ENTRE SOMBRAS Y SUSURROS: Poemas íntimos llenos de desamor y tormento.

LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD

Toma, perdiste la última ocasión
Que tenías para estar junto a mí,
En este mar de sentimientos perdidos,
el amor se esfumó y se perdió.

Había un tiempo en que éramos dos seres,
unidos por hilos de pureza y fe,
Pero llegó el momento en que todo cambió,
y tú, decidiste alejarte de mí.

Esa oportunidad que ahora se desvaneció,
Era la última que te quedaba para volar juntos,
en un cielo infinito de admiración y pasión,
pero preferiste quedarte en tierra firme.

Yo te di mi corazón, sin reservas ni dudas,
y esperé pacientemente tus palabras de amor,
Pero solo recibí silencio y desinterés,
mientras mi mente y alma se consumían lentamente.

Ahora me encuentro aquí, resistiendo el dolor,
Consciente de que no habrá otra oportunidad,
Tus acciones hablaron más fuerte que tus palabras,
y dejaste un corazón único destrozado.

Perdiste la última oportunidad conmigo,
ya no seremos cómplices de este triste juego,
Te alejaste cuando más te necesitaba cerca,
dejando mi alma herida y llena de cicatrices por tu personalidad terca.

Pero a pesar de la tristeza que me invadió,
he aprendido a ser fuerte y seguir adelante.
Dejo atrás los recuerdos dolorosos contigo,
y camino hacia una nueva luz en mi destino.

No guardo rencor por lo que pudo haber sido,
simplemente acepto tu decisión y continúo.
amaré sin esperar nada a cambio y sin reproches,
porque sé que el amor verdadero lo encontré en aquella noche.

Toma, perdiste la última oportunidad conmigo,
y aunque duela en lo más profundo de mi ser,
Sabes que siempre quedarás en mi recuerdo,
como un suspiro lejano de un amor tóxico y efímero.

Sin embargo, la vida sigue su curso imparable,
y el tiempo borrará lentamente las heridas.
Me levanto con fuerza y valentía hacia el futuro,
dejando atrás aquellos sueños truncados y malévolos contigo.

Toma, aprendamos ambos de esta lección,
de que el amor es un regalo delicado y frágil.
Te deseo que no desperdicies la oportunidad de amar intensamente a otra persona ajena de un nosotros,
porque puede llegar a ser tu salvación en este caos que provocaste por culpa de otros.

Así, mientras nos alejamos sin mirar atrás,
encuentro el consuelo en el amor propio y en unos labios ajenos con los que despierto,
Y te deseo sinceramente que encuentres tu camino,
aunque no sea a mi lado, sino en otro regazo alejado de lo nuestro.