser espontáneo y recordar todo, en su agenda o libreta -se acuerda que le hablé de una en "No se quede sin combustible"-anote las preguntas que puede hacer en ese curso. Anote fechas que sean importantes para sus estudiantes. La clave del éxito en las relaciones interpersonales es muy sencilla: demuestre interés genuino por los demás. Hágalos sentir importantes. Que son importantes para usted. Que recuerda lo que para ellos es importante. Afiance ese vínculo y le aseguro que sus estudiantes lo seguirán a cualquier proyecto que presente. Si usted conoce sus fortalezas y sus debilidades, sabrá qué pueden hacer y que les cuesta hacer. Si usted conoce sus metas y objetivos, sabrá guiarlos para que lo consigan. Tuve un estudiante de un tercer año que siempre estaba leyendo comic de superhéroes. Me interesé en lo que hacía y me contó que leía desde la primaria, que tenía una gran colección y que su personaje favorito era el hombre araña. Bien, le dije y sin que se lo preguntara me lo dijo. "Mi sueño es hacer comic, dibujar y escribir historias". Lo anoté en mi libreta, esa de la que ya le hablé por tercera vez, y días después, propuse realizar una revista interactiva. Cada estudiante o pareja pedagógica propondría un contenido y le daríamos formato en el aula. Pedí soporte a la profesora de Tecnología y en menos de lo que recuerdo, todos estaban trabajando en sus materiales frente a la computadora de la escuela. Me acerqué a Ramiro y le dije que quizá podría inventar un comic para agregar a la revista. Sus ojos se iluminaron. No sé si Ramiro algún día será un dibujante profesional o estudiará medicina, quizá sea profesor de educación física o vendedor de salón. Pero una vez, un docente le permitió alcanzar al menos un poco de su sueño. Eso es algo que le deseo a usted con todo el corazón.
Entonces repasemos, para que trabajen con usted y por usted debe aprender la siguiente lección. La más importante de toda nuestra vida en lo que respecta a relacionarnos con los demás. Le pertenece a Dale Carnegie. Debe ser caluroso en su aprobación y generoso en su elogio. Cuando su estudiante haga algo bien debe aprobarlo, con toda la efusión. Apláudalo, celébrelo. Cuando pueda elogiar sus habilidades no deje de hacerlo con la mayor generosidad. "Valoro enormemente el trabajo que hiciste", "me pongo de pie para aplaudir tu presentación, muy buen trabajo", "es un grupo excelente del que nunca espero menos que lo mejor, sigan siempre así". Escriba notas cuando corrija exámenes. Quizá no todos los chicos lo leerán, pero eso no le debe importar a usted. Usted es un docente íntegro y un líder excepcional, está haciendo su parte.
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El libro de oro del Docente ¡Conviértase en un docente extraordinario!
Não Ficção¿Te has preguntado alguna vez cómo mantener la atención de tus alumnos o qué hacer cuando parece que nadie valora tu esfuerzo como docente? Usted no está solo. En este libro, lo invito a un viaje donde no solo encontrará respuestas a esas preguntas...