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La soledad se esfumó, el silencio se hizo más profundo y el frío que instantes atrás ambos sentían terminó por desaparecer debido a que ahora el causante de su dolor y tristeza de los últimos días se había apoderado de sus labios mientras que uno de ellos rodeaba sus brazos en la  cintura de su amada.

Sin miedo ella colocó sus manos alrededor de mi cuello para profundizar aquel beso que deseaba desde hace días, así que yo en respuesta quería hacerle saber con cada movimiento de estos que me encontraba sediento de aquellos labios rosados perfectamente delineados y humectados que se habían vuelto una adicción desde la primera vez que los probe.

Quería hacerle notar el deseo ferviente que tenía guardado de demostrarle que si esta era la única vida en la que ambos podrían tener un amor agridulce , deseaba ser parte de ella en cuerpo y alma, como Angel  lo hacía saber que deseaba estar con él como nadie ha estado con ella.

Lentamente se se separaron para mirarse directo a los ojos, en dónde ambos lograron ver las sombras que en ese momentos sus ojos resguardaban, algo tan oscuro e ilegal pero adictvo para ambos que simplemente sabían que a este punto no podían parar.

Ambos lo necesitaban.

Sin miedo ella lo tomó de la sudadera para atraerlo a ella, formando un beso más necesitado que deseaba hacerle notar que por esta noche quería aparentar que nada paso y que seguían siendo los mismos extraños que se volvieron algo más que eso tras vivir un par de meses bastante interrogantes.

¿Pero a quien no le apacionaba lo desconocido?

Sin perder tiempo  él  la cargo para que al instante ella colocará sus piernas alrededor de su torso  y así ambos se encaminaron hasta la habitación del chico en donde decidido a dar el siguiente paso, se alejo ligeramente de ella para retirarle aquella sudadera negra.

-Espera- comentó Soha con voz agitada- No quiero hacerlo en donde seguramente has estado con...- suspiró en cuanto metí  una de mis manos bajo su sudadera y comence a acariciar su vientre - Chicas que..-

-Angel- me acerqué a ella para acariciar su mandíbula- Que haya tenido aventuras no significa que te trataré como a cualquiera- le retiré su sudadera - Tu eres especial-

-Eso significa que..- la tomé de la cintura de nuevo- ¿No seré una aventura?- susurró muy cerca de mi rostro- ¿Cierto?-

-No- mordí mi labio inferior- A ti te trataré como la reina que eres - confesé- Como MI reina -

Sin tiempo para procesar lo que ella acababa de escuchar,  Ataque sus labios mientras lentamente , con algo de inseguridad metí mis manos por debajo de su blusa para sentir su tersa y delicada  piel  la cual se erizo ante mi tacto, deposité su cuerpo en la cama para poder estar más cómodos.

Bajé mis besos hasta su cuello, Angel soltó un leve gemido de placer que me hizo sonreir, disfrutaba el hecho de hacerla gemir, porque sabía que lo disfrutába. Y esto era solo el comienzo.

Me alejé de ella para retirarme la camisa, ella me miró  y se incorporó para conteplar mi abdomen que siempre mantenia oculto debajo de todas y cada una de las playeras negras que tenía conmigo. Paso las yemas de sus dedos por aquel lugar provocando que soltará un leve gemido desesperado que nos hizo vernos a los ojos de nuevo,  perdiéndome una vez más en las sombras de estos.

La tomé de la cintura y la alce en el aire para que rodeará sus piernas en mi abdomen, esta vez ella beso mi cuello dejando un caminó de besos humedos por aquel espacio mientras que yo torpemente y segado por el deseo que invadía mi cuerpo,  retiraba su blusa dejándola en sujetador el cual no duro en ella por mucho tiempo.

Bad MessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora