MINE

Capítulo 32

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𝗕𝘂𝘀𝗰𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗲𝘀
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— Liam, sal ya de una vez — gruño contra su puerta. He estado esperando como quince minutos a que salga.

— Ya estoy listo — sale apestando a perfume.

— ¿Porqué te pones tanta de esa mierda? — comienzo a caminar a paso rápido a las escaleras. Me apetece beber alcohol.

— Iremos a un bar humano... Hay que parecer normales ¿No? — pongo los ojos en blanco.

— ¿Piensas llevarte a alguien a acompañarte el sueño? — pregunto irónico.

— No sé si me está gustando tu sarcasmo e ironía — Baja también a paso rápido tratando de seguirme. Tomo las llaves de la camioneta y les digo a los guardias que no los necesitaré. Me subo al asiento de chófer y Liam se apresura al asiento a mi lado. — No pienso acostarme con nadie — Miro al frente y enciendo el motor.— ¿Y tú? — yo que recién había empezado a ir en marcha, freno.

¿Está loco?

— Yo jamás le fallaría a Kate — replico molesto por su comentario y él sonríe inocente. — No porque esté lejos signifique que tenga que buscar un reemplazo — Él guarda silencio.

— Eso ya lo sé... En todo el tiempo que te llevó buscándola nunca estuviste con alguien en serio, en sí. — Y tiene razón. — Sé que probablemente amargue la noche pero...— el bosque comienza a hacerse presente cuando salimos de la manada. El cielo está oscuro y solo se ve la luna alumbrando el camino — ¿Porqué excluyes a Axel? — Aprieto un poco el volante contra mis manos.

— No lo excluyo solo... — Lamo mis labios — Si lo llevo a un bar se perderá más en el alcohol más de lo que ya está... No quiero lidiar con su espectáculos ni deshacerme de mujeres al amanecer. — niego con la cabeza. Esa no es la razón.

— Ambos sabemos que hay algo detrás — señala alzando la ceja, centro mi mirada al camino como excusa. — Yo tengo una idea pero quiero escucharla de ti. ¿No me tienes confianza? — Claro que sí, es la persona en la que más confío en el mundo.

— Sé que tiene algo que ver con Zoe — declaro — Nunca supe a ciencia cierta pero si tuvo algo que ver con lo que le pasó a Kate y con que la revivieran. — lo veo de reojo. Parece muy sorprendido.

— ¿Porqué dices eso? Él... Él estaba de acuerdo con que se fuera. — Mentira

— No es cierto, Liam — pausa — Él siempre estuvo enamorado de Zoe — Liam abre los ojos a más no poder.

— ¿Tú como...?

— Él me lo dijo en un arranque de celos — explico. — Fue un día que tú estabas de viaje con tu familia. Sólo estábamos él y yo... Zoe llegó de repente y si tuvimos relaciones — trueno mis dedos con la vista en el camino — Él escuchó todo y cuando ella dormía, yo salí de la habitación y él me atacó. — Aún recuerdo bien ese día — Discutimos y me dijo que él la quería y que yo no me la merecía y le molestó más que yo le dijera que yo por ella no sentía nada que era ella la que quería estar ahí.. — trago saliva — Mamá siempre me dijo que él no era lo que aparentaba y yo hasta ahora no tengo pruebas suficientes como para quitarlo de su puesto. — me detengo en un semáforo cuando estamos en la ciudad — El maldito borra huellas — me volteo a ver a Liam y está inexpresivo.

— No sé qué decir... Digo... Él siempre me a dado vibras oscuras pero a ese grado... Es muy extraño. — Liam parece revolotear en su mente. — Pero... ¿Si no le tienes confianza porque lo vas a enviar con Kate? — se gira a mirarme alzando las ceja, confuso.

— Porque si le hace algo yo tendré las pruebas suficientes para quitarlo de su puesto y deshacerme de él — Sus ojos brillan al entender.

— ¿Pero porqué simplemente no lo quitas de ahí?

— Tengo mal historial con el personal... ¿Lo recuerdas? — él parece divagar en su mente y hasta que lo recuerda asiente y yo acelero cuando la luz está en verde — No me tomarán en cuenta el sindicato si no llevo pruebas.

— ¿Porqué lo seleccionaste al principio?

— Confiaba en él. Éramos buenos amigos en la Universidad — recuerdo viejos tiempos — Pero pienso que solo lo hizo para tener poder. — me encojo de hombros — de eso me di cuenta ya muy tarde. — estaciono la camioneta y bajo sintiendo la brisa fresca contra mi cara.

— Merecemos embriagarnos — El guardia de la entrada tan sólo me ve, se hace a un lado dejando a las personas que hacen fila protesten un poco. Las luces de colores decoran el lugar y la música retumba en todos lados. Subimos al segundo piso donde solo algunos entran claramente con mi autorización. Pero el día de hoy deje claro que no quería que nadie subiera. Las escaleras son de cristal y la puerta oscura da pase al interior del segundo piso donde la música baja de volumen. La barra está libre tan sólo con un barman.

— Una botella de whisky — Él asiente y saca una botella de mi pedido. Me sirvo yo mismo y él pone en mi vaso hielos.

— ¿La has llamado? — El barman se encuentra preparandole la bebida que pidió y Liam me observa curioso.

— No — doy un gran sorbo — Me estoy comunicando con su hermano — él me mira con los ojos entre cerrados.

— Tienes su número ¿porque simplemente no hablas con ella? — bebo otra vez.

— Quiero que haga un poco de su vida y que... No se sienta mal — Él me mira sin entender.

— Es una estúpida excusa — afirma y suspiro. Bebo lo último de mi vaso y lo relleno otra vez.

Detallo los estantes llenos de alcohol y las luces amarillas que dan calidez algo muy diferente con el piso de abajo. Aquí es más calmado, pacífico.

— No quiero sonar pesado — confieso — Estaré llamando constantemente y no quiero cansarla. — él niega con la cabeza.

— Tal vez piense que ya no te importa — algo se asienta en mi pecho y bebo largo.

— La llamaré en estos días — él me ve satisfecho. Me pongo de pie con la botella en mano y me siento en un sillón que está frente a la pared de cristal que da vista hacia abajo. Las personas se mueven a la par de la música y me permito mirar todo lo que he hecho a través de los años. Ojalá Kate pudiera verlo

Bebo vaso tras vaso y pierdo la noción del tiempo al tener la mente en blanco. Con una paz extraña en mi interior.

— Derek, Derek — sacuden mi cuerpo y despavilo.

— ¿Qué pasa? — arrastro las palabras y él niega con la cabeza.

— Fui a bailar hace horas y cuando me fui te dejé así y sigues así — Abre mucho los ojos y comienzo a verlo borroso — Llevas cinco botellas, Derek — frunzo el ceño y siento mis párpados pesar. — Vámonos — él me levanta a duras penas y yo no sé cómo usar las piernas. Tropiezo seguidas veces y él maldice a lo lejos. Salimos del bar y cuando salimos veo la tenue luz del sol. Ya no hay nadie en el bar solo pocas personas pero no alcanzo a divisar ya que veo borroso y comienzo a sentirme mareado.

Con ayuda de un guardia me suben a la camioneta y Liam conduce.

— ¿A dónde vamos? — siento la garganta seca y busco con los ojos cerrados donde hay una reserva que siempre guardo en mis autos. Cuando la encuentro, la destapo y doy un gran sorbo. Veo a Liam verme y niega con la cabeza.

— Iremos a tu hotel — dice sin más — Necesitas descansar — no digo nada y mis ojos se cierran