XIV: Pasado Incierto.

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Miércoles, 12:30 am.
Kayla.

Ayer fue un día bastante loco, esa pelea fue brutal y bueno, aunque admito que fue genial que alguien por fin le diera su merecido a Ángelo, no disfruté esa escena.

El show de Ethan le costó caro, acabaron por suspenderlo durante una semana entera. Aunque pensándolo bien, creo que no le fue tan mal, lo que hizo es motivo de expulsión. Me pregunto por qué no lo hicieron. Como sea, pasaré toda una semana tranquila, lejos de ese amargado.

Quisiera decir que Dylan y Taylor se lo están tomando tan bien como yo, pero la verdad, sólo ha pasado medio día y no han parado de mencionar cuánto lo extrañan.

—Es sólo una semana, chicos. Volverá el próximo miércoles. ¡Ya relájense!—les digo un poco obstinada.

Ellos suspiran.

—Lo sabemos, pero es la costumbre.—comenta Dylan.

Frunzo el ceño.

—¿Costumbre de qué? Sólo lleva dos semanas y media aquí.—refuto.

—Eres muy insensible, Kayli.

Volteo mis ojos con hastio.

—No soy insensible, sólo razonable.—respondo con serenidad.

Un silencio se cuela luego de ese último comentario, mas la risa de Taylor rompe con este al instante. La miro con interrogación.

—¿De qué te ríes?

Ella toma aire e intenta explicar.

—Nada, es sólo que es gracioso.—sigue riendo.

Arqueo una ceja.

—¿Qué cosa?

—Que Ethan lleve sólo dos semanas aquí y ya haya causado tanto alboroto.

Dylan ríe.

—Es verdad. Ha causado todo el caos que no hemos causado nosotros en todos los años que llevamos aquí.

Trato de mantenerme seria, no es un tema que deba tomarse a la ligera. Pero no logro seguir conteniéndome y suelto en risas.

—Él en sí mismo es un caos andante, chicos.—les digo, colocando mis manos en mi cintura, sin dejar de reír.

Mi comentario los hace reír más.

...

Ethan.

Suspensión... Bueno, supongo que es mejor que estar en clase con ese idiota.

Sigo sin poder recordar todo lo que pasó, sé que el detonante fue que golpeara a Taylor, porque incluso recordarlo ahora hace que me hierva la sangre. Pero no consigo recordar ni una mínima parte de lo que sucedió después.

Y ahora que lo pienso, ¿por qué me molesté así? Ni siquiera la conozco tanto. No lo sé, desde el primer día que la vi, sentí algo diferente, ella es tan... tan... ¡Carajo! No tengo palabras para describir lo que me está pasando con ella, realmente no lo comprendo. Jamás había pensado tanto en una persona.

Ahora sé que mis escasas habilidades sociales son por culpa de mis padres, alejarme de todos fue siempre su intención y por eso siento que nadie me agrada, pero con ella es diferente. ¿Qué explicación le puedo dar a este sentir?

Debo admitir que es una chica hermosa, su mirada dulce me cautivó desde el primer instante; su blanca sonrisa mientras pronunciaba mi nombre me puso muy nervioso, sus brillantes ojos cafés me llevaron a una especie de... ¿trance? Sí, creo que sólo así podría describirlo. ¡No sé qué es esto!

Ethan [Psycho #1] [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora