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"Lleven sus restos a la parte trasera de la camioneta" "Costales para ocultar los cuerpos" "Insinerenlos" "Tirenlos en el deshuesadero del francés de Lorence, un par de carros y las máquinas harán el resto" "Desaganse de ellos, no importa como pero haganlo"

He estado bastante cerca de la muerte, podría decirse que yo debí de morir hace muchos años, pero por alguna estúpida razón sigo aquí para presenciar la muerte de otros que en mi vida pensé podría ver en un ataud , como por ejemplo el Sr. Hyun, un hombre que trabajaba para mi padre, un hombre nacido para aquel entonces a finales del comienzos de la guerra entre ambas coreas y que para cuando yo nací tendría entre unos 70 años, con un gran cerebro para desarmar y volver a armar el arma de cada uno de nosostros, aunque para su edad se cuestionaban que era bueno en las artes marciales, la verdad era que sus movimientos eran impecables, excelente para preparar un estofado de Yeok, un guiso especial que según la Sra. Yeo estaba creado a base de algas, huevo, kimchi, trozos de una buena carne y picante, mucho picante. Que en compañía de un buen Soju te hacia sentir reconfortante después de un enfrentamiento.

En fin, el señor Hyun terminó falleciendo a los 95 a causa de una falla cardíaca. Y aunque temía que mi padre mencionara aquellas palabra de.. "Coloca los restos en la parte trasera de la camioneta", la verdad era que por primera vez no escuché aquello, en su lugar rento un piso completo en la mejor funeraria, llamo a sus amigos, conocidos, jefes de otros clanes para los que alguna vez el señor Taeyang había prestado sus servicios y llevaron su cuerpo al cementerio.

Sus restos no fueron triturados, insinerados u olvidados, sino fueron sepultados de manera digna, y mejor de lo que pude imaginar. Apartir de ese entonces me planteé en que la muerte no era algo malo si llegaran a recordar enterrarme en un lugar como ese.

Sin embargo y aunque no suelo visitar lugares como esos, ahora me encuentro cruzando las puertas del cementerio "Sky door" uno de los pocos cementerios que recuerdo, puesto que sino fuera porque de verdad odio a la persona que esta aquí , no estaría caminando entre lápidas y verde pasto que parece recién cortado.

Puesto que aunque he mencionado que odio a la persona que descansa en este lugar, odio admitir que fue pieza clave para que en el futuro me liberara de mi padre.

-Bueno- hable- Es estúpido preguntar "¿Cómo has estado?" cuando en realidad no voy a tener respuesta y porque claramente tu estado es bastante evidente- abrí mi botella de Soju- Pero lo haré de todas formas- le di un gran sorbo- ¿Cómo has estado?-

Como era de esperarse no obtuve respuesta, así que di otro sorbo a la botella de cristal, hice una mueca y solté un sonido exagerado al sentir el alcohol recorrer mi garganta, puesto que había pasado algo de tiempo desde que había tomado.

Miré con detenimiento la lapida de aquella tumba que tenía tallado el nombre de "Yang Lea" La estúpida de Lea.

-Veo que la vida te ha tratado bien- bufé-Debo de admitir que te sientas bien la muerte- afirmé- Y ese es el cumplido que te debía- tomé un poco mas- Ya que siempre dijiste que nunca te dije un par siquiera una vez-

La persona cuyos restos se encontraban en aquel lugar, eran de alguien que en pasado quise demasiado como para sentirme un completo estúpido, vuonerable, débil y expuesto. Alguien que me hizo dudar del liderazgo de mi padre y finalmente de mi futuro e inclusive mis propias creencias.

-Por cierto- di un trago de soju- ¿Quieres un poco?- mostré la botella verde a la nada- Seguro que sí, a ti siempre gusto el soju barato que tenia la carretera del kilómetro 52- di un último sorbo a la botella- Ese que deseabas con desesperación para poder acostarte conmigo- reina- Pero nunca lograste tenerme lo sufiente como para desear tener sexo contigo- encogí los hombros- Así que aquí tienes- comencé a vaciar la botella frente a la lapida- No te preocupes por ello, ya tomé demasiado puedes quedartela-

Bad MessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora