MINE

Capítulo 18

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𝗗𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗶𝗿𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗶𝗯𝗹𝗲
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Abro los ojos al sentir algo que me impide moverme. Cierro otra vez los ojos. Estoy tan cómoda. Dormito un poco y decido que es hora de levantarme, me giro despacio al percatarme que es un brazo que me rodea: Derek. Él duerme plácidamente MUY cerca de mí y podría decir que hasta pudo oler mi cabello. Me vuelvo a dar la vuelta para salir de la cama y cuando trato de levantar su brazo, despacio y con cuidado para no levantarlo, él aprieta más su agarre y yo dejo de respirar y me tenso de pies a cabeza. Él entierra su cabeza en mi cuello y me paralizo, mis latidos se disparan y trato de estar en calma.

- Derek - trato de quitar su brazo de mi cintura pero no cede - Tengo que ir al baño - susurro al ver que todo este miedito presente a tenido sus consecuencias. - Derek - Sigo intentando pero me acerca más a él y a éste grado yo creo que quiere que lo traspase. Mi trasero está pegado a su... Comienzo a ponerme nerviosa cuando soy consciente del bulto contra mis nalgas - Derek por favor. - entonces el abre los ojos lentamente y veo que son de color dorado.

Entonces me toma del cuello suavemente y se pone encima y sin tiempo a negarme, comienza a besarme, yo me rehúso pero sólo gano gruñidos y mordidas de su parte como diciendo de que le siga el juego. Suspiro cuando su dedo pulgar toca mi clavícula y me dejo llevar.

Nuestros labios se mueven gustosos sobre los del otro y mis manos curiosean sobre su cuerpo en cambio las suyas; una de ellas está en mi cuello y la otra en mi cintura.

Mis manos bajan y suspiro al sentir sus abdominales y ahí me detengo cuando siento la mano, que estaba en mi cintura acariciandome, bajar y apretarme una nalga. Un jadeo sale de mi boca y él detiene su beso. Y casi lo agradezco sentía la falta de aire. Bajo la mirada y veo que aún sigue con mi nalga entre su mano, él parece notarlo porque me suelta abruptamente, lo veo a los ojos y parece casi arrepentido y desaparece de mi vista en un parpadeo. Ni siquiera me dejó la puerta abierta al momento de salir de la habitación. Me siento en la cama y analizo todo lo que acaba de pasar. Toco mis labios como si esa fuera la respuesta y en si, sí, pero... ¿Porqué actuó así?. Entro a su baño y el olor a su cuerpo me abraza. Huele a él. Y ahora me vengo dando cuenta que él huele muy bien. Hago mis necesidades y opto por bañarme en mi habitación. Allá tengo todas las cosas que él compró para mi.

Camino a mi habitación y me voy a mi baño donde me doy una ducha. Después de ello me visto con unos jeans flojos y una blusa básica que queda ceñida a mi cuerpo delineando mi pequeña cintura y mis senos ni tan grandes ni tan pequeños. Me calzo de unos converse blancos de suela gruesa y me veo al espejo que tengo frente a mi de cuerpo completo. No me veo tan mal. Peino mi cabello y cuido de no mojar mi ropa, lo cepillo y opto por ir por una secadora. Hace días que curiosaba me di cuenta de que había aparatos para el cabello aquí en los cajones y ahora agradezco eso. Seco mi cabello y las gotas que cayeron sobre mi ropa. Apago el aparato y voy por el maquillaje que me compró Derek. Es la primera vez que lo veo y hay de todo. Voy a mi cama a ver bien lo que contiene este estuche y me siento en la orilla de la cama

- Que humilde, Derek - Digo al ver las distintas marcas de maquillaje: Dior, Channel y sephora. Nunca en mi vida había usado algo tan costoso. Busco un enchinador de pestañas, rubor y algún labial hidratante. Cuando encuentro los que buscaba comienzo a pigmentar mis mejillas y luego mis labios. Enchino mis pestañas y con eso estoy lista. Peino distraidamente mi ceja y la puerta de mi habitación se abre. Liam

- Oh Hola, Kate - sonríe y sus ojos van de mi cara al desastre que tengo en mi cama. - Al parecer Derek quería la mejor calidad - Dice cuando está a mi lado viendo una base de Dior - ¿Cómo dormiste? - pregunta distraidamente pero siento que no es así.

