La artrosis no doblegará mi espíritu: la lucha de un guerrero en el gimnasio

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En mi ser, la artrosis se presenta,
las articulaciones se deterioran,
dolor implacable, cada día aumenta,
mas mi mente se mantiene completa.

Mi cuerpo debilitado es mi desventaja,
pero mi espíritu de hierro no se rinde,
con valentía enfrento la batalla,
y a pesar de la adversidad, en la lucha nunca me ahogaré.

Mis huesos duelen, mas no me detengo,
peleo, sin importar cuánto me duelan,
la vida es un desafío que enfrento,
mi voluntad jamás se doblegará.

En el gimnasio encuentro mi refugio,
mi salvación, mi lugar de sanación,
fortalezco los músculos con un afán prodigio,
y ahuyento el dolor con dedicación.

Entre máquinas y pesas, renazco,
ya no me abate el peso de la enfermedad,
en cada movimiento, mi mente no se compadece,
y a la superación persigo con frialdad.

El sudor, mi insignia de superación,
cada gota que cae es una victoria,
mi cuerpo desafiando la limitación,
la artrosis no aplastará mi gloria.

Aunque el dolor quede impreso en mis huesos,
la fuerza que renace lleva el timón,
mi mente poderosa ahoga los llantos,
y de la vida extraigo una nueva canción.

Así, enfrento la artrosis y sus embistes,
con tenacidad y fe en mi ser,
donde el gimnasio es el faro que asiste,
y me impulsa a nunca perder.

Postrado en la lucha, me levanto siempre,
con ganas de seguir la pelea,
la artrosis no doblegará mi frente,
pues en mi espíritu la esperanza se endereza.

Con cada paso, con cada ejercicio,
siento cómo mi cuerpo se fortalece,
la artrosis no es mi cárcel, ni mi vicio,
soy un guerrero, un ser que renace.

Así, peleo sin rendirme ante el dolor,
y el gimnasio me salvó la vida,
con cada movimiento, me libero al son,
y camino hacia una existencia enardecida.

ENTRE SOMBRAS Y SUSURROS: Poemas íntimos llenos de desamor y tormento.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora