MINE

Capítulo 46︳ Editado

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𝗣𝗮𝗱𝗿𝗲
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- Creo que ya está - Daryl me mira con ojos analíticos y después con ojos llenos de ternura. - Te ves como toda una reina - me da un beso en la frente y sonrío.
Se hace a un lado para que me vea en el espejo que tenemos al frente pero no soy capaz y me giro a las chicas que también se estaban maquillando en el salon. La primera en verme es Ayla quien sonríe abiertamente y me abraza.

- Te ves fabulosa - Besa mi mejilla y enseguida viene Darcy

- Hiciste un buen trabajo, hermanita - sonríe y le da palmaditas en el hombro mientras me observa

- ¡Oh pero que bonita! - Exclama Rose llegando a mi tomandome de las manos - Te ves preciosa, Kate - Sonrío.

- Gracias - entonces saca una cajita aterciopelada color vino

- Este collar lo eligió Derek para ti - muestra una joya brillante y que los diamantes tienen forma de hojas y en el centro cuelga uno más grande con esa forma. Rose lo quita de su caja y lo extiende dándome a entender que me da la vuelta. Hago mi cabello a un lado y la joya entra en contacto con mi piel. Me doy la vuelta y ella se queda asombrada - Se ve perfecta en ti - me da un beso en cada mejilla y sonrío.

- ¿Ya puedo verla? - la voz de Derek se hace presente y la puerta se entre abre y Daryl corre a bloquearla.

- ¡Espera a que baje! - Derek trata de abrirla y escucho su singular gruñido

- Me cagas - Y enfoco el oído y escucho sus pasos alejarse. Daryl regresa a nosotras riendo.

- Está desesperado - Me acomoda el cabello si es que se puede. - Debemos bajar si quieres que la puerta siga allí - acomoda mis rulos a los lados de mi cara - Volverás loco a mi hermano - comparte una mirada con Darcy y me observo en el espejo. Mierda. Ni yo me reconozco. Mi rostro está perfilado y iluminado a la perfección. Un maquillaje oscuro y elegante y unas pestañas que elevan mi mirada y la vuelven con carácter. Mis labios rojos y ni hablar como todo queda perfecto desde mis tacones hasta mi cabello.

- Te quedará perfecta la corona- Mi hermana hace presencia y voy corriendo hacia ella cuidando mi vestido. Ella me acaricia mi cabello cuando la rodeo con mis brazos. - Te ves preciosa Luna Edwards - Dice eso cuando nuestras miradas se cruzan y un vuelco asalta a mi corazón. Tendré el apellido de Derek y un pueblo bajo mis manos para cuidar y proteger. - ¿Pasa algo? - frunce el ceño y niego forzando una pequeña sonrisa.

- Debemos bajar - cambio de tema y respiro profundo tratando de enviar atrás las náuseas que me invaden. Daryl y mi hermana entralazan mis brazos con los suyos, quedando yo en medio de las dos y suspiro sintiendo un revoltijo en mi estómago. Mierda.

La puerta se abre y mi mundo cae a mis pies.

— Papá — logro pronunciar con un hilo de voz .

Su semblante a como lo recuerdo a cambiado. Sus facciones están más marcadas, sus pómulos están hundidos, su boca está reseca y huele a cigarro y alcohol.

— Necesito que vengas conmigo — su voz fría y tosca me causa escalofríos en la espalda baja.

— No sé si te habrás dado cuenta pero — bajo la mirada a mi vestido — Tengo una fiesta a la cual asistir — trato de pasarle por un lado y me toma fuertemente del brazo.

— Irás conmigo y punto — y comienza a arrastrame al lado contrario de la la escalera que lleva a Derek y los invitados. Detengo mi andar y me safo de él. Corro a la habitación y me encuentro a las chicas que me acompañaban. Todas están inconscientes.

— ¿Qué pasó? — susurro y voy hacia Daryl a comprobar su pulso.

— Ese no es el punto. Me urge irnos— me jala nuevamente y siento mis piernas flaquear. Mi mundo da vueltas y me sostengo de mi padre.

— ¿Qué me pasa? — las náuseas se asientan en mi estómago y me arqueo

— Les puse algo a las bebidas — dice sin inmutarse. — No fue difícil entrar en la cocina y poner un poco

— Maldito — él me lleva a rastras hacia las escaleras de emergencia y cuando bajamos todas, abre la puerta y hay una camioneta con unos tipos custodiando la puerta.

— Subanla — ordena él y uno de ellos me toma en brazos con cuidado y me pone de la misma forma dentro de la camioneta. Mi supuesto padre toma asiento en el asiento del copiloto.

— Él va a buscarme — logro pronunciar. Mis párpados comienzan a pesar y lucho por mantenerme despierta pero no logro tener mucho éxito.

— No te creas tan importante, hija mia — es lo último que logro escuchar y veo oscuridad.

Derek

Subo desesperado las escaleras. Todo el mundo cayó inconsciente por los estupefacientes que había en las bebidas. Lo bueno que yo no decidí beber antes de ver a mi Luna. Llego a la puerta donde la arreglaban y lo primero que veo es a mi abuela en el sofá inconsciente al igual que mis hermanas. Busco con la mirada a mi Luna pero no lo veo. Entro al baño y nada.
Mi pulso se acelera y olfateo el lugar.

Sigo su aroma por el pasillo que lleva a la escalera de emergencia. Al llegar abajo abro la puerta y veo una camioneta negra a lo lejos.

Me transformo y trato de ir hacia la camioneta pero pierdo el rastro en la desviación que tiene tres caminos distintos.

Me regreso al salón donde iba a ser la fiesta. Y mi corazón se estruja al pensar que perdí a mi Luna y no pude impedirlo.

— Derek, Deerekk — Liam canturrea desde el suelo. — Ayuda — aún sostiene la copa de vino. Se la retiro y hace un puchero — ¿Y Kate? — supongo que lo ve por mi cara porque desvía la mirada — ¿Quien fue?

— No lo sé tenemos que investigarlo cuanto antes — lo ayudo a ponerse de pie — Tengo que ver si hay cámaras de seguridad en el estacionamiento — Camino a paso rápido en busca de mi teléfono que lo dejé donde maquillaban a mi mate. Lo busco rápidamente y salgo de ahí seguido de Liam.

— Al parecer a todos nos dió duro el vino — Murmura viendo de reojo a mi familia

Llamo y le pregunto al dueño de este salon sobre las cámaras y eso.

— Anota la matrícula — le pido a Liam cuando tenemos las grabaciones y ya hemos visto varias veces el video

— ¿Y a quien le vas a pedir que te investigue? — alza una ceja.

— Scott es un oficial, imbécil — el nombrado entra por la puerta. Supongo que ya terminó de enviar a todos los invitados a casa. El día estaba perfectamente planeado y ahora se ve manchado.

— ¿Ya tienes la matrícula? — se planta frente a mi y Liam le tiende la matrícula. Él va por su laptop y después de un tiempo. Veo como como frunce el ceño — Que raro... — espero a que siga pero no lo hace.

— ¿Qué?

— Es de su padre