- Derek ¿donde está? - respondo su pregunta con otra y él suspira.

- Se siente culpable - Suspira y va a mi ventana - Cree que rompió su palabra contigo - me mira de reojo.

- Yo no le dije nada - Puntualiza - No debe porque sentirse culpable si yo estaba de acuerdo. - Él se gira a mí.

- Ve a decirselo tú - Él está frente a mi - Es lo que necesita escuchar - Me da unas palmadas reconfortantes en el hombro - Ahorita está sacando su ira consigo mismo en su gimnasio - señala a la puerta.

- ¿Aquí hay gimnasio? -pregunto sorprendida.

- Un piso abajo - Sonríe de lado. - Desayuna algo y baja a hablar con él. - Asiento y voy tras de el hasta el comedor. Busco con la mirada a la abuela de Derek pero ni rastro. Liam es el que me sirve el desayuno y desayunamos en silencio. Le ayudo a lavar los platos y subo a mi baño para lavar mis dientes. Liam me dice que el pasillo a la derecha hasta el fondo hay una escalera que lleva abajo y que ahí está a simple vista el gimnasio.

Él me dijo que había decidido tener su propio gimnasio cuando no soportó las miradas obscenas de las mujeres, e incluso hombres, sobre él. Lo incomodaban y dijo que si tenía los recursos para construir su propio gimnasio... ¿Porqué no hacerlo?

Antes de escuchar eso pensé quién lo diría tan sencillo...
Pero ahora...

Bajo las escaleras y lo encuentro moviendo en ondas unas cuerdas ancladas a la pared. Está sudado. Y tiene una camiseta sin mangas que me permite ver sus brazos tensos. Ignoro eso y doy una mirada curiosa a todo lo que hay. Es más grande de lo que pensé.

- ¿Pasa algo, Kate? - Estaba viendo una máquina cuando él me habla. Parece molesto consigo mismo.

- ¿Porqué estás molesto? - lo tomo desprevenido y su cara impenetrable que tenía al principio, se contrae, pero vuelve a ella cuando se da cuenta de su error.

- No estoy molesto - me da la espalda - No contigo - murmura y lo veo tomar otra vez las cuerdas.

- ¿Estás así por lo que pasó? - su espalda se tensa

- No - su respuesta es tan fría que podría haberme dolido pero no es el caso cuando sé la respuesta.

- Parece que sí - Me acerco a él y él me ve de reojo - Diste a parecer de que tú te arrepentías - le señalo y el suspira.

- ¿Podrás dejarme solo? - parece querer sonar amable pero no lo consigue.

- ¿Porqué te arrepentías si parecía que lo disfrutabas? - él tensa la mandíbula - Yo no te dije nada al respecto y...

- ¡Es que yo debo tener el control! - asota las cuerdas contra el suelo y doy un pequeño salto - Debería tener el control suficiente para poner distancia entre nosotros y... - me observa - Me lo pones difícil. - frunzo el ceño - Con tus hormonas todo el tiempo...- murmura y va por una botella de agua que está en la entrada.

- ¿O sea que yo tengo la culpa? - suelto un bufido. Él se gira a verme y con eso deduzco que si,por su mirada - Puede pero... Al menos yo no soy capaz de sentir arrepentimiento - Me acerco a él sin importar que me saque como dos cabezas - Porque yo soy consciente de que lo hice en mis cinco sentidos y que no me importa el después - Él frunce el ceño.

- ¿Qué quieres decir con eso? - pregunta por lo bajo.

- Que yo no soy tan cobarde como tú. - sus ojos se dilatan - Tú vas temiendo por la vida a no poder saciar tu sed por el control - hago un ademán con mis manos - Y..

- Solo es contigo - susurra y mis muros caen - Me preocupo por todo alrededor de ti. Sólo en tu alrededor ¿No te das cuenta? - se acerca a mi y se detiene en una distancia prudente pero que aún me afecta la respiración - A mi el mundo me vale una mierda pero si se trata de ti no porque... Quiero cuidarte de... - se mira a si mismo - De mi - arrugo mis cejas - He estado solo tanto tiempo que tener a una mujer que es mi mate me resulta difícilmente irresistible - se acerca a mi en un parpadeo y lo tengo frente a mi con sus manos a extremos de mi cara - No quiero arruinar las cosas contigo. Quiero ir lento contigo porque no quiero asustarte.