Chupetines 2

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Hicieron todo el camino de vuelta al edificio de Artes los tres juntos. Hyunjin escuchaba la conversación entre Felix y Jisung como un sonido distante. Jisung era simpático y trataba a Felix con cariño, pero Hyunjin no podía prestar suficiente atención a lo que estaban diciendo. Sentía su propio cuerpo liviano, ajeno, como si hubiera desaparecido. Habría salido flotando si no fuera por el peso de la mano de Felix en la suya, como un ancla.

Cuando llegaron a la puerta del aula de Hyunjin, Jisung les avisó que tenía que irse.

—Paso a retirar mi trabajo y voy a casa. ¿Me llevo el tuyo? —le preguntó a Felix.

—No, quiero mostrárselo a Hyunjin —Felix murmuró, mordiendo el resto del chupetín para terminar de arrancarlo del palito.

Hyunjin se sonrojó al escuchar su nombre en los labios de Felix. Mantuvo la vista en los azulejos del piso, las manchas de pintura en sus zapatillas, las manos unidas colgando entre ambos.

— ¿Vas a estar bien? —Jisung se acercó a Felix hablando bajito—. Voy a estar con Minho, pero llamame si necesitás algo. Tené cuidado. Escribime cuando estés en tu casa.

Felix asintió, dándole el palito para que Jisung se lo llevara. Jisung le dió un beso en la frente antes de alzar una mano para saludar a Hyunjin desde lejos e irse. Después de entrar al aula, Felix soltó su mano y se adelantó para recorrer la exposición, dejando un cosquilleo cálido en las palmas de Hyunjin, el recuerdo del cuerpo de Felix en sus brazos.

—Esa es mía —Hyunjin señaló cuando alcanzaron su pintura, y Felix se detuvo frente al cuadro. Hyunjin se paró a su lado, su brazo rozando el de Felix—. En la feria del año pasado expuse un paisaje en acuarelas, pero...

—Me acuerdo.

— ¿Lo viste? —Hyunjin giró para mirar a Felix.

—Sí, vine a recorrer y me colé en un grupo al que estabas guiando. —Felix se sonrojó y desvió la mirada de vuelta al cuadro—. Te pregunté cuál era la tuya y nos mostraste el retrato.

— ¿Eras vos? —Hyunjin tocó el codo de Felix con la punta de los dedos y Felix asintió con la cabeza, sin alejarse.

— ¿Te acordás de mí?

—No estabas rubio.

—No, todavía no —Felix confirmó, y Hyunjin dejó caer la mano al costado de su cuerpo—. ¿Por qué usaste óleos esta vez?

—Quería hacer algo que me resultara difícil —dijo Hyunjin, mirando a Felix en vez de la pintura. Los ojitos de Felix se agrandaron y brillaron un poco más.

— ¿Qué casa es esa? —Felix susurró.

—La casa donde crecí —contestó Hyunjin—. Como la recuerdo, al menos.

— ¿Vivías ahí? —Felix habló sorprendido, su mirada recorriendo la pintura. Hyunjin lo confirmó, y Felix inclinó la cabeza, pensando en algo—. ¿Y por qué la pintaste desde afuera?

—Capaz... —Hyunjin miró el cuadro. No lo había pensado—. Para tratar de verme adentro.

Changbin golpeó el hombro de Hyunjin cuando se acercó, causando que se diera vuelta y notara el movimiento que todos sus compañeros estaban haciendo alrededor.

—Estamos desarmando —le avisó, y saludó a Felix—: ¿Muffins? —dijo, estirando una mano para que Felix la tomara— Seo Changbin.

— ¿Sos el Changbin de Innie? —Felix preguntó con curiosidad.

— ¡Ojalá! —Changbin contestó y volvió a dirigirse a Hyunjin— ¿Necesitás que me lleve tu cuadro?

— ¡Yo lo llevo! —Felix descolgó el cuadro y cruzó el aula corriendo. Hyunjin se quedó clavado en el lugar, mirándolo, hasta que Felix se dio vuelta para apurarlo desde la puerta—. ¡Tenés que correr, Hyunjin!

Bubblegum [Hyunlix] 🧁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora