Limón

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Para: Hyunjin

De: Felix

Dónde trabajás? :O

Mis muffins de la vez pasada estaban aplastados TT pero hoy me desperté temprano para hornear más!

Espero que te gusten

Otra pista: mido casi 1,70


Hyunjin había extrañado a Felix durante el fin de semana. Hablar con Felix se sentía como esperanza y sus cartas eran una razón para levantarse de la cama al día siguiente.

Hyunjin llegaba todos los días a clase queriendo encontrar una carta nueva. Era el primero en entrar al aula y la sonrisa aparecía en su rostro en cuanto veía la tarjeta sobre su escritorio. Y ese momento de descubrir que Felix había dejado algo para él en su banco le gustaba tanto que a veces pensaba en hacerlo durar para siempre, nunca buscar a Felix personalmente.

Las cartas de Felix siempre eran lindas. Las recortaba con formas bonitas y las decoraba de colores, usando acrílicos o stickers o lapiceras de tintas con brillitos. Esta vez, venía acompañada de dos muffins envueltos en vestiditos de papel amarillo.

Hyunjin se sentó en su silla y levantó uno. Sintió el aroma a limón cuando lo acercó a su rostro, combinado con otros más sutiles como el de la vainilla, la manteca, el dulce del azúcar. Peló un lado del envoltorio, cerró los ojos y le dió un mordisco. Todavía estaba tibio por dentro y la ralladura de la cáscara de limón se combinaba perfectamente con el sabor de las semillitas de amapola.

Hyunjin sintió el calor del horno, escuchó el tic tic del cronómetro marcando los segundos. Felix estaba con él en el medio de la cocina, aunque Hyunjin no pudiera decidir cómo imaginar su apariencia. Su pelo estaba teñido de rubio, y Hyunjin no sabía cuán largo era ni de qué manera caía sobre sus hombros, pero estaba seguro de algo: Felix estaba sonriendo.

Hyunjin podía ver eso claramente, una sonrisa como la luz del sol, como el sabor del limón y la vainilla en la masa recién horneada.

Felix usaba un delantal y bailaba con él y reía en sus brazos, y Hyunjin no era nadie más. Felix no le pedía que lo fuera. No había nada de qué preocuparse, solo esperar a que los muffins estuvieran listos, y era fácil.

— ¿Qué tenés ahí? —preguntó Changbin desde el banco a su lado. Señaló el segundo muffin—. ¿Puedo comer ese?

— ¡No! —Hyunjin lo agarró con la mano libre para que Changbin no pudiera tocarlo—. Felix los hizo para mí.

— ¿Quién es Felix?

Hyunjin se encogió de hombros.

—No sé —contestó. Partió un trozo del muffin y lo dejó en el escritorio de Changbin, sobre su carpeta abierta. Changbin lo probó enseguida—. Nos estamos mandando cartas, pero no sé quién es.

— ¡Ahh! Por eso estuviste sonriendo toda la semana.

Hyunjin se encogió de hombros de nuevo, mirando hacia el frente del aula donde el profesor intentaba escribir sobre la pizarra con marcadores sin tinta hasta encontrar uno que funcionara.

—Están buenísimos —Changbin opinó—. ¿Son caseros?

Hyunjin asintió, mordiéndose el labio para que no se le escapara la sonrisa.

—Sí, se levantó temprano para hornearlos.

—Es un amor —dijo Changbin, sonando tierno.

— ¿Debe saber hornear otras cosas, no? Como brownies o muffins de chocolate... —Hyunjin pensó en voz alta.

—Totalmente. —Changbin asintió, comiendo las migas que habían quedado pegadas en su pulgar—. Deberías pedirle más.

Hyunjin se rió, pero buscó en su carpeta una hoja en blanco para escribir una nueva carta y se puso a recortar un rectángulo.

— ¿Felix sí sabe quién sos?

—Sí...

Hyunjin revisó el fondo de su carpeta donde tenía guardada una plancha de stickers que había comprado el fin de semana. Eran caricaturas de pollitos en poses graciosas y pensó que a Felix le gustarían.

—Me dijo que le gusto —dijo Hyunjin, y agregó—: Pero no puede ser.

Changbin le preguntó de qué estaba hablando.

—No puede ser que le guste porque no sabe nada sobre mí —Hyunjin explicó.

—Qué estupidez. Yo tampoco sé nada sobre vos y me gustás igual.

—No seas raro. —Hyunjin le pegó en el hombro sin levantar la vista de la plancha de stickers. Eligió un pollito sosteniendo un ramo de flores y lo pegó con cuidado en una esquina de la tarjeta.

—Es verdad. No sé dónde vivís ni dónde trabajás ni de dónde sacás esas ojeras —Changbin discutió—. Ni siquiera sé qué te gusta hacer además de pintar... Pero somos amigos igual.

—Es que... Si Felix supiera todas esas cosas... —Hyunjin sacudió la cabeza—. Seguro dejaría de gustarle, y... No soy especial.

—Otra estupidez. —Changbin lo estaba mirando, pero Hyunjin no le devolvió la mirada, concentrado en la carta que había empezado a escribir—. Todo el mundo es especial, Hyunjin. Vos no sos distinto de todo el mundo.

—Esa es una forma muy rebuscada de confirmar que no soy especial —Hyunjin murmuró.


Para: Felix

De: Hyunjin

El muffin estaba increíble!!! Sabés hacerlos de chocolate? Son mis favoritos

No puedo decirte dónde trabajo pero... tal vez pueda invitarte más adelante ;)

Bubblegum [Hyunlix] 🧁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora