MINE

Capítulo 31

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𝗖𝗮𝘆𝗲𝗻𝗱𝗼
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Escucho pasos detrás de mi y me giro enseguida y veo que se trata de Jayden me vuelvo a Dalton y él ya no está.

— ¿Qué haces aquí? Deberías estar en clases — reclama y frunzo el ceño ni siquiera me había dado cuenta de eso.

— Estaba con... — ¿Le digo? — Estaba pensando en Derek — invento de la nada.

— Pasará — le resta importancia y por su despreocupación veo que se tragó mi improvisación. — Venga, vamos — me pone un brazo alrededor de los hombros — Veo que tomaste lo que te dió mamá — me tenso.

— ¿Cambió mucho? — ahora dirán que soy fenómeno.

— Ahora sólo hueles a humana — se encoge de hombros

— ¿Soy la única? — Él está enfocado al frente y su brazo en mis hombros están empezando a incomodarme.

— Sí, pero aquí todos somos diferentes — sonríe de lado y la incomodidad poco a poco se evapora.

— ¿Porqué aquí hay muchas especies? — todas las aulas están cerradas y los pasillos están mal iluminados.

— Mi madre — Responde simplemente — Ella es una híbrida como podrás darte cuenta. Una mezcla de lobo puro y bruja — chasquea la lengua — Y cuando era joven sufrió de bullying y rechazo y cuando estuvo en el poder... Cambió todo eso e hizo que cualquier especie que no fuera un peligro podría quedarse aquí. Todos son integrados por igual — sonríe orgulloso — Mi padre no había pensado en eso pero ahora somos una manada con mucha variedad.

— ¿Tú también tienes magia? — pregunto al caer en cuenta que su madre tiene magia. Él niega con la cabeza.

— El ADN lobuno venció al del la magia pero mi hermana si tiene magia — nos detenemos en una puerta. — Tenemos juntos la clase — abre la puerta para mí y el profesor es el primero en verme. Sonrío nerviosa y él me hace una señal de que me vaya a sentar rápido y así lo hago con Jayden atrás de mí. Todos los ojos estaban sobre son nosotros pero después de una llamada de atención general nos quitan los ojos de encima. Busco con la mirada a Mel cuando el profesor se da la vuelta y comienza a anotar algo en el pizarrón. No está. Pero entonces veo a Dalton. Él ya estaba observándome con una sonrisa torcida y unos ojos juguetones. Un escalofrío recorre mi columna y me obligo a apartar la mirada.

Tuve en la clase mi máxima atención, quiero tener al menos una buena nota para que regresando de vacaciones esté al igual que todos en conocimientos.

No entiendo porque no he visto a Mel.

Timbran anunciando el receso y me soy obligada a ir tras Jayden. Todos me miran extraño y estando con él me hace sentir menos extraña.

— ¡Kate! — me detengo confusa al tratar de reconocer esa voz. Mel. Me giro y ahí está con el pelo alborotado.

— ¿Porqué no habías ido a clases? — ella me abraza y ve atrás de mi.

— Me quedé dormida por unos problemas — sonríe triste y frunzo el ceño. — ¿Vamos a almorzar? — asiento y me acuerdo que estoy con Jayden. Me giro a él y él solo encoge los hombros restándole importancia. Ambas vamos al final del grupo de amigos de Jayden, en silencio.

— Siento que te pasó algo — susurro solo para nosotras dos y ella suspira.

— La vida de un hada es dura — suspira pesadamente. No dice nada y pedimos nuestros almuerzos. Nos sentamos en una mesa apartada de la de Jayden, que me da una mirada recelosa pero no dice nada. Ella se sienta Junta a mi.