ENTRE SOMBRAS Y SUSURROS: Poemas íntimos llenos de desamor y tormento.

Úsame, rompeme de nuevo.

Siento como todos me usan, sin piedad me utilizan,
me tratan como un simple objeto, que en cualquier rincón desechan.
Me siento insignificante, alguien fácil de olvidar,
quien todo el mundo usa, y sin remordimientos deja marchar.

Dolido y cansado, esta herida no sana,
la ansiedad se cierne en mi pecho provocando aquella náusea que me desgana.
Intento ser bueno en un mundo malvado,
donde el egoísmo y la maldad me están adueñando.

Trato de no cambiar, de conservar lo que soy,
pero cada día que pasa, una nueva parte de mí se desarmó.
Me siento inútil, insignificante ante la vida,
y en mi búsqueda insaciable, no encuentro alegría.

No hallo satisfacción en este camino sin final,
y en mi desesperación, no encuentro donde me puedo agarrar.
Busco un sentido, un propósito para vivir,
pero mis pasos vacilan, me niegan proseguir.

Pido ayuda a gritos, pero nadie escucha mi voz,
me siento intimidado por aquel en quien me convierto hoy.
El miedo se arremolina en mi mente, sin cesar,
temo perderme en la oscuridad, sin poder regresar.

Quiero encontrar paz en medio de este caos,
donde los corazones fríos parecen no tener reparos.
Anhelo ser salvado de esta triste soledad,
y descubrir el amor que me ayude a renacer en realidad.

Hazme entender que no todo está perdido,
que en mi interior aún existe un ser querido.
Dame fuerzas para enfrentar mis demonios internos,
y mostrarme que aún puedo ser quien uno desea sacar del infierno.

Pues en cada cicatriz hay una historia que contar,
y aunque me sienta roto, puedo volver a amar.
Ayúdame a encontrar mi verdadera esencia,
y dejar atrás este temor que amenaza mi existencia.

Permíteme descubrir la belleza que me rodea,
y que cada paso dado tenga una razón buena.
Guíame en mi camino hacia la liberación,
donde encuentre mi autenticidad y mi sanación.

Pero la desesperanza se hace dueña de mi ser,
la oscuridad se apodera y no puedo volver a renacer.
La soledad se arraiga más profundo en mi interior,
y la tristeza consume cada rincón de mi corazón.

No encuentro respuestas, ni consuelo en el horizonte,
me pierdo en laberintos de incertidumbre y desgaste.
La vida se desvanece, como la luz al final del día,
y en el abismo me encuentro sin salida, sin guía.

No puedo escapar de esta angustia que me oprime,
me ahogo en un mar de suspiros donde nadie me rescata ni me redime.
La esperanza se desvanece en un vacío sin fondo,
y en el silencio de mi miseria me encuentro luchando contra este mundo.

Quizás algún día encuentre la fuerza para luchar,
para salir de esta cárcel de tristeza y poder volar.
Pero por ahora, me rindo, me entrego al desaliento,
y me resigno a vivir en este abismo sin aliento.

Mi voz se apaga, mis sueños se desvanecen,
y me pierdo en la penumbra de un futuro que desaparece.
No hay salvación para mí, solo hay desesperanza,
y en esta agonía eterna, mi alma se desgana.