ALEXITIMIA

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En lo profundo del alma, oculta en el abismo,
yace la alejada y solitaria Alexitimia.
Un velo oscuro que cubre mi existencia,
una prisión silenciosa sin cadenas ni analogía.

Tengo el corazón vacío de emociones e ilusiones,
aferrado a la frialdad de todas las decepciones.

Mis palabras se refugian en lo desconocido,
y mi tormenta interna se agita sin ruido.
La incapacidad de expresar lo que siento,
me arrastra a los senderos de un cruel tormento.

No reconozco las emociones que emergen,
se desvanecen como hojas secas que perecen.
La rabia arde dentro, en llamas desatada,
pero mi boca permanece callada y sofocada.

La alegría se escapa como un suspiro fugaz,
y la tristeza se abraza a mi ser solaz.
La confusión alimenta mi oscuro pantano,
mientras mi mente se atasca entre un profundo engaño.

Mis suspiros gritan palabras no pronunciadas,
un lamento saliente, abrasador y sin pausas.
Como un mar embravecido en su tormenta interna,
mi corazón naufraga en una soledad eterna.

Me encuentro encerrado en un laberinto gris,
donde las palabras se esconden de raíz.
Un puzle incompleto, sin piezas aliadas,
donde el sufrimiento habita y se despliega en llamas.

Mis interacciones se vuelven un baile sin ritmo,
un acorde roto en un sinfónico abismo.
Mis relaciones se marchitan sin comprender,
el calor humano que ayuda a florecer.

La Alexitimia infecta mi sentir y comprender,
convierte en ruinas mi forma de ser.
Me observo en el espejo de la desolación,
y me pregunto si algún día hallaré mi redención.

Quizás algún día, de los labios brote la voz,
y pueda liberar el nudo que aprisiona mi voz.
Quizás algún día, las emociones me atrapen,
y en mi ser, la alegría y la tristeza se destapen.

Pero mientras tanto, me debato en mi propia cárcel,
solitario en un refugio despiadado y cruel.
Rabio por padecer esta condición desoladora,
que me arranca las palabras y llena de mis noches de una rabia desoladora.

No me veas con lástima, solo comprende que es una lucha constante en mi día a día.

La Alexitimia es un síndrome sin nombre, una prisión invisible que me adormece.
No me juzgues por mis silencios o aparente frialdad, sino por la lucha constante en esta realidad.
Este poema es mi voz silenciada,
Lanzo mi grito contenido como reflejo honesto y desnudo de mi ser dolorido.
Que el mundo escuche el sufrimiento que engendra, y que su conocimiento, encuentre la verdad en su senda.

ENTRE SOMBRAS Y SUSURROS: Poemas íntimos llenos de desamor y tormento.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora