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Aquel día tomé el brazalete de Soha y lo guarde en aquella caja de terciopelo negro que lo hacía lucir como un brazalete importante, terminé por mirar aquella frase que solo me hizo recordarla.

"Una promesa, es una promesa"

Sonreí amargamente, la cerré y lo coloqué dentro de un cuarto ocultó del sotano de la casa de campo de Amy, el cual me había brindado como resguardo de cosas importantes después de cuestionarme si acaso el banco no se preguntaría el origen del repentino dinero que tenía o las monedas de oro que se encontraban en un perfecto portafolio agrupadas de 10 en 10.

Tomé un par de grupos de estas y un poco de dinero en efectivo que coloqué en una mochila deportiva color negro, y terminé por cerrarla con clave.

Aquel lugar, no solo resguardaba mi dinero y ganancias de los negocios que estuve manejando por un tiempo, sino que además compartía espacio con cosas valiosas en su momento pero que deseaba dejar atrás porque pertenecían a mi pasado o tenían relación con  personas relevantes para mi, así que para que no tuvieran algo con que amenazarme tendría que desacerme de todo aquello que me hiciera cercano a alguien.

Amy me miró por una vez más para brindarle un abrazo que poca veces le brindaba, miré a Ji-eun y me inque a su altura para darle algo que debería cuidar.

-Hey Ji-eun, necesito que cuides esto por mi- le tendí aquel peculiar gato de felpa con ojos de botón- Es importante para mi pero no puedo llevarlo al departamento así que jura que lo cuidaras-

-¿Porqué no puedes llevarlo?- cuestionó- Se vería bonito en tu casa tío Yoongi-

-Amm, es que yo … me mudare- miré a Amy quien me miró desconcertada- Así que mientras busco un buen lugar tienes que cuidarlo, no importa si tardo dias,meses o… años- susurré para mi- Regresaré por el y lo quiero de vuelta. Sin un rasguño. ¿Entiendes?-

Ella asintió y terminó por tomarlo entre sus manos para abrazarlo con fuerza, me acerqué a ella para abrazarla con fuerza, aquella niña es la familia de Amy, había pasado a ser de mi familia e indudablemente me anclaba al mundo de que el amor y fidelidad entre dos personas existe. Aunque no siempre de la manera que te gustaría.

Me incorporé y miré a Amy. Ella me dió una sonrisa nostálgica.

-Bueno, no puedo hacer que cambies de opinión, solo acegurate de decirnos donde…-

-Estaré en el departamento un par de dias y me iré- hablé firme- No quiero que digas nada, ya le he hablado con DK y por favor- la miré- Si Soha viene y pregunta por mi- sonreí irónico al pensar siquiera en que eso pudiera suceder- No digas nada. Por favor-

…..

Desde entonces no he visto a Amy, aún sigo en la ciudad esperando la fecha indicada para tomar aquel vuelo a Las vegas que compré hace un fin de semana.

Así que… Hoy, en un día común como "Yoon" estaría rodeado por más de 15 hombres con guantes y Shorts que básicamente estén a escasos centímetros de mostrar lo más intimo de su ser a la par que golpean un saco de más de 50 kilos mientras que yo les enseño como dar un perfecto golpe en las costillas. Sin embargo ahora soy yo el que me encuentro con guantes, pantalones holgados , una sudadera cuyo gorro cubre mi rostro y sin nadie a mi alrededor por que he entrado en plena noche al gimnasio de DK. Exacto,  después de pedir mi renuncia definitiva a una de las personas a la que le puedo llamar amigo, le pedí un ultimo favor el cual era nada más y nada menos de permitirme estar una última noche en este lugar en donde pudiera sacar todas y cada una de las frustraciones que tenía.

DK como alguien amable y comprensible terminó por ceder y darme las llaves después de haberlas pedido con poca amabilidad.

-Estúpido- golpee con fuerza el saco- No debí de haber confiado en ti- golpeé de nuevo haciendo que el saco se balanceara lejos de mi- Al parecer soy más estúpido de lo que pensé- continué con movimientos constantes hasta que mi vista se perdió en el color rojo del bulto frente a mi- Agh-

Bad MessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora