Mi realidad.

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Mi cabeza es un torbellino lleno de caos,
una lluvia de pensamientos que progresan sin cesar,
cada uno arrastrándome con fuerza
hacia cambios de emociones demasiado intensas.

De la tristeza a la alegría en un segundo,
de la calma a la ira en un abrir y cerrar de ojos,
mi mente es un campo de batalla constante,
donde las emociones y mi mente luchan sin descanso.

El mundo que me rodea se vuelve inmenso,
y yo me siento cada vez más pequeño,
absorbido por esta vorágine sin control,
donde los sentimientos dominan todo mi cuerpo.

Me encuentro sin respiro y sin descanso,
las emociones están acabando conmigo,
me arrastran hacia profundidades oscuras
donde parece imposible encontrar cualquier suspiro.

Deseo volver a perder toda emoción,
olvidar todo dolor que aflige mi corazón,
un desprendimiento total, una desconexión absoluta,
una tregua en este vasto universo de locura.

Pero el Trastorno Límite de Personalidad está presente,
más vivo que nunca, hundiéndome en su ser.
Es una sombra que se aferra a mi existencia
y no me permite escapar de esta penitencia.

Luchando contra los altibajos constantes,
busco una forma de encontrar la calma interna.
Pero cada paso adelante es seguido por dos atrás
y el peso del TLP me lleva al borde del abismo.

A veces, anhelo ser como una roca fría y dura,
sin sentimientos ni desgarradoras heridas.
Pero entonces pienso en la belleza del amor y la felicidad,
y sé que esas sombras no deben ser abolidas.

A pesar del tormento constante que me aqueja,
he aprendido a encontrar la fuerza en mi vulnerabilidad.
En cada lágrima que derramo y en cada emoción desbordante,
encuentro la esencia de quien soy en realidad.

ENTRE SOMBRAS Y SUSURROS: Poemas íntimos llenos de desamor y tormento.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora