Seremos muy concisos en este apartado. Su cuerpo comunica tanto o más que sus palabras. Comencemos. Su manera de caminar es la tarjeta de presentación de quien lo ve venir, lo ve entrar al aula o lo ve irse. Muchas veces mis estudiantes me sorprenden diciendo "profe lo vi en la plaza", "profe lo vi en la heladería". Todo el tiempo somos objeto de observación. Piense entonces si no es importante la imagen que transmite a través de su cuerpo. Sobre la necesidad de caminar erguido se habló en Guía definitiva para decir NO, así como de otras pautas generales. Sin embargo, vamos a profundizar sobre este tema.
Al caminar, debe hacerlo con paso firme, los hombros hacia atrás, la cabeza erguida y mirando al frente. Es muy importante que no camine como si buscara algo en el suelo. Eso comunica desgano, falta de energía y debilidad. Las personas siguen a personas más fuertes que ellos, no lo olvide. Muchas cosas se crean dos veces. Una vez dentro de nosotros, una segunda vez fuera de nosotros. Su imagen personal es una de ellas. Caminar mirando al frente no es solo una manera de caminar, es una actitud frente a la vida. Cuando se encuentre de pie, párese con las piernas separadas una distancia mayor que la separación de sus hombros. Sus manos son indicadores, sus palabras deben acompañarse sus movimientos. Si decimos que algo es grande, empleemos las manos para, al separarlas, dar la idea de que algo es grande. Use el dedo índice, o el que quiera, para indicar cosas. Emplee los dedos para señalar adjetivos numerales o expresiones que cumplan esa función (primero, segundo, en tercer lugar...). Su cabeza debe acompañar sus movimientos, cuando algo es negativo, niegue también con la cabeza. Haga movimientos enérgicos. Si saluda de mano, no se tire sobre la otra persona, extienda la mano y una vez que esa apresada por la mano de la otra persona, doble el codo para atraerlo hacia usted. Con la otra mano dé un suave masaje o caricia sobre el brazo de la mano que lo saluda, por arriba del codo. Debe aprender a tocar a los demás sin que se sientan incómodos. No toque a los alumnos.
Ocupe todo su espacio personal. Expándase todo lo que pueda. Relájese sobre la silla, pero no al punto de parecer desfachatado. No cruce los dedos sobre la mesa ni tamborilee, puede que usted no se sienta así, pero eso puede transmitir nerviosismo o inseguridad. Pruebe dejar descansar una mano sobre el pupitre mientras emplea la otra para gesticular. Haga la prueba de sentirse cómodo con su cuerpo, respire y sienta cada parte. Todo es usted. Y es dueño de moverlo como quiera. Existe un concepto muy interesante en psicología social, es el concepto de la actitud de demora. Cuando algo parece que es urgente, cuando alguien lo llama, le dirige la palabra, estamos automatizados para responder a eso cuanto antes. No. Pause su cuerpo. Tómese el tiempo para moverse. La actitud de demora está pensada para decirnos a nosotros mismos que pensemos antes de actuar. Bien, lo que le digo es que piense antes de moverse. Es porque estamos acostumbrados desde chicos a complacer a los demás, sin embargo, no estamos obligados a complacer a nadie. El problema se da cuando en el afán de complacer a los demás, terminamos perjudicándonos. Si usted tarda en contestar y en responder a lo que le piden, cuando sea el caso -es decir que no comporte verdadera urgencia-, está comunicando con su cuerpo que usted se toma muy en serio y que nadie lo va a apurar y mucho menos a manipular.
El uso de la voz. Queramos o no, oficiamos de locutores. Usamos nuestra voz para comunicar. Es una herramienta más de trabajo. Por eso debemos aprender a usarla, fortalecerla y cuidarla. Primera medida, fortalecer el diafragma: impostar la voz. Ejercicio muy sencillo: inspire todo lo que pueda inflando sus pulmones, coloque un papel a cierta distancia y sople con la boca en forma de "u". Notará que el aire es frío, eso es porque viene desde muy dentro de usted y no desde la boca o la garganta (intente sacar el aire con la boca en forma de "a" y notará el aire caliente). Ahora sople en la primera posición (boca en forma de "u") hasta que sienta que se queda sin aire. Sentirá la contracción a la altura de la boca del estómago aproximadamente. Ese es su diafragma. Haga este ejercicio varias veces y notará cómo su voz será más fluida y tendrá más cuerpo. Cuando hable, procure tener la boca en forma de caja. Haga la prueba de mantener una sonrisa exagerada y hablar, notará cómo el sonido es más agudo. Eso es porque se dispersa mucho antes de tomar el cuerpo y la consistencia que necesitamos.
Los problemas más comunes en esta parte de la Argentina se dan con las letras r y s. La r es una letra cuyo sonido se pierde entre los sonidos de otras consonantes o las vocales. Por ejemplo, en la palabra "perfecto" o "abreviar". Un ejercicio excelente para ejercitar este sonido es pronunciar la r de manera constante mientras lleva la lengua lentamente a recorrer todo el paladar. En algún punto el sonido r no se concretará, como por ejemplo cuando la punta de la lengua se encuentre en el medio del paladar. En ese momento, fuerce el sonido. Saldrá, y luego la r que pronuncie será tan potente que su voz será una verdadera voz de mando. La s por su parte tiene la particularidad de aspirarse al final de las palabras, es un problema que encontramos en nuestros estudiantes y nosotros mismos muchas veces sin querer también lo hacemos. El ejercicio es exagerarlas, durante mucho tiempo. Luego saldrán solas. El volumen: debe hacerse a la idea de que su voz debe alcanzar al último alumno en el salón, esto es, el que está más atrás. Si lo logra, tenga por seguro que su voz atravesará todo el salón.
Hay mucho más para decir a este respecto, pero en líneas generales, estos conocimientos básicos servirán para que usted pueda explorar por su cuenta el lenguaje corporal que más se adapte a usted y al mensaje que quiera transmitir.
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El libro de oro del Docente ¡Conviértase en un docente extraordinario!
Nonfiksi¿Te has preguntado alguna vez cómo mantener la atención de tus alumnos o qué hacer cuando parece que nadie valora tu esfuerzo como docente? Usted no está solo. En este libro, lo invito a un viaje donde no solo encontrará respuestas a esas preguntas...