Café

244 36 1
                                    

Felix estaba haciendo rebotar la pierna de los nervios. Jisung tocaba su rodilla de vez en cuando para pedirle que la deje quieta, y funcionaba temporalmente. Felix enseguida retomaba el movimiento y Jisung lo miraba con una mezcla de lástima e impaciencia.

—Deberíamos haber pasado por la cafetería antes de venir —Felix susurró, recorriendo con la mirada el pasillo vacío—. Vendería mi alma por medio litro de iced caramel latte.

—Ahh, un iced mocaccino. —Jisung echó la cabeza hacia atrás con un gruñido. Felix lo imitó.

—Ahh, un capuchino con doble crema.

—Y una medialuna con dulce de leche.

— ¡Sungieeee! Ahora te toca invitarme la merienda.

La puerta de la oficina frente a ellos se abrió. Felix y Jisung se enderezaron en sus asientos. Un hombre de rulos y sonrisa linda se paró junto al marco. Las mangas de su camisa estaban dobladas hasta sus codos, dándole un aspecto relajado.

— ¿Felix, Jisung? —El hombre habló sin perder la sonrisa.

—Yo soy Felix.

—Bang Chan —se presentó, estrechando la mano de Felix y luego la de Jisung—. Disculpen la demora. Minho ya se iba.

— ¿Minho? —Felix escuchó el hilito de voz de Jisung a su lado.

El hombre más atractivo que Felix había visto en su vida... era Hyunjin. El segundo más atractivo era el que estaba saliendo de la oficina de Chan, caminando como si fuera el dueño del edificio entero. Su saco gris estaba abierto y los botones más altos de su camisa blanca estaban desabrochados. Su pelo suave caía lacio sobre sus sienes, y su nariz afilada le sumaba elegancia.

— ¿Han? —Una sonrisa diminuta apareció en la esquina de su boca cuando vio a Jisung.

—M-Minho... —Jisung se había puesto colorado.

Era Lee Minho, el desgraciado que había enamorado a su mejor amigo y se lo había robado para siempre. Era su oportunidad de declararle la guerra, pero Felix la dejó pasar. Minho no dijo nada. Rozó los dedos de Jisung con los suyos, le guiñó el ojo y siguió caminando hacia el ascensor.

— ¿De dónde lo sacaste? —Felix susurró siendo dramático. Jisung se encogió de hombros y sonrió con picardía.

Chan los invitó a entrar a la oficina, les indicó que se sentaran y se acomodó frente a ellos del otro lado del escritorio. La secretaria pasó para dejarles una taza de café a cada uno y volvió a salir. Felix agregó dos cucharadas de azúcar a la suya.

—Seungmin me comentó que estás escribiendo una novela gráfica —dijo Chan. Felix asintió—. Contame un poco.

Felix le comentó resumidamente de qué trataba su historia, qué mensaje pretendía transmitir y en qué plataforma la estaba publicando. Chan lo escuchó atento, jugando con la alianza en su anular como si no se diera cuenta de que estaba haciéndolo.

— ¿Estás interesado en publicarla en formato físico, correcto?

—No estoy seguro —Felix contestó—. El profesor... Seungmin me dió la idea y me dijo que lo conversara con usted para analizar la posibilidad.

Chan asintió. Felix probó un poquito de su café y trató de no poner cara de asco; seguía demasiado amargo. Dejó la taza sobre la mesa y no la volvió a tocar.

—Bien. Estuve mirando los primeros capítulos de tu novela...

—Oh.

— ...para tener una idea de con qué estamos trabajando. Y te hice una lista de las tres o cuatro editoriales que creo que serían ideales para tu proyecto. —Chan deslizó una carpetita de plástico sobre el escritorio frente a Felix, que la abrió para revisarla—. Todas pueden ofrecerte más o menos lo mismo: el diseño del exterior y el interior del libro, la impresión, distribución y comercialización... Pero también tenemos que considerar los trámites legales como el registro de la obra y los derechos de autor, y las estrategias que vamos a utilizar para insertar el libro en el mercado.

—Oh.

—Existe la opción, si quisieras, de realizar una revisión y corrección de la novela, que va desde la revisión de la historia, el texto, el arte de las ilustraciones, hasta cuestiones de formato y otros detalles que se pueden pulir. Sin intervenir demasiado en el estilo del autor, por supuesto. Ese serías vos.

—Sí.

—Mi trabajo es actuar de intermediario entre el autor y la editorial, lo que significa que no tendrías que hacer nada más que considerar las opciones, dejarme negociar con las editoriales, elegir la que te resulte más conveniente. —Chan señaló un párrafo en una de las hojas de la carpeta—. Acá vas a encontrar información sobre los valores de cada editorial para que puedas considerar eso a la hora de elegir, porque ellas van a buscar historias que se alineen con su visión y vos deberías hacer lo mismo para proteger el mensaje de tu historia.

—Claro.

—Después, cuando terminemos el proceso de negociación y firmes un contrato y pongamos el libro a circular por las distintas etapas del proceso editorial, podemos organizar lo habitual: presentaciones, firmas de libros, entrevistas... Y una estrategia de marketing y comunicación en las redes sociales. Esa es una de las cosas más importantes actualmente, sobre todo considerando que empezaste publicando la novela en una plataforma virtual. ¿Qué te parece?

—Mmm...

Felix apretó los bordes del asiento bajo sus piernas. El mundo alrededor suyo había empezado a girar.

— ¿Estás bien? Estás muy callada —Jisung susurró en su oído. Felix se dirigió a Chan:

—Necesito un tiempo para pensarlo.

Chan los despidió con la misma amabilidad de antes y prometieron mantenerse en contacto.

—Fue agotador —dijo Felix, recostándose sobre su libro abierto en la mesa de la biblioteca.

— ¿La reunión con Bang Chan? Fue hace tres días —observó Jisung.

—Todavía me afecta. Creo que no estoy listo para todo eso. Creo que no voy a imprimir el libro. —Felix apoyó el mentón sobre los antebrazos—. Necesito seguir usando esa historia para desahogar mis propios sentimientos, no puedo comprometerme con el mercado editorial así... 

— ¿Estás segura? —Jisung frunció el entrecejo. Felix asintió.

—Sí. Lo acabo de decidir. No voy a hacerlo —afirmó Felix—. Lo hice bien. Fue una buena elección —se dijo a sí mismo, dando palmaditas sobre su propia cabeza. Jisung sonrió.

— ¿No recibiste cartas de Hyunjin esta semana?

—No...

— ¿No estás preocupado?

—No. Somos amigos. Me va a escribir cuando pueda —Felix dijo con seguridad, y tenía razón.

Recibió una carta de Hyunjin el viernes. Era distinta a todas las anteriores.


MANIAC

Av. Miroh 143

Hoy a la medianoche

Preguntá por Sam

H

Bubblegum [Hyunlix] 🧁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora