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Dicen que las nuevas  vidas traen nuevos lugares, nuevas experiencias y nuevas personas por conocer. Pero mi vida no es exactamente muy nueva mucho menos la chica que se ha despertado hace un par de minutos y el lugar al que me dirijo es mas viejo que mi padre así que… no espero nada.

-Min- mencionaron- ¿Hacía donde vamos?- comentó seria- Supongo que ahora esto es un secuestro real-

-Buenos días Chica mimada- mencioné en su mismo tono- Si quieres tomarlo como un secuestro tómalo asi- miré el retrovisor- Pero no lo es-

Nuestras miradas chocaron e inmediatamente regrese mi vista al frente. Ambos seguíamos tensos y eso hacía de esto aún más insoportable, pero lo puedo manejar, más bien… debo manejarlo, me entrenaron para esto o al menos para secuestrar; así que no tenía nada más que hacer que guardar silencio y cruzar un par de palabras con ella, solo cuando sea necesario.

-¿Quién te ha dicho mi apellido?- Cuestione- No lo digas-

–Lo he escuchado tantas veces y de diferentes personas que simplemente es fácil no saberlo, además tendría que aprender algo para cuando me dejes libre y te arresten por privarme de mi libertad-

-Tenemos un trato. Así que no puedes simplemente….-

-Claro que puedo. Las niñas ricas y mimadas son buenas mintiendo. ¿No es así?-

-Así que es por eso que estas enojada- reí burlonamente- Eres una niña- miré el retrovisor- Mi punto de vista no debería de importante. ¿De acuerdo?-

-Ahora los secuestradores también te privan de tu libertad de expresión- recargo su cabeza en la ventana- Interesante-

-Bien- comenté molesto- ¡Me has cansado!-

Detuve bruscamente la camioneta, me desabroche el cinturón, bajé para caminar hasta la parte trasera del auto y abrir la puerta, para encontrarme de frente con Chris al que inmediatamente hice a un lado para tomar la sudadera; la rasgue y tomé un par de trozos de esta.

-¡¿Qué crees que haces?!- gritó con enojo- Estas demen…-

No deje que terminará ya que coloqué un trozo de tela en su boca y lo sujete con fuerza, trataba de decir algo pero claramente fue en vano; tomé sus manos con fuerza y las amarre, repetí el mismo procedimiento con sus pies y en cuestión de minutos se encontraba inmóvil. Se movió un par de veces pero eso simplemente  hizo que el cólera se apoderará de mi cuerpo, así que la tomé con fuerza de los hombros obligandola a verme.

-Bien- mencioné enojado- Si querías que esto pareciera un secuestro, será así- lo miré-   Pensé que eras una chica mimada  diferente, mis opiniones acerca de tu personalidad comenzaban a cambiar pero me equivoque- la miré serio- Así que, volvamos al comienzo- bufé molesto-

Chris mantuvo su mirada en mí, una bastante incomprensible, con un peculiar color y podría decir que con un sentimiento de tristeza y arrepentimiento. Por mi parte no disfrutaba montar toda esta escena. Odiaba tener que regresar al trabajo sucio, me hacía recordar a mi padre y mi papel en los negocios familiares. Así que no disfrutaba para nada esto.

Nos miramos un par de segundos más y la solté bruscamente antes de cerrar la puerta y regresar al volante.

-Iremos lejos. Así que será mejor que no hagas algún ruido o siquiera intentes desatarte porque no creo que puedas siquiera desatar un nudo. Y también…- abrí la guantera y saqué el arma que había dejado de usar cuando estábamos cerca- Recuerda que puedo usar esto mejor que tu- miré a mis espaldas- Así que.. será mejor que te comportes-

El camino fue aún más silencioso e incómodo de lo que lo era antes, pero al menos me permitía estar concentrada para tomar las desviaciones necesarias para llegar al viejo bosque donde practicaba cacería con mi padre, un lugar bastante silencioso, alejado y apartado de todo como para que alguien nos encontrara, o mejor aún nos reconociera.

Bad MessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora