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Dos dias, dos jodidos y malditos días son los que bastaron para que me trasladaran a un reclusorio de grado mayor, puesto que me habían relacionado con un crimen relevante.

Crimen que claramente no había cometido.

Fue cuestión de tiempo para que me viera rodeado de personas que en su mayoría habían hecho rodar menos cantidad de sangre que la que yo había hecho correr en toda mi vida; la diferencia entre ellos y yo es que ocupo mi cerebro no solo para matar a sangre fría sino que elaboró un plan, no dejo señuelos ni mucho menos evidencia.

Mientras caminaba atraves de aquel oscuro pasillo que me lleva a alguna celda, los reclusos gritaban un par de cosas y los guardias otras, los barrotes eran lo suficientemente gruesos como para guardar al prisionero más desalmado pero no para alguien que sepa usar bien los medios que se le dan para huir, siempre hay una falla en el sistema. SIEMPRE.

Por primera vez pisaba los pisos grises de un reclusorio, escuchaba los insultos de algunos presos, ruidos metálicos a causa de que el guardia golpeaba su macana contra los garrotes, chiflidos, gritos, y a la lejanía el sonido de un silbato porque seguramente un par de reos se encontraban peleando.

-Espero que Amy pueda resolver esto por que de lo contrario tendré que llamar al bastardo de mi padre para que lo solucioné con SU dinero-

Chasquee la lengua y me recargue en la pared mirando hacía afuera en donde veía como otro preso me miraba amenazante mientras afilaba su cuchillo en la desgastada pared cubierta con grafitis color blanco, supongo que tienen una gran cantidad de tizas y tiempo como para hacer todos esos garabatos.

Solo basto para que mostrará mi dedo medio para que se enfureciera y caminara a la reja de su celda para comenzar a decirme insultos. Yo solo me limité a reírme cínicamente. Bastardo.

Mi campo de visión se vio bloqueado debido a que el guardia abrió la reja.

-Sal- comentó cortante- Pagaron tu fianza-

¿Ah? ¿Pagaron mi fianza?

Supongo que Amy debió de soltar mucho dinero como para que me dejaran salir con tanta facilidad, puesto que ahora que Angel  está lejos pero las personas que me detuvieron estuvieron bastante cerca , solo me hicieron reconocer que Angel no es una chica cualquiera sino alguien que facilmente podría dejarme pudrir en la carcel si así lo desea, con su poddr y dinero podría hacerme ver tan diminuto e inignificante como un insecto.

Y si no era ella serían los sujetos que la condujeron a la gran camioneta negra puesto que "Secuestrar" a una empresaria como ella  no es cualquier cosa.

Ya que al parecer la chica mimada  nunca les habló del trato que teníamos.

No objete ante la orden de aquel guardia puesto que deseaba salir de aquí así que solo tendí mis brazos para que retirará las esposas, supongo que después de todo esto deberé de disculparme con Amy y decirle que pronto le regresaré el dinero que probablemnte tomó del fondo para la universidad de Ji-eun que dejo su abuelo al.....

-Hola- levanté la vista al escuchar esa voz- Supongo que...-

¿Qué rayos hacía aquí?

Miré con enojo, rabia y algo de dolor a la última persona que deseaba ver en estos momentos. Ella ya debería de estar lejos, sentada frente algún escritorio, rodeada de hombres con clase y dinero en sus bolsillos dispuestos a invertir sumas exuberantes en negocios del futuro, con su familia, un horario de mierda tras ausentarse tanto tiempo y mucho papeleo que le tomará noches en terminar.

Pero no,  ahora ella se encuentra al frente de mi con un impecable saco, falda de tubo, y tacones altos como si la presidenta fuera de visita al reclusorio solo para tomar unas estúpidas fotos de caridad que la ayudará  a promover su imagen electoral.

Bad MessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora