26

29 6 0
                                    


Mientras que Yoongi y Christine emprendían otro viaje en autopista para visitar a Amy y contarle sobre los problemas que podrían surgir en su camino con la chica mimada.

Shadow se mantenía alerta de ese par con personas pisandoles los talones, puesto que sin que ellos lo supieran habían visitado aquella juguetería que habían visitado días atrás con Ji- eun puesto que la tarjeta negra había sido usada y con ello se generaba una actividad que los comandantes de policía y Shadow habían esperado desde hace días.

-Cierren todo- mencionó una mujer con voz autoritaria y pasos prominentes- Y largence todos, menos- tomó del cuello al hombre de unos 30 que se encontraba al frente de las cámaras de segurirdad- Tu. Te necesitamos-

-Pero es que…- sacó la navaja de sus medias y la colocó sobre el cuello del hombre-

-No entiendes que debes de quedarte, Nunca debes de decirme que no-

Aquella mujer era lo más cercano a la perfección que los hombres podían imaginar, curvas pronunciadas, de cintura pequeña y caderas anchas, piernas largas, delgadas y proporcionadas con su plano abdomen que captaba la mirada de todos los hombres que se atrevían a hacer negocios con ella, busto pronunciado, cabello largo, de color negro, Tez blanca, labios tintados de un rojo escarlata, e imprenetables ojos negros que mostraban lo difícil que es llegar a ella.

Todos los que lograban contactarla solían llamarla la Marenlie Monroe del siglo XXI, pero también como una de las hijas de Sam.

Ella, es nada más y nada menos que Scarlet.

Trabajadora y mano derecha de Shadow, puesto que si bien el padre de Yoon lo tenía a él,  Shadow tenía a una perfecta chica dispuesta a matar a cualquiera si su tan amado jefe se lo pidiera.

-Señorita- hablaron a sus espaldas- El perímetro esta asegurado-

-Bien- miró al guardia- Ahora, déjanos a solas- mencionó a uno de sus hombres- No necesito a nadie cerca, hablaré con este estúpido-

El hombre asintió y salió de la sala para dejar a ese par en un cubículo de nos más allá de 3 metros de ancho, con una gran pared llena de monitores de los distintos puntos de la tienda. Puesto que lo que a ella le interesaba era la cinta del día en que la chica había venido con el sujeto que ha pasado desapercibido todo este tiempo, para ser más exactos, al momento en donde ella se retira, pues quería asegurase que en efecto, no se encontraba sola y saber se una vez por todas quien era aquella persona que la escondía de su valioso jefe.

-Ahora, se que iniciamos mal,Am…- miró al guardia mientras buscaba su tarjeta de identificación-Wonwoo-  guardo su navaja- Solo quería ser ruda ante ese par de idiotas que trabajan conmigo- se acercó para acariciar el cuello de su camisa- Así que.. si quieres que te haga un favor- se sentó sobre sus piernas- Solo necesito que me muestres la cinta de hace 5 dias- acarició delicadamente la clavícula del hombre- La cámara de la puerta del frente minuto 360 y yo- se acerco a su oido- Te daré un gran premio-

Aquel guardia trago en seco, miró con detenimiento aquella mujer que sin remordimiento comenzaba a mover sus caderas encima de aquel hombre, él soltó un leve pero audible gemido de placer que hizo que apartara a aquella mujer de encima suyo, se incorporó y caminó en dirección a un gran librero donde se encontraban las cintas de video de los días anteriores, busco desesperado hasta que encontró la del día indicado, se sentó devuelta y colocó la cinta en el reproductor, con manos ágiles comenzó a recorrer minuto a minuto.

Aquella chica que sonrió ladina mientras mordía su labio inferior contenta por haber logrado su cometido. Puesto que sus encantos físicos hacían que la mayoría de los hombres cayeran a sus pies, el deseo sexual que generaba en ellos era sin duda algo que usaba a su favor para aprovecharse de ellos y de vez en cuando pata saciar sus propias necesidades sexuales.

Se colocó detrás del Wonwoo y comenzó a acariciar sus hombros, puesto que en efecto aquel hombre de 30 años, había captado la atención de aquella atletica chica de 27.

-Vamos Wonwoo- recargo su cabeza en el hombro del chico- Puedes darte prisa- depósito un beso en la oreja del chico- Deseo hacerte ese favor y…-

-Aquí esta-

El chico detuvo la grabación en el minuto que la chica había pedido, puesto que Shadow no mandaba a cualquiera y sin antecedentes, no había llegado como cualquiera a investigar, su querido soplón le había dado cada detalle de su vista aquel lugar, había estado encargado de contar el tiempo desde afuera y en cuanto estos salieran él le daría aviso para visitar el lugar y no perder el tiempo.

Su jefe era un hombre eficiente, discreto y también… letal.

-Veamos- empujó la silla del chico lejos de las pantallas- Así que aquí estas- tocó delicadamente la pantalla al ver el rostro de la chica- La tan preciada golden- sonrió vistoriosa al verla en la pantalla- En poco tiempo serás nuestra, solo nuestra- habló con la pantalla- Y tu- examinó el chico aun costado de ella- Tu eres… Agh-

Sacó un teléfono, tomó una foto al monitor y mandó aquella imagen del chico a sus hombres, necesitaba información lo antes posible para no perder más tiempo y tener de una vez por todas a la chicoa que capto la atención de Shadow. De lo contrario no sólo perderían el respeto del hombre de las tiniebblas, sino más bien sus cabezas.

La cabeza se Scarlet estaba en juego.

-Muy bien Wonwoo- centro su atención de nuevo al guardia- Es hora- se retiró su vestido- De recibir tu favor-

La chica rodeo sus piernas al rededor del torso del chico quien indudablemente comenzó a besar el cuello de la chica desesperado como si nunca hubiera tocado a una, y es que Scarlet era sinónimo de un arácnido letal, ya que una vez que cayeran en su oscuro y adictivo veneno de deseo, no vivirían para siquiera pedir más.

-Agh- gadeo- Wonwoo, eres tan bueno como lo pensé-

La chico comenzó a hacer un par de movimientos en el chico que cesarán al chico del placer, y aunque Widow disfrutaba de aquel acto,  cuando el chico se fundió en el extasis, posicionó   su cabeza hacia atrás e imploraba porque la chica siguiera, Scarlet cautelosamente tomó aquella navaja que había ocultado y sin dudarlo la paso sobre el cuello de este provocando su muerte inminente.

La chica se alejó del chico con un rostro de sangre en parte de su rostro y pecho. Tomó la camisa del chico, se limpio y colocó de nuevo aquel vestido escarlata que llevaba siempre consigo. Caminó hacia la puerta y salió dela oficina donde uno de sus hombres la esperaba.

-Yoongi, Señorita- habló este mientras le tendía la fotografía del monitor impresa, que adjuntaba la foto del antes mencionada del tamaño de una postal- Min Yoongi, el hijo del Señor Min con quien tiene un…-

-Y es conocida de..- rió con sionismo mientras le tendí de nuevo la foto a su guardia- Así que Min Yoongi- abrieron la puerta de su camioneta- Estas jodido. Muy jodido-

Aquellos autos negros se alegaron del lugar dejando un notorio robo y asesinato, pero no había policías o alarmas sueltas así que no había nada de que preocuparse, en su lugar planeaban el siguiente golpe. Uno que les daría el tiempo suficiente para pensar que todo estaba en el pasado.

-¿Qué tienes para mi?- habló una voz gruesa y profunda al costado de la chica- Scarlet-

-Min Yoongi , jefe- habló y le tendió la fotografía- El estúpido de Min Yoongi-

-Creí que había dejado los negocios- encendió su cigarrillo- Ya veo que ahora se dedica a robarme lo que es mio-  con la punta del cigarrillo comenzó a encender su fotografía- Bastardo-

-De hecho- la chica cruzo sus piernas- Nuestro informante es...-

-Lo sé- avento la fotografía fuera del auto en movimiento- Eso nos da más ventaja en esto-

Sin pensarlo dos veces, aquel hombre obeso, con traje y olor a tabaco por colonia tomó su teléfono y llamo.

-Agust. Necesito de tu ayuda-

Bad MessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora